El miedo a engordar en la cuarentena y la delgada línea con replicar la gordofobia

Body shame, cyber bullying and bad behavior online concept. Internet troll writing mean comment to picture on an imaginary social media website with cellphone. Dramatic zoom effect.
(Foto: Getty Images)

Para algunas personas, la preocupación más grande durante esta epidemia en la que han fallecido más de 150 mil personas, parece ser ganar peso.

Hacer bromas en redes sociales sobre “engordar” durante la cuarentena o juzgar a alguien por ello, puede cruzar la línea de la gordofobia o fat shaming en inglés, una actitud de rechazo hacia las personas que tienen exceso de peso u obesidad y que, bajo los estándares de belleza occidental, no son delgados.

Las cargas que se le dan a estos ideales físicos sobre lucir gordo o curvilíneo frente a lucir delgado o “en forma” es que, el primero se relaciona con la pereza, la mala alimentación y la segunda, siempre con una buena salud, pero esa noción podría ser un prejuicio.

Basta con ver las cifras de acoso escolar en México. La principal razón por la que niños y niñas son víctimas de discriminación o agresiones fue por su apariencia física y más específicamente por el peso y suestatura en el 41 por ciento de los casos, de acuerdo con cifras de 2017 del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

Young people and youth problems. Preteen kid left alone at home, sends text messages with phone to friends. Concept of potential victim of cyber bulling and absence of parental control
(Foto: Getty Images)

El estigma acompaña a todos hasta la adultez. Bien dijo alguna vez el conductor de programas nocturnos, James Corden, que si "burlarse de la gente con gordura los hiciera perder peso, no habría niños con sobrepeso en las escuelas".

Las personas con obesidad u obesidad mórbida, que es la acumulación anormal o excesiva de grasa, tienen menos probabilidad de ser contratados, de obtener ascensos en su trabajo, de ganar menos dinero, de ser discriminados y de recibir tratamientos médicos viciados, de acuerdo con un artículo de la revista de divulgación, Scientific American, publicado en 2019.

"Cuando la cultura y el mundo médico están constantemente presionando con la idea de que la obesidad debe ser erradicada, no son las células de grasa las que sienten el estigma, son las personas”, escribió en la revista de divulgación Lindo Bacon, investigador y autor del libro "Being, Belonging and Body Liberation: How to Survive, Thrive and Transform an Unjust World".

Entender el contexto

La mayoría de la población se encuentra en auto aislamiento en sus hogares para evitar los contagios de Covid-19, la enfermedad transmitida por el coronavirus. Esta medida implicó que gimnasios, parques públicos y lugares de uso común para ejercitarse o, simplemente hacer alguna actividad física, fueran cerrados momentáneamente.

No solo eso, el trabajo desde casa, el cuidado de hijos o de adultos mayores y las dinámicas de limpieza del hogar cambiaron a causa del auto aislamiento. La saturación de noticias con información sobre medidas de precaución o número de muertes y contagios también repercute en nuestra percepción sobre la cuarentena impuesta en la mayoría de los países.

Al respecto, muchos usuarios comentaron en redes sociales que sus dietas, sus hábitos de dormir, sus rutinas de trabajo y concentración estaban cambiando. Otras personas también hablaron sobre su salud mental y cómo era vivirla en el encierro. Dichos cambios en esos comportamientos son completamente normales considerando las circunstancias de alerta y restricción.

De hecho, se espera que, seis u ocho meses después de que se levanten las medidas de autoaislamiento, algunas personas desarrollen estrés, depresión, insomnio, ansiedad, irritabilidad, fatiga emocional, depresión y estrés post-traumático, de acuerdo con varios estudios sobre el impacto psicológico de una cuarentena publicados en The Lancet, una revista semanal de divulgación médica.

Obesidad e Imagen corporal

Los comentarios que hacen referencia al peso de las personas y a su aspecto físico, pueden repercutir en el autoestima de todos, pero sobre todo de aquellas personas que tienen desórdenes alimenticios.

Para empezar hay que entender que el término "obeso", derivado de "obesidad", es una categoría basada en el Índice de Masa Corporal (IMC) que se trata de una ecuación matemática sobre altura y peso.

Mide, en tanto, la apariencia física no así la salud y tampoco tiene por objetivo medir temas de salud individual, sino que funge para el análisis estadístico de un grupo e personas.

Además la percepción que una persona tiene sobre su imagen corporal puede distorsionarse por varios factores que muchas veces no se pueden controlar, de acuerdo con la Asociación Nacional de Desórdenes Alimenticios en Estados Unidos, (ANAD por sus siglas en inglés).

Estos factores pueden ser las creencias con las que una persona crece sobre cómo debe lucir y comportarse, con la representación de los cuerpos que se consumen en medios de comunicación o redes sociales, con emociones y cambios de humor.

