El PSOE no quería, pero ha tenido que suspender a los diputados encarcelados

Oriol Junqueras mantuvo una breve charla con Pedro Sánchez en el Congreso
El líder de 'Esquerra Republicana de Catalunya', Oriol Junqueras, mantuvo una breve charla con Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados.(PABLO BLAZQUEZ/AFP/Getty Images)

El PSOE no quería, pero tras recibir la patata caliente del Supremo ha tenido que decidir entre posicionarse con Partido Popular y Ciudadanos o hacerlo del lado de Unidos Podemos y los partidos nacionalistas. Y lo ha hecho del lado de los primeros. A poco más de 48 horas de las elecciones el Congreso de los Diputados acaba de pulsar el botón de la bomba atómica de forma que, aunque el martes se les pudo ver tomar posesión de sus cargos en la sesión constitutiva, los cuatro dirigentes independentistas que permanecen en prisión preventiva por su implicación en el proceso separatista han sido suspendidos de sus funciones.

A partir de ahora las alarmas de Urgentes y Última hora de los teléfonos no van a parar de sonar de forma que todo lo que, hasta ahora se había dicho y hecho en campaña, tendrá que ser matizado.

Este movimiento se puede considerar una victoria de PP y Cs quienes venían realizando una presión enorme en tantos foros como han tenido a su alcance. La presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, trató de ganar tiempo solicitando al Tribunal Supremo un informe para respaldar o no una decisión afirmativa. Con el rapidísimo 'no' de los letrados a Batet no le quedaba otra que pronunciarse a lo largo del día de hoy.

Y después... Pues después más lío jurídico y burocrático. Para empezar los abogados de ERC y JxCAT ya han anunciado que esgrimirán que se vulnera su inmunidad parlamentaria al no haberse tramitado el suplicatorio. Un requisito considerado hasta ahora como imprescindible por lo que nos encontramos ante una situación inédita.

¿Hay precedente de algún recurso similar? Sí ¿Y qué ocurrió? Pues más lío, porque en aquella ocasión el Tribunal Constitucional se decantó del lado de los diputados de Batasuna suspendidos. Es por eso que entre los juristas se califica al TC como "hipergarantista" cuando se trata de analizar y enjuiciar derechos fundamentales.

Ahora bien, el suplicatorio en sí es otro lío para una legislatura que ni siquiera ha arrancado. Si finalmente se acuerda su petición, el trámite de suspensión de los presos quedaría en 'stand by' durante varios meses. Según señalan los expertos en la materia, "se les daría audiencia en la Comisión del Estatuto de los Diputados" –que ni siquiera está constituida-, posteriormente se tendría que debatir en el pleno y todo acabaría con una votación de la Cámara baja. ¿Tiempo estimado? Seis u ocho meses.

A todo esto, habría que conformar primero el Gobierno con una sesión de investidura. Lo único positivo de todo esto para el PSOE es que, si los cuatro diputados encarcelados se niegan a entregar su acta, la mayoría simple que necesita Pedro Sánchez para ser investido presidente es menor de lo esperado. Concretamente precisaría de 174 votos favorables.

Pero, claro. Teniendo en cuenta que Podemos se ha mostrado muy en contra de que esta decisión se tomara antes del 26-M, que los partidos independentistas son los directamente afectados, y que PP y Cs ya han adelantado su 'no' a Sánchez, el presidente en Gobierno en funciones tiene un marrón importante para salir investido. Tiene que sentarse ya mismo a negociar. Y encima está por ver cómo afecta esto al PSOE que partía con buenos números para las elecciones locales de Cataluña. Ahora todo cambia. Esta medida es insuflar oxígeno a los independentistas en plena recta final.

España vive en una campaña constante. Y así parece que va a seguir siendo.