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El peligroso "juego de la asfixia" por el que han muerto muchos niños desde el siglo pasado

Levi Draher ya lo había jugado tres veces cuando colgó una cuerda de escalar de las literas en su internado en Harlingen, Texas, el 28 de octubre de 2006. Apenas tenía 15 años, había aprendido el “juego” a través de amigos, que también lo estaban jugando, y le gustaba la sensación que le causa la pérdida de oxígeno.

Colocó su cabeza en el nudo, esperando caerse, pero no sucedió de inmediato. Estuvo inconsciente y sin respirar durante aproximadamente 15 minutos antes de que lo encontraran. Sufrió un infarto y pasó tres días en coma porque sus órganos fallaron. Contra todos los pronósticos, se recuperó, aunque sufre de pérdida de memoria a corto plazo y tiene daños en las habilidades motoras, incluidos los temblores en una mano.

Varios niños fallecidos en el juego de la asfixia. Foto: Revista Time.
Varios niños fallecidos en el juego de la asfixia. Foto: Revista Time.

El caso de Draher es singular: no murió, a diferencia de decenas de jóvenes que durante décadas han perecido en el peligroso “juego de la asfixia”.

Solo en Estados Unidos, 82 niños de entre 6 y 19 años murieron replicando este reto entre 1995 y 2007, el año más reciente con datos disponibles, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

La mayoría de ellos tenían entre 11 y 16 años, según un informe de 2008. Y aunque no hay datos recientes sobre las muertes a causa de esa práctica, se sabe que más de 1.400 niños y adolescentes murieron por ahorcamiento accidental y estrangulación entre 2000 y 2015, según los CDC.

Muchos forenses no están capacitados para identificar este tipo de muerte accidental, y a menudo puede clasificarse erróneamente como suicidios, de acuerdo con varios expertos en todo el país consultados por la revista Time.

Erik Robinson, víctima del juego. Su madre, Judy Rogg, se ha convertido en una activista que busca prevenir estas muertes. Foto: Revista Time.
Erik Robinson, víctima del juego. Su madre, Judy Rogg, se ha convertido en una activista que busca prevenir estas muertes. Foto: Revista Time.

Se cree que semejante “juego” existe por lo menos desde la década de 1930. Al parecer se jugaba inicialmente en parejas o en grupos, y un niño intentaba “ahogar” a otro pero lo detenía justo antes del punto de peligro.

Ahora los niños son más propensos a intentarlo por ellos mismos -en ocasiones se auxilian de videos disponibles en las redes sociales-, usando sus propios cinturones y cordones de zapatos. Sin la protección o compañía de otra persona, puede tornarse fatal. “Se ha vuelto más extremo”, dijo a Time Judy Rogg, quien perdió así a su hijo Erik, en 2010.

De acuerdo con el reporte de Time, una búsqueda rápida en YouTube arroja más de 36 millones de resultados de “cómo jugar al juego de la asfixia”, que incluye todo, desde informes de noticias hasta tutoriales hechos en casa. La empresa dijo que ha retirado decenas miles, en la medida en que son reportados por los usuarios, y que ha incrementado la supervisión sobre ese tipo de materiales.

Los familiares de las víctimas enfrentan, además del dolor de la pérdida, el dilema de cómo prevenir más muertes por esta causa. Muchas escuelas se muestran reacias a crear conciencia sobre los peligros de este reto viral, por temor a que la lección pueda ser contraproducente, y les enseñe a los estudiantes a jugar.

Rogg, sin embargo, ha buscado alternativas y comenzó la organización sin fines de lucro Erik’s Cause después de la muerte de su hijo. Ha creado un propio programa de capacitación para ayudar a las escuelas a enseñar a los niños los peligros del juego sin usar un lenguaje gráfico específico.

Por ejemplo, Rogg y Stephanie Small, la cofundadora de la organización, nunca se tocan el cuello mientras hablan con los estudiantes. “No les mostramos a los niños cómo hacerlo. Hablamos sobre lo que sucede en el cerebro y por qué es tan importante mantener el cerebro saludable”, dice Rogg, de 66 años.

En 2014, el programa, que consiste en un video de 8 minutos y una presentación en PowerPoint, fue adoptado por primera vez por el Distrito Escolar del Condado de Iron en Utah después de que cuatro niños murieran en un período de tres años. Dos de las muertes en 2011 ocurrieron a escasas semanas una de la otra.

Cerca de 10,000 estudiantes han pasado por el programa desde su implementación. Ningún otro niño en el distrito escolar ha muerto por ahorcamiento accidental o estrangulación desde entonces, según el detective policial Mike Bleak y Jennifer Wood, quien recientemente se jubiló como directora de educación secundaria del distrito.

“Es peligroso para nosotros ignorarlo y dejar que YouTube les muestre cómo hacerlo”, opinó Wood. “El conocimiento es poder. Nos hace sentir bien que no estemos ignorando esto”.