El secuestro en México, un infierno para ricos y pobres

Todos los delitos afectan a la sociedad porque rompen la armonía de la convivencia en comunidad que tiene como base la confianza mutua entre sus integrantes, no obstante, este principio se ha perdido en sociedades complejas como las actuales, en las que la característica impuesta por el número, es el anonimato y por consiguiente, la ausencia de un sentimiento de solidaridad social que, sin embargo, aflora en ocasiones extraordinarias, como las catástrofes naturales, sorprendiendo a misma sociedad que ya lo consideraba inexiste o extraviado.

Aunque todos los delitos son un agravio para la sociedad, destaca por su crueldad hacia el individuo, la familia y su patrimonio, el delito del secuestro que, en México, ha mostrado un incremento sostenido en los últimos quince años afectando a todo tipo de familias, sin importar su condición económica. En el pasado quedó el secuestro que afectaba a grandes empresarios. Hoy cualquier familia puede enfrentar las consecuencias de esta violencia.

Las bandas de secuestradores han modificado el criterio en la selección de sus víctimas, los rescates exigidos rara vez son millonarios, los especialistas en estos temas afirman que “las bandas de secuestradores prefieren numerosos secuestros con rescates que van de los 20 mil pesos a los 500 mil pesos, es decir, en la lógica de los secuestradores, es más rentable tener 15 ó 20 víctimas en un mes que 1 cada bimestre.”

La práctica del secuestro afecta a todos, sin importar clase social. Es una realidad que los delincuentes se encuentran en un ambiente de impunidad por la falta de investigación de parte de las autoridades. En los resultados de las investigaciones en las que se ha capturado a los secuestradores en muchas ocasiones están involucrados policías, por lo que pocas víctimas, 1 de cada 43, denuncian su secuestro lo que da impunidad a los secuestradores que así multiplican su acción.

Según la presidenta de la organización Alto al Secuestro, Isabel Miranda de Wallace, en los primeros tres años del gobierno de Enrique Peña Nieto se han registrado 6,983 secuestros, equivalente a seis por día, y los estados en donde se cometen más secuestros son Estado de México, Tamaulipas, Morelos, Tabasco, Michoacán, Distrito Federal, Guerrero y Veracruz.

En estas dos últimas entidades, Guerrero y Veracruz, se informó en días recientes a los medios de comunicación, sobre el secuestro de algunos ciudadanos.

Guerrero. El gobernador Héctor Astudillo señaló que, en dos hechos separados, fueron secuestrados por el crimen organizado 22 pobladores de Arcelia y Ajuchitlán del Progreso, Guerrero, (12 enero 2016).

Al detallar la información el fiscal general del estado, Xavier Olea Peláez, explico que 17 de las 22 personas plagiadas se dirigían, el sábado 9 de enero, a una boda en la comunidad de La Palma, municipio de Arcelia, cuando fueron atacados por un grupo criminal, hecho en el que murieron tres personas.

También informó que fueron cinco profesores los secuestrados el lunes 11 de enero en la secundaria técnica de Santa Ana del Águila, municipio de Ajuchitlán y que los secuestradores pedían 2.5 millones de pesos, (medio millón por cada uno). Ante esta situación más de 50 escuelas suspendieron sus actividades y los familiares de los secuestrados salieron a “botear” para juntar algún dinero que ofrecer.

El gobierno del estado de guerrero informó el 15 de enero que en la “madrugada aparecieron 21 personas que habían sido levantadas el pasado sábado en las inmediaciones del poblado El Salitre, municipio de Arcelia, sin embargo, no aparecieron los 5 maestros de secundaria, levantados el lunes pasado en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, en Tierra Caliente de Guerrero.”

Al final se supo que fueron liberados tras el pago de un rescate por parte de sus familiares.

Veracruz. La Fiscalía Especializada en Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Procuraduría General de la República (PGR) publicó recientemente (15 diciembre 2015) un mapa sobre las desapariciones en México realizado con información de las investigaciones en curso, en el que se revela que Veracruz es uno de los estados con el mayor número de casos relacionados con desapariciones. La información está sustentada en los expedientes abiertos para el rastreo de personas desaparecidas en el lapso de dos años.

“A diferencia del Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas que no está depurado, este diagnóstico parte de averiguaciones previas en donde está confirmada la desaparición de la persona y la posible intervención del crimen organizado. La información fue publicada en el Tercer Informe de Labores que la PGR entregó al Congreso.”

Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, para el mes de septiembre de 2015, Veracruz ocupaba el tercer lugar nacional en secuestros con 57 casos, solo atrás de Tamaulipas, 140, y estado de México, con 96 plagios respectivamente. En cinco años del gobierno de Javier Duarte, reportaron 511 secuestros en la entidad.

La Fiscalía de Veracruz Informó el 14 de enero que detuvo a cuatro policías estatales como presuntos responsables de la desaparición de cinco jóvenes, ocurrida el 11 de enero. El fiscal, Luis Ángel Bravo, indicó que fue acreditada su participación en la desaparición. “La investigación no cesará hasta dar con su ubicación y llevar ante la autoridad a todos los responsables del hecho, para lo que se emplean todos los recursos con que cuenta la Fiscalía General del Estado”. Pero a los jóvenes nadie los ha encontrado.

Los estados de Guerrero y Veracruz ilustran por estos días lo que sucede en más de la mitad de las entidades del país. Para los tres niveles de gobierno la seguridad es un problema y la solución no se ve en el corto plazo. Para muchos esta es una asignatura pendiente del gobierno actual.

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