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Los precios caen en marzo; el Gobierno confía en el BCE

El Índice de los Precios de Consumo (IPC) español bajó en marzo dos décimas a una tasa interanual del -0,1 por ciento, según datos revisados difundidos el viernes por el Instituto Nacional de Estadística. En la imagen, un pescadero y una carnicera esperan clientes en un mercado de Madrid, el 30 de septiembre de 2013. REUTERS/Susana Vera

Por Blanca Rodríguez y Tomás Cobos MADRID (Reuters) - El Índice de los Precios de Consumo (IPC) español bajó en marzo dos décimas a una tasa interanual del -0,1 por ciento, según datos revisados difundidos el viernes que podrían sumarse a la presión para que el Banco Central Europeo actúe para evitar el riesgo de deflación en la zona euro. El ministro de Economía, Luis de Guindos, mostró su confianza en que el BCE adoptará medidas no convencionales de política monetaria si el escenario de baja inflación, que en España se alarga ya siete meses, se mantenía prolongado en el tiempo. "En estos momentos están todas las alternativas abiertas y el BCE estoy seguro de que elegirá la mejor", dijo De Guindos en una entrevista en RNE, sin descartar la posibilidad de que el banco central inyecte dinero en la economía a través de la compra de bonos. La caída del IPC español, debido sobre todo al descenso de los precios de los alimentos y de los viajes organizados -por el efecto de la Semana Santa que el año pasado cayó en marzo-, fue en cualquier caso menor que el indicador preliminar publicado a finales de marzo (-0,2 por ciento). El indicador de los precios armonizados con Eurostat no mostró variaciones respecto a la lectura inicial y se mantuvo en el -0,2 por ciento interanual, dijo el Instituto Nacional de Estadística. El índice de precios subyacente, que no incluye algunos elementos especialmente volátiles, se situó en el 0,0 interanual, frente al +0,1 por ciento interanual. En términos mensuales, el IPC subió un 0,2 por ciento, lo que supone la tasa más baja para un mes de marzo desde 2009. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pedido reiteradamente al BCE que tome medidas no convencionales ante el bajo nivel de inflación en la zona euro, que podría afectar al crecimiento y hacer más difícil que los países de la región lidien con su enorme deuda pública.[ID:nL6N0N313Y] De Guindos reconoció que el inconveniente fundamental de la baja inflación en un país como España era que se elevaba su esfuerzo para pagar sus deudas, aunque subrayó que también beneficiaba a la capacidad adquisitiva de los trabajadores. "Lo que hay que vigilar es la evolución del tipo de cambio del euro. Si continúa apreciándose sería una mala señal, generaría tensiones adicionales de precios en Europa y el proceso de reajuste que España debe llevar a cabo sería más difícil", declaró. La inflación en la zona euro cayó a un 0,5 por ciento en marzo, nivel visto por última vez cuando la economía estaba en una profunda recesión en 2009 y muy por debajo de la meta del BCE de cerca de un 2 por ciento. REBAJA DE PREVISIONES Tras conocerse los datos del INE, la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ha rebajado dos décimas porcentuales su previsión para 2014. Funcas espera que la inflación se mueva este año por debajo del 0,3 por ciento, con una tasa interanual prevista para diciembre del 0,3 por ciento y una medida anual del 0,1 por ciento. Por su parte, la patronal española CEOE achacó la caída de los precios al efecto calendario de la Semana Santa y se mostró escéptica sobre la posibilidad de que el país entre en deflación. "Desde CEOE se descarta que la economía española vaya a entrar en deflación, ya que se espera un gradual avance de los precios durante el año, aunque con tasas por debajo del 1 por ciento", dijo. La CEOE estima que en el promedio del ejercicio, la tasa de inflación se situará en torno al 0,4 por ciento, inferior a la registrada de media en 2013, del 1,4 por ciento. El promedio actual de inflación de la UE es del 0,5 por ciento.