El pesado legado del Rey Mysterio que ni su hijo Dominik parece soportar
Rey Mysterio ha construido un legado intachable en la lucha libre internacional. Desde finales de 2020, su hijo Dominik le ha seguido los pasos en la World Wrestling Entertainment (WWE). Aunque el retiro de su padre podría darse este año, el heredero aún no está listo para continuar con la encomienda por sí solo.
Mysterio lo tiene claro. Con 47 años, y pese a superar un recuento de lesiones, no abandonará los encordados hasta que su sucesor directo sea capaz de demostrar su versión más completa sobre el cuadrilátero.
La tarea de Dominik no es tan sencilla, pues es consciente de lo que significa la dinastía a la que representa. No cualquier atleta adquiere la responsabilidad de acrecentar las glorias de una figura tan trascendente en la disciplina, ni soporta la presión que conlleva. Apenas tiene 24 años, dos de ellos como profesional.
El respeto se gana y eso es algo que @reymysterio le enseñó a @DomMysterio35, quien pudo ajustar cuentas con @mikethemiz en #WWERaw 👥🙌🔥 pic.twitter.com/QKTVrvr3oF
— WWE Español (@wweespanol) February 8, 2022
Siempre contó con el mejor maestro en casa, además tampoco desconoce la industria. Desde muy joven se vio involucrado en un par de historias del ícono mexicano sobre el ring. Ya tenía una noción sobre cómo funcionaba el deporte-espectáculo. Su ingreso al ruedo fue prematuro.
A diferencia del proceso de las estrellas debutantes en la WWE, Dominik no participó en los shows de desarrollo de la empresa. En su lugar, apareció directamente en los programas estelares de la compañía en resguardo de su padre. Entonces pasó de ser un mero acompañante a un activo de la plantilla.
Por ende, su progreso ha sido distinto al de otros gladiadores. Entrenó lucha libre con otros estandartes del pancracio como Konnan, Jay Lethal y Lance Storm; sin embargo, de a poco comenzó a adaptarse al producto de entretenimiento deportivo que transmite la promoción estadounidense.
Por lo que se acostumbró a la acción a través de la ejecución constante, de la prueba y el error. En cada presentación trata de interpretar su parte de la trama de una manera eficiente: busca expresar mayor naturalidad en sus movimientos, así como denotar más fluidez entre las cuerdas y sobre la lona.
El carisma aún deviene de su papá, de ahí que debe forjar el propio. Rey Mysterio nunca lo ha dejado de lado y es que precisamente con él debería ser con el que termine su trayectoria. La conclusión de su recorrido, de 33 años de carrera, permitiría impulsar a su hijo.
Dominik está en vías de convertirse en una estrella en ascenso. Requiere contender en rivalidades de igual a igual, en aras de consolidarse como un personaje creíble por su cuenta. Incluso encajaría con la faceta de “underdog” que caracterizó a su progenitor en la WWE.
Mysterio ha manifestado que no desea combatir al talento emergente, debido al amor que comparten. La familia está por delante; no obstante, frente a las cámaras, el negocio apremia. Los malentendidos ocasionales que ya han surgido entre ambos, luego de sus encuentros televisados, serían el punto de partida de su feudo.
En el emporio luchístico, siempre suelen existir los buenos y malos de la historia. Dominik podría asumir el rol de rudo, dado que es raro asociar a Rey Mysterio en un papel que no sea el del más querido por la afición. Un duelo de técnico contra técnico sería menos usual, pero igual posible.
Así, el referente azteca sustentaría el pase de antorcha requerido para apartarse de lleno de los cuadriláteros en Estados Unidos y establecería el despegue individual de su hijo. Pronto llegará el tiempo de que el príncipe deje atrás el misterio y reciba el espaldarazo más importante del rey. ¿Por qué no pensar también en la cesión de la máscara?