El Gobierno quiere prohibir la venta de coches diésel y gasolina desde 2040

En la imagen de archivo, un empleado de una gasolinera pone combustible en un coche Cuevas del Becerro, cerca de Málaga. REUTERS/Jon Nazca

MADRID (Reuters) - El gobierno español va a plantear prohibir las ventas de automóviles de gasolina, diésel e híbridos a partir de 2040, dijeron el martes fuentes gubernamentales, en línea con las propuestas de una serie de países para ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La propuesta aparece en un borrador de documento de trabajo para una ley sobre el cambio climático que el primer ministro socialista, Pedro Sánchez, espera presentar en el Parlamento a finales de este año.

"Uno de los cambios más relevantes que deben hacerse son aquéllos que inciden en la movilidad", reza el documento. "A partir del año 2040 no se permitirá la matriculación y venta en España de turismos y vehículos comerciales ligeros con emisiones directas de dióxido de carbono".

En el preludio de una gran transformación para la industria automotriz mundial y de una reducción en las ganancias de los productores de petróleo, Reino Unido y Francia se han comprometido a prohibir los automóviles nuevos a gasolina y diésel a partir de 2040. [https://reut.rs/2RTt8II]

Algunos legisladores británicos han dicho que Londres debería adelantar la prohibición a 2032, una fecha límite más ambiciosa ya adoptada por Escocia, mientras que Dinamarca quiere hacer el movimiento para 2030.

Una vez finalizada, la ley de cambio climático de España deberá ser aprobada por un Congreso en el que Sánchez tiene menos de una cuarta parte de los escaños, con muchos menos diputados que el conservador Partido Popular, a cuyo exlíder destronó con una moción de censura en junio.

Con el fin de subrayar sus ambiciones verdes, Sánchez reunió el medio ambiente y la energía en un solo ministerio, que desde entonces aprobó medidas destinadas a reducir los precios de la electricidad y se pronunció a favor de promover la energía renovable.

Según la propuesta actual, Madrid pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 20 por ciento por debajo de los niveles de 1990 para 2030. La Unión Europea en su conjunto tiene como objetivo reducir las emisiones en al menos un 40 por ciento para 2030.

Con su pretensión por aumentar el gasto público en los presupuestos de 2019 chocando implacablemente con la oposición, Sánchez ha planteado la idea de rebajar sus ambiciones para que el objetivo de déficit evite el estancamiento que podría llevar a unas elecciones anticipadas.

(Información de Isla Binnie; Traducido por Carlos Ruano)