"Aunque los desórdenes alimenticios surgen por una compleja mezcla de situaciones como la genética y el ambiente, es cierto que las imágenes en los medios que vemos diario tienden a aumentar nuestros problemas de imagen corporal", explica la ANAD.

¿Qué hacer durante la cuarentena?

Young man and woman working from the comfort of their home at night. A woman is holding a cup of hot beverage while a man is eating a sandwich.
Young man and woman working from the comfort of their home at night. A woman is holding a cup of hot beverage while a man is eating a sandwich.
  • Si no te preguntan, no juzgues el aspecto de alguien

Decirle a alguien que subió o bajó de peso no es un halago ni una forma de "ayudarle". No sabes por lo que atraviesa: si tiene trastornos de la conducta alimentaria (TCA) o psicológicos, si está pasando por un momento difícil o un tratamiento médico que haya provocado esos cambios. Esa persona sabe cómo luce, no necesita recordatorios que pueden poner su valía en su aspecto físico.

  • No des consejos sobre dietas o perder peso

Si no eres nutriólogo o doctor, omite estas sugerencias no solicitadas hacia personas con obesidad o exceso de peso. ¿Por qué? Porque esa persona puede tener la dieta más impecable y completa y eso no cambia su complexión física porque quizá no es algo que buscan.

Probablemente ese consejo no tan bien argumentado provenga más de la noción popular que se tiene sobre lucir “gordo”, es malo y “delgado”, es bueno o que la pérdida de peso mejora la salud, conclusiones que son más bien mitos.

"Es verdad que muchas enfermedades con frecuencia aparecen en personas con mayor peso, pero eso no significa que el peso por sí solo provoque la enfermedad. Culpar a la gordura por enfermedades cardiacas, es similar a culpar a los dientes amarillos por cáncer pulmonar en lugar de considerar al tabaco como un factor que afecta a ambos", ejemplifica el doctor Lindo Bacon.

Señalar sin que lo soliciten los hábitos de una persona, puede llevar a sentimientos de culpa o de estrés. Hay mucha evidencia médica que sugiere que las personas que puedan sentir vergüenza de cómo lucen, puede dañarlos físicamente y en ocasiones tiene un resultado contrario.

Que el peso de las personas sea la primera característica que otros vean, también se relaciona con los privilegios que tienen las distintas clases sociales. Es decir, las condiciones en las que una persona vive o trabaja también impactan su acceso a una salud digna y a mejores hábitos alimenticios.

En los países de ingresos bajos y medianos, niños y adultos están expuestos a alimentos de alto contenido calórico ricos en grasa, azúcar y sal y pobres en micronutrientes, que suelen costar menos, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El problema con el “body positivity”

NEW YORK, NY - JUNE 03:  Ashley Graham and Christian Siriano attend the 2019 CFDA Awards at The Brooklyn Museum on June 3, 2019 in New York City.  (Photo by Taylor Hill/FilmMagic)
La modelo Ashley Graham, una de las voceras del movimiento body positivity. (Foto: Taylor Hill/FilmMagic)

Aunque en años recientes, las imágenes y modelos que se observan en los medios de comunicación varían más del estereotipo occidental blanco, alto, delgado y heterosexual, las campañas de aceptación de otros estándares siguen basándose en una sola idea: la belleza.

Imponer estándares de belleza que aunque varíen cada vez más, sigue exigiendo a las personas que cumplan con ideales muchas veces imposibles. Además, la belleza o el aspecto físico es solo una dimensión de un ser más complejo.

La salud de una persona abarca mucho más que la apariencia física, también incluye sentirse bien emocional y psicológicamente. Así como cuidarías tu dieta o procurarías tus rutinas de ejercicio, hay que hacer lo mismo con la salud mental.

La obesidad en la población cuando es un problema de salud pública debe ser abordada con la intervención de políticas públicas éticas y efectivas, que fomente comportamientos de autocuidado, respeto, bienestar psicológico y no de vergüenza, aconseja el doctor Lindo Bacon.

Simplemente, aceptar que existe una diversidad de cuerpos y de ideales saludables, no significa normalizar los malos hábitos alimenticios o de actividad física.

¿A dónde acudir?

Si tienes sentimientos negativos sobre tu aspecto, sientes ansiedad, depresión puedes acercarte a la ANAD a través de su teléfono en Estados Unidos: 1-800-273-8255.

En México puedes contactar a la Clínica Ellen West contra los trastornos de la conducta alimentaria: 58120877- 58120870 Informes: info@ellenwest.org direccion@ellenwest.org

El gobierno en México pone también a servicio la Línea de la Vida: 800 911 2000.

La Línea UNAM 55 50 25 08 55

También te puede interesar: