El puente medieval belga que estorba al progreso

El Puente de los Agujeros, como se conoce a esta construcción del siglo XIII que une ambas riberas del río Escalda a su paso por Tournai, se ha convertido en un estorbo para los intereses económicos de este municipio belga. ¿El problema? Los barcos modernos no caben bajo él y no pueden pasar. Así que el Ayuntamiento está llevando a cabo un plan para desmantelarlo y construir otro en su lugar, más navegable, para horror de los defensores del patrimonio artístico y cultural de la localidad.

Está previsto la destruccion del conocido como Puente de los Agujeros de Tournai, en Bélgica, porque los barcos modernos no pueden navegar bajo sus arcos medievales. (Foto: Getty Images)
Está previsto la destruccion del conocido como Puente de los Agujeros de Tournai, en Bélgica, porque los barcos modernos no pueden navegar bajo sus arcos medievales. (Foto: Getty Images)

En Tournai, una ciudad situada a algo más de una hora en coche de Bruselas donde abundan los ejemplos de arquitectura medieval, una parte de su población está indignada y en pie de guerra ante la idea de eliminar uno de los símbolos de la localidad. Y es que, como informa Le Figaro, el plan de tirar abajo su emblemático puente para sustituir sus arcos por uno más ligero y elevado que facilite el paso de las embarcaciones modernas ha entrado en su recta final. Está planeado que se lleve a cabo este año.

Levantado en el siglo XIII, la aprobación de la ampliación de los muelles hace menos de un mes lo ha convertido en un problema que hay que eliminar sí o sí. Antes de plantear su destrucción se pensó en la opción de construir un desvío para mantenerlo en pie. Sin embargo, el proyecto era demasiado caro para seguir adelante con él y se volvió a la idea de eliminar los arcos medievales.

Se da la circunstancia de que tras siglos en pie y haber sobrevivido a varias guerras, puede que al final sea la vida moderna y no el paso del tiempo o las bombas lo que acabe con el Puente de los Agujeros. Cuentan en Le Figaro que en 1340 se mantuvo casi intacto ante el ataque de Eduardo III, entonces rey de Inglaterra, pero que la Segunda Guerra Mundial hizo mella en su estructura. En 1948 el arco principal fue reconstruido y agrandado. No lo suficiente para que hoy puedan pasar grandes embarcaciones bajo él.

Las autoridades defienden que la destrucción “no solo mejorará la navegabilidad del río, sino que también recalificará todos los muelles, lo que dejará más espacio” para el beneficio de la ciudad. Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo.

Diversas organizaciones y asociaciones se han puesto de acuerdo para protestar ante la medida alegando que con su destrucción se aniquila uno de los emblemas de una ciudad que cuenta con otros dos monumentos, su catedral y su campanario, considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Una petición on line pide que se pare el plan y se salve al Puente de los Agujeros. Hasta ayer se habían recogido casi 8.000 firmas, pero la publicación de su batalla en Le Figaro ha hecho que esta aumente hasta las casi 11.000 en cuestión de unas horas.

Parte de la indignación no tiene que ver solo con la destrucción, sino con lo que quieren colocar en su lugar. Una de las opciones es un arco mucho más fino, ligero y elevado que sus detractores han comparado con la eme de McDonald’s.