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El escalofriante aumento de feminicidios en Colombia durante 2016

(Jenny Rozo)
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Jenny Rozo Herrera – Bogotá, Colombia

La noche del pasado 5 de diciembre, Gustavo Grueso se unió a la marcha de protesta por la violación y asesinato de la niña de siete años Yuliana Samboní, una de las víctimas más recientes de feminicidio en Colombia, que ha causado la solidaridad y el repudio generalizado del país.

Junto a un pequeño homenaje, compuesto de flores y velas encendidas, cerró sus ojos para pensar en lo que le ocurrió, en su familia y por supuesto, en su hija Tatiana. Ella también fue asesinada. En 2015, el compañero sentimental de Tatiana la golpeó hasta matarla y ocultó el cuerpo no sin antes poner a su hijo, de cinco años, a que durmiera con el cadáver durante tres noches.

“Es un camino de sufrimiento. Sé que la familia de Yuliana empieza un proceso que llevo viviéndolo hace un año y cuatro meses. No es fácil criar una familia. En mi caso, un nieto que pregunta por su mamá”, cuenta Gustavo.

Ellas son apenas dos víctimas que representan a las niñas y mujeres que sufren diariamente todo tipo de violencia, ya sea intrafamiliar, sexual, trata de personas, ataques con ácido. Y de otras circunstancias que no se llegan a conocer.

Es difícil dar cifras homogéneas y exactas sobre este flagelo, por los diferentes datos que ofrecen las entidades y organismos que tratan del tema. Como sucede, no solo en Colombia, muchas situaciones de maltrato no son denunciadas por el miedo.

“Para nosotros, el Instituto de Medicina Legal es el registro más confiable pero con la dificultad de que no tiene cobertura en todo el territorio colombiano. Se supone que debería ser complementado por el sistema de salud en aquellos lugares donde no llega. Pero el sistema de salud no funciona en relación con las violencias contra las mujeres. Es una obligación que tienen que cumplir desde el 2008, por la Ley 1257”, explica Linda Cabrera, subdirectora de Sisma Mujer, una organización, que aporta a la consolidación del movimiento de mujeres en el país.

Según Medicina Legal, los homicidios en mujeres aumentaron en 2016 en comparación con 2015. Entre el primero de enero y el 17 de noviembre se presentaron 781, 28 más que el año pasado (753).

El día más letal en Colombia

(Jenny Rozo)
(Jenny Rozo)

El domingo, entre las seis y 12 de la noche, es el día y el rango de tiempo donde más ocurren. Y mayo y enero, en este orden, los meses de mayor frecuencia. La mayoría sucede en el hogar o los lugares de reunión familiar. Sigue predominando como agresor los familiares, como parejas, esposos o exesposos.

Frente a estos datos, la subdirectora de Sisma Mujer complementa: “Cada 12 minutos una mujer es agredida por su pareja o expareja, cada 27 minutos una mujer es víctima de violencia sexual, cada cuatro días se presenta un feminicidio, aunque sabemos que las cifras son mucho más altas, y cada dos días una mujer es víctima de violencia sexual en el marco del conflicto armado”.

La violencia al interior de la familia es el foco que más le preocupa a Medicina Legal. En palabras de su director, Carlos Valdés, es la “matriz de diversas formas de violencias, como la interpersonal y la sexual. Es donde se dan las relaciones, que deben ser las más sanas. Cuando hay una relación violenta intrafamiliar, estamos dando la pauta para que el resto de las relaciones sean violentas”.

En el informe que entregó la entidad oficial en octubre, da cuenta que desde enero hasta septiembre hubo 38.107 casos, tanto en hombres como mujeres. Lo que significa un aumento de 8.782 con relación al año anterior, que fue de 29.325. Las víctimas tienen entre los 20 y 30 años, aunque en los niños y las niñas también hay índices altos. Cerca de un 16% ha aumentado en este 2016.

De todos ellos, en el 80 por ciento, las mujeres son las agredidas. De acuerdo con el Censo de 2005, el más reciente, del total de la población colombiana, el 51,2% son mujeres y el 48.8%, hombres.

¿Qué ha provocado este dramático ascenso en 2016?

