El peso y el valor de la inmigración ilegal en EEUU

El foco de atención en las fronteras de Estados Unidos con México está siendo uno de los temas más controvertidos de los últimos tiempos. Las decisiones de ‘tolerancia cero’ por parte de la Casa Blanca con los migrantes sin documentación están dejando un reguero de historias personales marcadas por la desesperación y la soledad.

La inmigración sin papeles en EEUU es una realidad, y como tal, tiene unas consecuencias palpables en todos los ámbitos. Más allá de los conceptos abstractos y meramente subjetivos apuntados en numerosas ocasiones por el presidente Donald Trump, en los que catalogó a los mexicanos como violadores y criminales, y reproducidos por una parte de la ciudadanía estadounidense en numerosas tiradas racistas, existen datos que prueban que este tipo de migración es un pilar fundamental para la estabilidad laboral y la economía de EEUU.

Y la mayoría de los estadounidenses lo saben.

Las cifras las ofrece Pew Research Center e indican que 11.3 millones de personas residen en el país norteamericano sin documentación. Más de la mitad provienen de México y alrededor de un 15 por ciento llegan de otros países latinoamericanos. Ocho millones de personas tienen trabajo, es decir un cinco por ciento de la fuerza laboral en EEUU.

Según el Departamento de Agricultura, la mitad de los trabajadores en granjas y terrenos son inmigrantes sin permiso, mientras que un 15 por ciento trabaja en la construcción y un 9 por ciento en el sector servicios. El 24 por ciento trabaja en el cuidado del hogar e hijos y se espera se necesitarán 113 mil más en 2024. Para entonces, harán falta 150 mil trabajadores de la construcción y 800 mil para cuidar a los más mayores.

Los números hablan por sí solos y las preguntas son inevitables.

¿Qué pasaría con EEUU si el pilar de la inmigración ilegal se quebrara en los sectores mencionados? ¿Cómo es posible que tantos padres, madres e hijos deleguen en el cuidado de los mayores o de los pequeños, incluso el cuidado de sus hogares al tiempo en que algunos ámbitos critican la presencia de inmigración ilegal? ¿Qué sucedería si la fuerza laboral de la agricultura o de la construcción fuera meramente estadounidense?

Lejos, muy lejos están estas cifras de mermar. Con el paso del tiempo, el crecimiento de la población y de la economía estadounidense tienen unas necesidades que van en aumento. Según el estudio, en 2024 harán falta 112 mil trabajadores más del sector de la limpieza y 150 mil más en la construcción. La cifra es más alta en el cuidado a los más mayores, donde serán necesarias más de 800 mil personas más para esta labor.

Sin duda, la industria que más depende de trabajadores sin documentación es la agraria. Según indicó Mary Jo Dudley, directora del programa Cornell Farmworker de la Universidad de Cornell, el sector de la agricultura disminuye desde 1950. En aquel entonces, las granjas y la producción se limitaban a las familias con una fuerza laboral de 10 millones de trabajadores, de los que el 77 por ciento eran clasificados como familia. En la década del 2000, solamente tres millones de personas trabajan en las granjas y la mitad son personas sin documentos, porque, sencillamente, según el Programa Cornell Farmworkers, era imposible encontrar fuerza trabajadora estadounidense para estas labores debido a lo demandante de la profesión.

Una reducción del 50 por ciento de mano de obra sin papeles en el sector lácteo, por ejemplo, se vería profundamente afectado debido al cierre de 3,500 granjas de producción de leche. Las consecuencias en la lista de la compra serían la disponibilidad de menos productos de este tipo y más caros, un 30 por ciento más costosos según publicó la CBS. En el casi en que esta mano de obra desapareciera por completo, estaríamos hablando de un 90 por ciento de incremento de los precios.

Ante este tipo de datos, no es difícil ver una contradicción entre las duras políticas migratorias y la dependencia de EEUU en este tipo de fuerza trabajadora. A pesar de que a diario suceden hechos aislados de repulsa a la inmigración, el dato más sorpresivo es que que un 75 por ciento de los estadounidenses creen que son necesarios para la estabilidad laboral y económica, mientras que un 76 por ciento afirma que se trata de personas honestas y muy trabajadoras.

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