El pasado delictivo del hombre al que le fue trasplantado un corazón de cerdo

David Bennett hizo historia luego de que hace unos días se le trasplantó el corazón de un cerdo genéticamente modificado en el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Eso no solo le salvó a él la vida y abrió un nuevo y promisorio horizonte médico, sino que puso a Bennett bajo los reflectores mediáticos.

Y eso hizo que un momento oscuro de su pasado cobrara nueva notoriedad.

El doctor Bartley Griffith (izq.) y el David Bennett, Sr., quien recibió el trasplante de un corazón de cerdo genéticamente modificado en el Centro Médico de la Universidad de Maryland.  (AFP/University of Maryland School of Medicine)
El doctor Bartley Griffith (izq.) y el David Bennett, Sr., quien recibió el trasplante de un corazón de cerdo genéticamente modificado en el Centro Médico de la Universidad de Maryland. (AFP/University of Maryland School of Medicine)

Según relató The Washington Post, Leslie Shumaker Downey recibió un mensaje de su hija en el que le compartió la noticia del trasplante de Bennett. Al principio no le dio mucha importancia, pero poco después ella cayó en la cuenta de lo que se trataba.

Em 1988, Bennett fue condenado a 10 años de prisión por haber apuñalado siete veces a un hombre de 22 años. La víctima, quien a causa de las heridas que le provocó ese ataque quedó paralizada y con graves secuelas, era Edward Shumaker, hermano de Downey.

El Post relató que el apuñalamiento se desató luego de que, décadas atrás, Bennett vio a su esposa sentada en las piernas de Shumaker en un bar en Maryland a la que ellos habían acudido.

Shumaker vivió 19 años en una silla de ruedas, se volvió adicto a los opiáceos a causa de los fuertes dolores que padeció y murió de un infarto en 2007, a los 41 años. Su destino dio un giro drástico y terrible luego de que fue apuñalado por Bennett.

Shumaker también presentó una demanda exigiendo una compensación económica y una corte le otorgó un fallo favorable que obligaba a Bennett a pagarle 3.4 millones de dólares, pero él al parecer nunca pagó nada.

Por ello, la noticia del salvador y revolucionario trasplante que benefició a Bennett habría sido recibida con malestar por Downey y su familia. A ellos también les ha molestado que se le llame héroe a Bennett, considerando el crimen que cometió y el dolor que le provocó a Shumaker y su familia.

“Ed sufrió… La devastación y el trauma, por años y años que mi familia tuvo que soportar”, comentó Downey al Post, para luego agregar que, en cambio, Bennett, tras salir de prisión, “siguió adelante y vivió una buena vida. Ahora él tiene una segunda oportunidad con un nuevo corazón, pero yo desearía, en mi opinión, que ese trasplante hubiera sido para alguien que lo mereciera”.

La noticia de que el paciente beneficiado con el novedoso corazón de cerdo genéticamente modificado era una persona con antecedentes penales ha provocado controversia.

Médicos en el momento de realizar el trasplante de un corazón de cerdo genéticamente modificado al paciente David Bennett, en el Centro Médico de la Univerdidad de Maryland. (AFP/University of Maryland School of Medicine)
Médicos en el momento de realizar el trasplante de un corazón de cerdo genéticamente modificado al paciente David Bennett, en el Centro Médico de la Univerdidad de Maryland. (AFP/University of Maryland School of Medicine)

La familia de Shumaker resiente, es de suponer, que la víctima haya padecido terrible sufrimiento y haya fallecido años atrás mientras que el agresor, tras salir de la cárcel, ha tenido singulares oportunidades de vida. Y hay quien critica que habiendo tantas personas que necesitan un trasplante para continuar con vida se practiquen procedimientos salvadores a una persona condenada por crímenes violentos.

Con todo, indica el Post, por lo general los médicos no comparten esa opinión y basan sus decisiones en cuestiones puramente médicas. Los antecedentes penales o cuestiones judiciales de sus pacientes no entran en esa ecuación y, cabe decir, Bennett había ya purgado la condena que se le impuso por su crimen.

El citado periódico añade que no hay leyes que prohíban que un procedimiento médico experimental sea realizado en una persona con antecedentes penales y menciona lo dicho por Arthur Caplan, profesor de bioética de la Universidad de Nueva York, quien explicó que “el principio clave de la medicina es atender a todos los enfermos, sin importar quién es sean…. No nos dedicamos a separar a pecadores de santos. El crimen es un asunto legal”.

Y otros médicos señalan que corresponde al sistema judicial determinar lo que se ha de hacer en casos de crímenes y con quienes lo cometen, y que lo que le corresponde al sistema de salud es brindar atención sin importar los antecedentes de los pacientes.

En el caso de Bennett, médicos consideraron que por cuestiones médicas y por no seguir las instrucciones de los doctores él no era elegible para recibir el trasplante de un corazón humano, pero que en cambio le ofrecieron el someterse al procedimiento experimental para recibir el corazón de cerdo.

Ante las fallas cardiacas que parecía, Bennett aceptó esa posibilidad de salvarse (con los muy altos riesgos inherentes), pues al parecer no le quedaba otra alternativa. La cirugía fue exitosa y, según ha reportado el periódico USA Today, el paciente ha reaccionado de modo positiva y el corazón de cerdo trabaja bien en su nuevo cuerpo.

Así, en una situación de punzante clasorscuro, mientras Downey y su familia resienten el dolor que Bennett le infligió a Shumaker y la relativa buena fortuna que el agresor tuvo en comparación con la víctima, otros consideran que el trasplante de corazón de cerdo que benefició a Bennett nada tuvo que ver con su pasado criminal y es, en cambio, un avance científico clave que puede ayudar a salvar muchas más vidas.