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El pistolero de Múnich, sin vínculos islamistas, tenía fijación por matanzas

Por Joern Poltz y Karin Strohecker MÚNICH, Alemania (Reuters) - El joven germano-iraní que el viernes disparó y mató a nueve personas y luego se suicidó en Múnich era un pistolero solitario perturbado obsesionado con las matanzas masivas y no se inspiró en la militancia islamista, dijo la policía el sábado. El joven de 18 años, que nació y creció en Alemania, provocó el cierre de la capital bávara tras abrir fuego cerca de un concurrido centro comercial. Siete de sus víctimas eran adolescentes y la policía afirmó que pudieron haber sido atraídos por una cuenta manipulada de Facebook sobre el quinto aniversario de ataques dobles del asesino en masa noruego Anders Breivik, que mató a 77 personas. El tiroteo de Múnich, en que otras 27 personas resultaron heridas, algunas de gravedad, fue el tercer acto de violencia contra civiles en Europa Occidental, y el segundo en el sur de Alemania, en ocho días. El presidente de la oficina estatal contra el crimen de Bavaria, Robert Heimberger, dijo que el pistolero, que los medios alemanes identificaron como Ali David Sonboly, llevaba otras 300 balas en su mochila y su pistola cuando fue hallado muerto con una herida de bala. Después de que la policía registró la habitación del atacante, donde encontraron un libro sobre tiroteos provocados por adolescentes, el jefe de policía de Múnich, Hubertus Andrae, prácticamente descartó un vínculo islamista en el atentado. "En base a los registros, no hay indicios de ningún tipo de una conexión con Estado islámico" o el tema de los refugiados, dijo en una conferencia de prensa. "Se encontraron documentos sobre tiroteos masivos, de modo que el perpetrador obviamente investigó sobre este tema intensamente", agregó. El hombre armado nació y creció en el área de Múnich y estuvo un tiempo bajo tratamiento psiquiátrico y no había evidencias que sugieran que tuvo un cómplice, sostuvo Andrae. El ministro del Interior, Thomas de Maizière, dijo que también era demasiado pronto para asociar el tiroteo de Múnich con Breivik, quien en 2011 mató a 69 asistentes a un campamento juvenil de verano horas después de quitarle la vida a otras ocho personas al detonar un coche bomba en Oslo. Heimberger comentó en la conferencia de prensa que la policía estaba investigando hallazgos que sugieren que el pistolero de Múnich invitó a personas a un local de comida rápida en el mall a través de una cuenta en Facebook. "(Él) dijo que les compraría lo que quisieran siempre y cuando no fuera muy caro, esa era la invitación", dijo Heimberger. Añadió que aún debe ser verificado, pero que hay muchas pistas que indican que el atacante hizo la invitación y la envió o la publicó en Internet. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que estaba "de duelo y con el corazón apesadumbrado" por los muertos y que los servicios de seguridad harían todo lo posible por garantizar la seguridad pública. El premier bávaro, Horst Seehofer, dijo que no se puede permitir que el incidente -junto con un ataque con hacha el lunes por parte de un refugiado de 17 años que dejó cinco heridos en Wurzburgo, también Bavaria- mine las libertades democráticas. "Por segunda vez en pocos días hemos sido remecidos por un baño de sangre incomprensible (...) No se debe permitir que prevalezca la incertidumbre y el miedo", manifestó Seehofer a la prensa. Tanto el ataque de Wurzburgo como el atentado perpetrado por el conductor de un camión el 14 de julio en Niza, Francia, que dejó 84 muertos, fueron reivindicados por Estado Islámico.