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El PP elige un nuevo líder... y parte del futuro político inmediato de España

Por Belén Carreño

MADRID (Reuters) - El Partido Popular elige este fin de semana a un nuevo líder que será determinante en la supervivencia y el margen de maniobra del frágil Gobierno socialista de Pedro Sánchez.

Los dos candidatos ganadores de un inédito proceso de primarias en la formación más votada en las últimas elecciones españolas y con más representación en el Parlamento tienen un estilo de gestión muy diferente.

Mientras que Soraya Sáenz de Santamaría, durante seis años vicepresidenta del Gobierno de Mariano Rajoy, aportaría un perfil más dialogante, en palabras del propio expresidente del Gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero, Pablo Casado representaría el ala más conservadora.

El vencedor tendrá que tomar de inmediato decisiones determinantes como aprobar o no la senda fiscal y el techo de gasto que se votarán la próxima semana en el Senado, donde el PP tiene una mayoría absoluta con la puede forzar a Sánchez a prorrogar los objetivos de déficit del Gobierno anterior.

También deben marcar la línea a seguir en el Pacto de Toledo, la comisión parlamentaria donde se decide la sensible reforma de las pensiones, y en la que la anterior dirección del PP era favorable a cerrar un acuerdo para actualizar las prestaciones con el IPC.

"Se está discutiendo el futuro de España", dijo el viernes Luis de Grandes, el presidente de la Comisión Organizadora del Congreso popular.

Las primarias populares marcan un antes y un después en un partido que nunca había sometido a la militancia la decisión de elegir al líder que por sus estatutos será candidato a la presidencia del Gobierno.

De Grandes trató de rebajar la tensión entre los dos candidatos enfrentados asegurando que la contienda "no son unos juegos florales pero tampoco es Juego de Tronos".

DOS ALMAS

Hasta ahora, el PP había sido uno de los partidos de derecha más cohesionados en Europa, sin contestación interna ni apenas críticas a sus anteriores dirigentes como Mariano Rajoy, que capitaneó el partido desde 2004 cuando José María Aznar le designó como sucesor.

Pero la precipitada e inesperada derrota de Rajoy en la moción de censura del pasado 1 de junio, y su consiguiente renuncia como líder del partido, pusieron en evidencia las dos almas que convivían en el PP y sus discrepancias internas.

Además, el auge de Ciudadanos, un partido de centro-derecha que intenta conquistar parte del electorado tradicional del Partido Popular, ha exacerbado el tono del discurso de ambos candidatos.

Por un lado, Sáenz de Santamaría (47 años y abogada del Estado) representa un estilo que analistas políticos españoles interpretan como más favorable al PSOE, ya que durante años fue la encargada por parte del Gobierno del PP de negociar con la oposición. En campaña ha sido muy dura con los socialistas, aunque a la vez ha enarbolado banderas progresistas como el feminismo o la lucha LGTBI.

La política ha insistido en la campaña en que es la líder capaz de aglutinar el voto del centro-derecha, asegurando que para ganar las próximas elecciones hay que recuperar el centro, un espacio político que ahora se asigna Ciudadanos.

Por contra, Casado (37 años) se ha tildado así mismo como conservador lo que le ha valido el apoyo de la asociación ultracatólica Hazteoír, que desde hace semanas publica anuncios en prensa nacional y pasea una furgoneta con publicidad ante el Congreso de los Diputados pidiendo el voto para el diputado.

Casado ha llegado a pedir la salida de España de la zona Schengen de libre circulación, el primer conato de antieuropeísmo en un partido de índole nacional en España.

En una entrevista en El País, Casado defendió el regreso a la ley del aborto de 1985 -muy restrictiva- y no dar espacio "a los que quieren romper España", en referencia a Cataluña.

Ambos se definen como liberales en lo económico.

Barones del partido trabajan hasta el último momento por una candidatura unitaria. La segunda vuelta de las elecciones tiene un mecanismo que minimiza el impacto de los militantes que votaron en la primera ronda y que devuelve la última palabra al aparato.