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El robo de las gafas del benjamín de 'La Manada': ¿estupidez, narcisismo o cleptomanía?

Fotografía de archivo del 13 de julio de 2018 del miembro de “La Manada” Ángel Boza, que ha sido detenido por agentes de la Policía Local de Sevilla por sustraer supuestamente unas gafas de sol de un centro comercial (Foto EFE/Raúl Caro)
Fotografía de archivo del 13 de julio de 2018 del miembro de “La Manada” Ángel Boza, que ha sido detenido por agentes de la Policía Local de Sevilla por sustraer supuestamente unas gafas de sol de un centro comercial (Foto EFE/Raúl Caro)

Angel Boza volvió a las primeras planas y a la cárcel en menos de lo que canta un gallo.

Pocos meses después de conseguir la libertad condicional tras ser condenado a nueve años de prisión por el abuso sexual de una joven en las fiestas de los Sanfermines de 2016, el menor de los cinco de ‘La Manada’ volvió tras las rejas por el presunto robo de unas gafas de sol de un centro comercial de Sevilla.

El video captado por una cámara de seguridad y publicado por El Diario de Sevilla muestra cómo Boza entró a una óptica, se probó unos espejuelos de sol, le retiró el dispositivo electrónico antihurtos y salió por la puerta pausadamente 4:43 minutos después.

Ese nuevo encuentro con la justicia ha levantado interrogantes sobre las motivaciones para arruinar su libertad condicional por unas gafas, que incluyen posibles problemas con su salud mental.

Fue una “estupidez”

Uno de los primeros en calificar la actuación de Boza, quien ahora tiene 26 años, fue el mismo abogado que lo defendió en el mediático juicio en el que la fiscalía pedía hasta 22 años de cárcel por agresión sexual grupal, intimidación y robo con fuerza de una joven que en ese momento tenía 18 años.

“Alguien que está en el punto de mira de todo el país, que no se le ocurra otra cosa mejor que entrar a sustraer unas gafas, yo solo lo puedo resumir con esto: “la estupidez humana no tiene límites”, dijo su abogado Agustín Martínez en una entrevista a Antena3.


El presunto robo perpetrado por Boza el 1 de agosto en un centro comercial de Sevilla colmó la paciencia de Martínez, quien en el complicado juicio de ‘La Manada’ convenció al tribunal de que no se trató de una violación colectiva. El defensor también logró la libertad de Boza y de los otros 4 miembros de la manada, mientras apelaba el fallo de abuso sexual.

¿Será cleptomanía?

Otra posibilidad que explicaría el extravagante comportamiento de Boza es que padezca de cleptomanía, que es una compulsión por robar.

La psicóloga Virginia Laso Tatta, especialista en terapia sistémica de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, no se aventura a adelantar un diagnóstico de cleptomanía sin entrevistar personalmente al paciente.

Sin embargo, nos recuerda que en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-V se especifica que uno de los criterios de diagnósticos de la cleptomanía es “la dificultad recurrente de controlar los impulsos de robar objetos que no son necesarios para el uso personal o por su valor económico”.

<span>(Foto El HuffPost)</span>
(Foto El HuffPost)

Laso Tatta señaló que para un diagnóstico de cleptomanía necesitaría muchos más datos. “También es importante diferenciarlo de un trastorno de personalidad antisocial. Es decir, si se centra sólo en el robo o si hacer otras conductas no permitidas o que impliquen hacer daño a otros le generan satisfacción”.

Con las explicaciones de la experta, se pudiera inferir que el nutrido prontuario de Boza descarta que padezca de cleptomanía.

Boza no sólo es acusado de robar unas gafas de unos 200 euros en un almacén, sino que habría intentado arrollar a los vigilantes privados con su auto durante su intento de fuga.

Otro elemento es que antes del escándalo de ‘La Manada’ ya contaba con antecedentes contra la seguridad vial y robos con uso de la fuerza. La prensa local relató que en 2017, Boza participó en una golpiza a otro recluso musulmán que estaba preso abusar sexualmente de una joven en un bar, acusación similar a la que pendía sobre su cabeza.

Dejando a un lado el incidente del robo de Boza, la psicóloga opinó sobre el comportamiento del grupo que también incluye a José Ángel Prenda, Jesús Escudero, Antonio Guerrero y Alfonso Jesús Cabezuelo.

“Evidentemente esos chicos tienen todos algún tipo de patología con lo que hicieron y cómo hablan de ello”.

Ángel Boza ha sido el tercero de los integrantes de ‘La Manada’, condenado a nueve años de cárcel por abusar sexualmente de una joven madrileña en Pamplona durante los Sanfermines de 2016, que se presentó ante el juzgado de guardia de Sevilla. (EFE/Pepo Herrera)
Ángel Boza ha sido el tercero de los integrantes de ‘La Manada’, condenado a nueve años de cárcel por abusar sexualmente de una joven madrileña en Pamplona durante los Sanfermines de 2016, que se presentó ante el juzgado de guardia de Sevilla. (EFE/Pepo Herrera)

Un narciso impenitente

Para otros estudiosos de la psique humana como el psicólogo Ricardo Bencomo, Boza no es un cleptómano sino un sujeto con una personalidad narcisista y delictiva.

“La cleptomanía es un problema de control de impulsos donde la persona tiene esa necesidad independientemente del costo de lo robado”.

Bencomo explicó que hay varios mecanismos que están involucrados en el cleptómano, como la excitación emocional y fisiológica del acto en sí, las características de la vida del cleptómano. “Con frecuencia su fuente de felicidad son las posesiones y no las relaciones pero, en general, la persona no es un ladrón profesional ni tendría porque tener un perfil delictivo”.

Los cinco miembros de La Manada (<span>El HuffPost)</span>
Los cinco miembros de La Manada (El HuffPost)

Para el doctor en psicología de la salud, el caso de Boza es muy distinto. “Esta persona, por lo que se conoce a nivel delictivo, tiene una personalidad narcisista e impulsiva”.

Una persona narcisista cree que merece todo lo que desea simplemente porque “él lo vale”. La hipótesis de Bencomo es que Bozo tiene un perfil narcisita que es compatible con la agresión sexual y los robos anteriores.

No vería que existe cleptomanía en su caso ya que el robar o apropiarse de lo que desea responde más a un rasgo de su posible estructura de personalidad. La cleptomanía sería una entidad que no está asociada a la criminalidad o a una conducta antisocial, salvo que robar es ilegal”.

El galán de ‘La Manada’

Los periodistas que reportaron las sesiones del juicio que concluyó en Pamplona en abril relataron que Boza se mantuvo cabizbajo durante las audiencias.

Pero durante la polémica noche de los Sanfermines de 2016, Boza tuvo un papel muy activo. Los acusados coincidieron en que Boza fue el encargado de conversar con la chica después de que se ofrecieron a acompañarla a su auto tras conocerla en un bar. También fue él quien la besó antes de meterla en el portal donde dijeron que tuvieron sexo grupal consentido con la chica, mientras ella aseguró que fue violada.

Lo que ha quedado claro de este episodio es que a los de ‘La Manada’ les gusta proteger sus ojos del sol. Un día antes de la agresión, Bozo y sus amigos presuntamente robaron 9 gafas en San Sebastián, en la Comunidad Autónoma del País Vasco.

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