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El motivo por el que el número PIN de los cajeros tiene cuatro cifras

Da igual que las técnicas de identificación se hayan sofisticado hasta el extremo, que los coches se conduzcan solos y que tengamos en el bolsillo un móvil que tiene más potencia que los ordenadores de hace tan solo 10 años: en 2016 el principal sistema de seguridad de las tarjetas de crédito y de los cajeros es el mismo que el de hace 50 años, el número PIN.

Este sistema se creó en 1967 y desde entonces las entidades bancarias lo han adoptado como el más fiable para que sus clientes se identifiquen y eviten el fraude. Desde su adopción, las colas en los bancos se han reducido drásticamente, el pago con plástico ha aumentado exponencialmente, y los robos son más difíciles de cometer.

Pero, ¿por qué el número PIN está formado por cuatro cifras? ¿Por qué no son 3, 5 o 6? ¿No sería más seguro que se estableciera un protocolo que hiciera pedir a los cajeros al menos seis cifras, como las contraseñas de los correos electrónicos?

La elección de 4 cifras se debe a una curiosa historia que recuerda la página web Techworm. Los cajeros automáticos son una invención del escocés John Adrian Shepherd-Barron, hijo del ingeniero jefe del Puerto de Londres, y de Dorothy Barron, una campeona del torneo de dobles de Wimbledon.

Shepherd-Barron tuvo claro desde el principio que la máquina que estaba diseñando debía tener un sistema de seguridad y de identificación, y que ese sistema tenía que ser un código formado por números. Para que fuera más difícil de adivinar, pensó que la mejor opción era un código de seis cifras.

Pero en la prueba con usuarios reales, su plan no funcionó. Su mujer Caroline, que fue la primera persona en usarlo, le dijo que era incapaz de recordar un número formado por seis cifras, y que solo se sentía cómoda con uno de cuatro.

Según ella, seis eran demasiadas cifras, y aunque podía recordar la secuencia a corto plazo, en dos horas se le olvidaba o mezclaba los números, algo que no pasaba con las claves de cuatro. De esta forma, John Adrian Shepherd-Barron decidió que el número PIN de esa longitud fuera el estándar para su invento. Y así hasta hoy en día.