El miedo de Pippa Middleton en su propia boda

La súper boda de Pippa Middleton con James Matthews finalmente ha resultado un éxito. Pero, la hermana de la Duquesa de Cambridge tomó sus precauciones para que nadie, pudiera estropearle su feliz día. Toda precaución ha sido poca. Pippa tenía miedo a que le quitaran el protagonismo en su propia boda.

¿Quién podría haberle robado el éxito a Pippa? Había dos grandes rivales. En primer lugar estaba su propia hermana, Kate Middleton. Pero Kate ha respondido como una buena hermana y se ha mantenido en todo momento en un segundo plano. Hasta el vestido de gasa rosa elegido por Kate dista mucho de aquel vestido ajustado que lució Pippa cuando se casó la duquesa, y que fue tan admirado por todos. Kate fue a la boda elegante pero sin resultar nada llamativa. La segunda persona que podía hacerle sombra a Pippa en su propia boda era Meghan Markle, la novia del príncipe Harry. A Meghan era a la que más miedo le tenía Pippa. Por eso Meghan no ha podido ir a la ceremonia del matrimonio. Sin embargo, sí acudió después a la celebración posterior en la mansión de los Middleton. Cuando ya no había miedo para Pippa de que le hiciera sombra. Además, se han cuidado mucho de que no trasciendan fotos de Meghan en la celebración, pero fuentes cercanas a la actriz nos confirman que sí estuvo en el convite. De hecho, fue el propio príncipe Harry quien, tras terminar la ceremonia religiosa, fue a buscar a su novia a Londres para llevarla hasta la fiesta en la mansión de Englefield.

Hay quien ha llegado a afirmar que Meghan no acudió a la iglesia por un simple asunto de protocolo. Se supone que a las bodas reales británicas, aunque ésta no lo sea, las parejas de los invitados sólo pueden acudir si están casados. De esta manera, como Meghan no es esposa de Harry estaría justificada su ausencia en el enlace. Esa sería una versión oficial que exculparía a Pippa de no invitarla para que no le robe el protagonismo. Pero esa excusa ha quedado invalidada. Ha quedado invalidada por Donna, la presencia de la novia de James Middleton. Si el hermano de Pippa ha podido acudir al enlace junto a su novia sin estar casados, ¿por qué no aplicar la misma norma para Meghan y el príncipe Harry?

El asunto es que Pippa ha conseguido lo que quería quitarse el miedo de ser eclipsada en su propia boda por otra mujer. Algo, por cierto, que ella misma hizo en la boda de su hermana Kate.

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