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El informe demoledor de Amnistía Internacional que habla sobre la violencia en Venezuela

Venezuela vive una crisis social y política sin precedentes. El país presidido por Nicolás Maduro sufre una elevada inflación que ha provocado que el precio de los productos de primera necesidad se sitúe por las nubes y fuera del alcance de una parte importante de la población. Ahora, un nuevo informe de Amnistía Internacional, llamado ‘Esto no es vida’, ha puesto el foco en la violencia. Las conclusiones son demoledoras.

En el año 2017 Venezuela fue el país con la mayor tasa de homicidios del mundo: 89 por cada 100.000 habitantes, superando holgadamente a El Salvador y Brasil, rivales habituales en este tipo de clasificaciones. El único país que ha quedado por delante ha sido Siria, un estado fragmentado que cumple ya más de 7 años de guerra y donde millones de personas se han visto obligadas a exiliarse para escapar de la guerra y la violencia.

Varias personas lloran la muerte de un familiar en Venezuela (REUTERS).
Varias personas lloran la muerte de un familiar en Venezuela (REUTERS).

Los homicidios en el último año han crecido un 27% y son cometidos principalmente con armas de fuego. La organización de derechos humanos ha sido capaz de elaborar un perfil de las víctimas. Normalmente se trata de hombres jóvenes (el 95% de las víctimas de homicidios fueron hombres, mientras que el 60% tenían entre 12 y 29 años) que viven en zonas urbanas con alta exclusión social. De hecho, la mayoría de los asesinatos se produjeron en sus propios hogares y en presencia de familiares.

Hay un factor que explica estos elevados índices de criminalidad y es la total impunidad que existe en el país. Amnistía ha constatado que cerca del 90% de los casos no se resuelven y los culpables se libran de rendir cuentas con la Justicia. Además, existe también una violencia estatal que contribuye a las altas tasas de homicidios en el país.

Al respecto, el 22% de los asesinatos que se produjeron en 2016 (4.667) fueron a manos de funcionarios de seguridad que en los últimos 15 años han aplicado métodos represivos para combatir el crimen como “allanamientos ilegales, ejecuciones extrajudiciales y torturas”.

Así, la sociedad venezolana ha vivido un rápido deterioro en las condiciones de vida y actualmente el 87% de la población se encuentra en situación de pobreza, mientras que el 61,2% está en situación de pobreza extrema.

Finalmente Amnistía señala que Venezuela además de ser uno de los países más violentos, también es uno de los más victimizados. Teniendo en cuenta que por cada muerto sobreviven entre tres y cuatro personas, en 2016 hubo aproximadamente unos 22.000 asesinados y entre 65.000 y 87.000 víctimas de la violencia armada.