El juicio contra Mursi en Egipto, "muy deficiente" según Human Rights Watch

EL CAIRO, 26 abril (Reuters) - El juicio del expresidente de Egipto, Mohamed Mursi, depuesto por el ejército y condenado a 20 años de cárcel, fue "muy deficiente" y pareció haber tenido una motivación política, dijo Human Rights Watch el domingo. Un tribunal condenó a Mursi y a otros 12 miembros de los Hermanos Musulmanes el 21 de abril bajo los cargos de violencia, secuestro y tortura relacionados con una serie de muertes de manifestantes en 2012. Fueron absueltos de la acusación de asesinato, que conlleva la pena de muerte. La llegada al poder de los Hermanos Musulmanes, un movimiento islamista con décadas de antigüedad, después de las revueltas de la Primavera Árabe polarizó a la población egipcia y derivó en meses de disturbios. El ejército derrocó a Mursi a mediados de 2013, tras una serie de protestas masivas contra su mandato. Abdel Fatah al Sisi, jefe del ejército en aquel momento, ganó las elecciones presidenciales el año pasado. El grupo de supervisión de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) dijo que la detención de Mursi sin acusación durante más de tres semanas después de ser depuesto violaba la ley egipcia, y criticó la confianza que depositó la acusación en el testimonio de agentes de policía y miembros del ejército. "Dejando de lado toda la responsabilidad política que (Mursi) pueda tener, la acusación no demostró su culpabilidad en este caso", dijo el grupo en un comunicado titulado: "Egipto: Un juicio muy deficiente". El documento también citaba a un portavoz de la defensa diciendo que sólo se permitió que sus abogados visitasen a Mursi una sola vez en noviembre de 2013. Incluía el testimonio de un abogado, que explicaba que no habían pedido la comparecencia de ningún testigo porque temían por su seguridad. Reuters no pudo ponerse en contacto de inmediato con ningún portavoz del Ministerio de Exteriores, pero un comunicado del Gobierno emitido la semana pasada rechazaba las críticas a la sentencia de Mursi, catalogándolas de "interferencias inaceptables en los asuntos internos (de Egipto), aparte de una falta de respeto a las normas del sistema judicial egipcio". Mursi y su defensa negaron las acusaciones contra ellos y se espera que recurran. Su caso es parte de una campaña mayor contra los Hermanos Musulmanes, que comenzó cuando el ejército depuso al presidente islamista. Las duras regulaciones contra miles de seguidores de Mursi, que incluyen sentencias de muerte promulgadas en juicios masivos, han sido ampliamente condenadas en todo el mundo, por parte tanto de grupos de defensa de los derechos humanos como de Estados Unidos o la Unión Europea. HRW dijo también que las autoridades no habían investigado el asesinato de seguidores de Mursi en las manifestaciones de 2012, creando "la apariencia de que este caso estaba motivado políticamente contra los Hermanos". Mursi se enfrenta a acusaciones en otros cuatro casos, con cargos que incluyen revelación de secretos a Catar, conspiración con el grupo palestino Hamás para desestabilizar Egipto, y organizar una fuga de la cárcel durante los disturbios de 2011 contra Hosni Mubarak.