El “funcionario fantasma” que cobró un salario por años sin trabajar

El español Joaquín García ha hecho realidad lo que sería el sueño de muchos: cobrar un salario fijo sin trabajar.

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Escritorio vacío. Foto de InvernoDreaming en Flickr

García, un ingeniero de 69 años ya jubilado, faltó durante seis años a su puesto de trabajo en el Ayuntamiento de Cádiz pero devengó, de todos modos, los 37,000 euros anuales que correspondían al cumplimiento de sus responsabilidades como supervisor de las obras en La Martona, el centro donde se vierten las aguas fecales y pluviales de la ciudad.

La prensa española lo ha bautizado como “el funcionario fantasma”.

Fue asignado a ese puesto en 1996 y sólo en 2010 alguien se acordó de él.
“Se le puso un despacho en el edificio de Aguas de Cádiz y allí se quedó. Hasta que un día me acordé de él y pensé: ‘¿Dónde estará este hombre? ¿Seguirá allí? ¿Se habrá jubilado?, ¿Habrá fallecido?’, contó Jorge Blas Fernández, teniente alcalde del Ayuntamiento de Cádiz entre 1995 y 2015, al diario El Mundo.

Fernández había considerado a García para otorgarle una placa por 20 años de servicio.

“Llamé a Aguas de Cádiz y me dijeron que allí no sabían nada, que pensaban que había vuelto al Ayuntamiento… Lo llamé a él y me dijo que estaba de días de asuntos propios y le pedí que viniera a verme. '¿Usted qué hace? ¿Qué hizo ayer? ¿Y el mes anterior?’. No supo responder”, recordó Fernández, quien luego inició un expediente contra García.

La compañía de aguas pensaba que García estaba bajo supervisión del Ayuntamiento y viceversa. Al parecer, el hombre dejó de ir al trabajo en 2004, aunque medios españoles consideran que el ausentismo comenzó mucho antes, todavía en la década de 1990.

En total, entre 1996 y 2010 habría cobrado el equivalente a medio millón de euros.

Fue apenas el 20 de enero de este año que un juzgado de Cádiz impuso la sanción de 26.900 euros, lo máximo que admite la ley española por ausentismo laboral, equivalente a un año de su salario neto.

García, por su parte, ya está jubilado y niega las acusaciones…o al menos parte de ellas. Dice que fue víctima de acoso laboral y aunque no tenía contenido de trabajo acudió periódicamente a su puesto pues tenía una familia que mantener y temía no hallar otro empleo debido a su avanzada edad.

Fuentes allegadas al funcionario alegan que no desaprovechó su tiempo completamente, pues acudió a sesiones con un siquiatra y se dedicó a hacerse un experto en el filósofo racionalista Baruch Spinoza.