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El renacuajo con ‘botón’ de eyección en caso de ataque

Los embriones de la rana verde de ojos rojos (Agalychnis callidryas) tienen una especie de super-poder que les salva la vida en muchas ocasiones. Al igual que el piloto de un caza puede eyectarse de la cabina cuando las cosas se ponen muy mal, los renacuajos de esta especie de rana arborícola pueden forzar su eclosión a voluntad. ¿Que los racimos de huevos que su madre deposita sobre una hoja suspendida sobre la charca son atacados por serpientes o avispas? pues los renacuajos “aprietan” el botón de eyección y salen del huevo en cuestión de segundos. ¡Asunto arreglado!

La hembra de este especie de anfibio suele poner una masa de alrededor de 40 huevos, que si todo va bien tardan entre seis o siete días en eclosionar. Sin embargo, un equipo de biólogos de la Universidad de Boston, comandado por la doctora Karen M. Warkentin, observó que durante los dos últimos días, los renacuajos pueden adelantar su eclosión en caso de ataque, de forma muy rápida.

Las serpientes pueden engullir varios huevos a la vez, pero las avispas también pueden infligir daños. Picando a los renacuajos con su aguijón y transportándolos de uno en uno a sus nidos para que sirvan de alimento a sus larvas. Tal y como la bióloga Warkentin explica: “piensa en un águila calva llevando un salmón a su nido, pero a pequeña escala”.

Cuando los huevos son atacados, el movimiento lanza una señal de peligro a los embriones. Si se encuentran en el último tercio de su desarrollo, ya pueden sobrevivir por si mismos, de modo que deciden entrar en el mundo a toda velocidad y anticipadamente.

¿Pero como consiguen romper tan rápidamente la membrana mucosa del huevo? Para averiguarlo el equipo de la doctora Warkentin recolectó huevos de esta especie en Panamá, que es donde trabaja para el Instituto Smithsonian de Investigación Tropical.

Luego, agitaron los huevos para lanzar la señal de alerta a los embriones y grabaron lo que sucedía. Además, emplearon microscopios electrónicos para buscar las glándulas de eclosión, comunes en las ranas, que emiten unas enzimas capaces de digerir la membrana del huevo.

Descubrieron que primero, se forma una especie de ampolla en la membrana del huevo, allí donde las enzimas están haciendo su trabajo de digestión. Una vez que la membrana sufre una pequeña brecha, los renacuajos la atraviesan y caen a la charca, en ocasiones en cuestión de segundos.

Las glándulas de ecolosion se concentran en el hozico del embrión, en lugar de en lo alto de la cabeza o en la espalda, como sucede en los renacuajos de otras especies de rana. Los investigadores descubrieron, que en lugar de liberar las enzimas a lo largo de un período extendido de tiempo para ir ablandando todo el huevo (como sucede en otras especies), la rana verde ojos rojos libera una explosión directa de enzimas desde el hozico que provoca un agujero en la membrana por la que los renacuajos pueden escapar.

Sin duda un arma defensiva extraordinaria para una criatura nonata. Bajo estas líneas podéis observar un vídeo sobre este “super-poder” batracio.

El trabajo de los biólogos sobre los embriones de rana verde de ojos rojos acaba de publicarse en la revista Journal of Experimental Biology.

Me enteré leyendo New York Times.