El poder de la "señora millennial": las mujeres de 40 años que reivindican a la generación más vilipendiada

Es impresionante la cantidad de artículos en Internet que arrastran a los millennials como la generación indolente, la que acabará con el mundo, a los que no les importan sino sus propios intereses. Dicen que que se creen superiores y, por supuesto, que son impacientes y ambiciosos. Es de suponer que esto ha ocurrido a lo largo de la historia. Cada generación le echa la culpa a la que la precede o a la que la sucede de todo lo que ha sido mal.

No en vano dos de los mayores éxitos de Billy Joel, uno de los mas brillantes artistas contemporáneos, de alguna manera ilustran esta afirmación. Con We Didn’t Start the Fire, él defiende a su generación, los Baby Boomers, del camino que llevaba el mundo para el momento en que la compuso; y con Allentown, culpa la generación de sus padres por casi todo lo que acontece.

Referencias culturales hay miles en las que unos y otros se señalan, pero es innegable que cada generación ofrece su aporte y la de los millennials -por muy insólito que le parezca a algunos- no es la excepción. No faltan las pruebas que rescatan del garete a la generación que ha sido señalada como la de los tecnoadictos y egoístas.

Beyonce. (Photo by Ian West/PA Images via Getty Images)
Beyonce. (Photo by Ian West/PA Images via Getty Images)

Mujeres millennials, líderes actuales

¿Qué tienen en común Beyonce, Taylor Swift, Rihanna, Roshni Nadar, presidente de HCL Technologies, una compañía de 9.9 billones de dólares; y Sanna Marin, primera ministra de Finlandia a sus 34 años de edad? Son millennials, son líderes en sus respectivas áreas y todas aparecen en la lista de mujeres más poderosas del 2020, según Forbes.

Un reciente reporte de tendencias para 2021 de la agencia Trendo de México profundizó sobre este tema arrojando que las mujeres que se están acercando al “cuarto piso” son quienes están dando un giro favorable a la definición de una generación que estuvo en boca de todos hasta hace muy poco tiempo.

Son las mujeres que van llegando a los 40 quienes estarán forjando el camino para guiar a las siguientes generaciones. De esta manera, el análisis las ubica como referentes actuales ineludibles, a pesar de haber retrasado su llegada a la edad adulta con todas las características propias de esa etapa de la vida, aferrándose a la eterna juventud. Ahora las mujeres no solo se hacen grandes asumiendo matrimonio y maternidad si corresponde, sino también emprendimiento, inversiones estratégicas y administrando con solidez su liderazgo.

(Getty Creative)
(Getty Creative)

Según explica Gustavo Prado, fundador de Trendo, analista de tendencias y speaker reconocido sobre consumo, innovación y emprendimiento, “las mujeres millennials se están convirtiendo, de manera grupal, en una importante oportunidad de mercado en términos de poder adquisitivo”.

Específicamente en México, país donde se concentra la investigación, aunque según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía la mitad de las mujeres de esta generación están empleadas en el sector informal y tienen ingresos estimados de 41% menos que la generación de sus padres, “se descubren como un segmento de mercado vibrante que busca realizar lo postergado, pero también provocando productos y servicios acordes con su jovialidad perenne, siempre a la búsqueda de un estilo definido y contemporáneo y sus nuevas responsabilidades”.

Prado asegura que, según los hallazgos del reporte, a lo largo de la década el concepto de “señora millennial” será el objetivo de mercado para quienes desarrollan sus ideas a través de la nostalgia. También serán el target predilecto de la industria automotriz, el retail, los bienes y servicios, y muchas otras. Y es que son las mujeres de esta generación quienes determinan 49% de las compras en el país latinoamericano.

Getty Creative
Getty Creative

Otro dato interesante, el informe de Trendo afirma que las mujeres millennials tienen mayor confianza y creencia en sus propias capacidades en comparación con la generación de sus madres. Quizás por ser menos ideales y más prácticas no esperan depender de otros ni de la aprobación de los demás. De hecho, según la web especializada Psico.mx, esto es una característica de esta generación, que sí, sí tiene muchos aspectos positivos: luchan por ser originales, tienen una sólida autoconfianza, y no tienen temor al cambio.

La moda, el termómetro de todas las tendencias

Según Prado, la industria de la moda es la primera en reaccionar a los cambios sociales, de manera que ya estaba dando avisos sobre lo que venía. La mujer millennial ha diluido todos los aspectos estéticos negativos que se relacionaban con ser señora en el pasado. El moño, la ropa severa, el vestido cerrado y oscuro y los mocasines aburridos que uniformaron a muchas mujeres porque ya “eran señoras” quedaron en el pasado.

(Getty Creative)
(Getty Creative)

El asunto está en que las mujeres de generaciones pasadas llegaban a la etapa de la adultez -matrimonio, hijos, cuidar del hogar- muy temprano, por lo cual no lograban descubrir su identidad a plenitud, mientras que “las mujeres millennials tuvieron dos décadas completas para descubrirse, lo cual les permitió llegar a la madurez con una total conciencia de sí mismas y con la capacidad de explorar distintas facetas de su vida sin, por más cliché que suene, perder el estilo. Abandonando así, todos paradigmas negativos asociados con el concepto de señora”.

Y concluye afirmando que si bien las mujeres debían recatarse después de los 30, ahora los 40 son una edad ideal para experimentar con nuevas tendencias, lucir como nunca y sentirse seguras de mostrarse tal como les gusta.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:

Los límites de Carolina Herrera que muchas mujeres mayores de 40 años rechazan: "nos invalida por la edad"

"La edad sí importa": el cliché que Sigourney Weaver no ha sufrido en carne propia pero existe para la mayoría de las actrices

Lo vintage y lo retro: la diferencia que debes tener en cuenta si apoyas la moda sustentable

EN VIDEO: La "dama de El Paraíso" desvela su rostro, oculto por 3.700 años en Perú