(J. Rozo)
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“Estamos viendo que la reincidencia de violencia hacia la mujer es cada vez más frecuente. Comienza una violencia sutil, verbal y de actitudes y termina siendo física, graduada, de leve, moderada hasta severas lesiones”, señaló Valdés. Además, que la violencia se ha recrudecido más en las ciudades que en el campo, ya que hay mayor desarrollo de la mujer en el ámbito social y familiar. Así que los celos, la intolerancia y la competitividad son las primeras causas.

Linda opina que no es posible en este momento dar una respuesta definitiva a esa pregunta, pero es claro que hay un poco de dos componentes. “Las mujeres están denunciando más porque tienen más consciencia de sus derechos”.

Víctimas

Uno de los hechos que trascendió a comienzos de año fue el de Yamile Arango. En su perfil de la red social Facebook publicó el maltrato físico que le ocasionó su exnovio. “Me coge del cabello y me golpea contra el piso. Luego cuando logré escapar hacia el baño me golpea contra el lavamanos”, relató en su momento.

También el de María Isabel Covaleda, a mediados de septiembre. Acusó a su exnovio de abuso físico.

Nathalie Michelou es su amiga y fue una de las que la apoyó divulgando el caso en redes sociales y medios de comunicación. A dos meses del Día Mundial de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, crearon la campaña en Facebook 25.11 el día que Colombia se quedará sin mujeres, y simultáneamente convocaron una marcha. En el camino se dieron cuenta que no sólo era dar a conocer esta historia sino que muchos empezaron a comunicarse diciendo que tenían cercanos en la misma situación o las mismas víctimas que pedían ayuda.

(J. Rozzo)
(J. Rozzo)

“Inicialmente pensé que el tema no era conmigo pero me di cuenta que también he sido víctima, que no solamente es física o psicológica, sino también económica. También me impactó que sucede en todas las capas de la sociedad. En general, es un poco la mujer objeto, porque le pego y además la obligo a quedarse por los hijos y como depende de mí debe aceptar las condiciones que le doy”, afirma.

De otro lado, hay que aclarar el supuesto ataque contra Dora Lilia Gálvez, de 44 años y cabeza de familia. La muerte de esta mujer también acaparó la atención, a finales del mes de noviembre. Las autoridades habían informado que fue violada y empalada. Sin embargo, dio un giro inesperado, ya que Medicina Legal indicó recientemente que la “causa de la muerte corresponde a la ruptura de un aneurisma de la arteria comunicante anterior”.

Colombia es uno de los países con el mayor número de ataques con ácido del mundo. Según datos del Instituto Nacional de Medicina Legal, 926 personas fueron víctimas de ataques con agentes químicos entre 2004 a 2014.

Justicia y sanciones

Tras la muerte de su hija, Gustavo buscó ayuda de las autoridades. “Tuvieron el descaro de decir que Dios sabía cómo hacías las cosas y que me resignara. Nunca tuvieron en cuenta la forma con que cometió el asesinato o la cantidad de golpes que tenía. Como se entregó recibe el 50 por ciento de la rebaja, y si se porta bien en la cárcel y si empieza a orar y se vuelve pastor, lo mismo, entonces en cinco años tenemos un asesino nuevamente en la calle”.

Para la subdirectora de Sisma Mujer, la constante en las violencias contra la mujer evidencia que la política de prevención, atención y sanción está fallando estructuralmente. “A pesar de las normas, no hay una disminución, que debería ser el panorama. Parece que no hubiera ninguna intervención del Estado”.

En Colombia, están vigentes cuatro leyes. La 1257, de 2008, que garantiza el derecho de las mujeres a tener vidas libres de violencias; la 1761, de 2015, o Ley Rosa Elvira Cely, en recuerdo a una mujer asesinada y empalada, que tipifica el feminicidio como un delito; la 1719 para el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia sexual y la 1773 o Natalia Ponce de León, que reconoce los ataque con agentes químicos como delitos autónomos.

“Tenemos suficientes leyes para proteger a las mujeres. El tema no es la ley, es el cumplimiento. ¿Qué está pasando con las entidades que están comprometidas con unas obligaciones muy concretas en estas leyes de no violencia y que no acatan?”, agrega Linda.

En los datos estadísticos de la Fiscalía reposa que en 2015 solo hubo cinco sentencias condenatorias por feminicidio y un total de 20, hasta septiembre de 2016.

Violencia en niñas, la que más preocupa

(J.R)
(J.R)

El arquitecto Rafael Uribe Noguera, de 38 años, confesó el pasado 14 de diciembre, haber cometido el crimen de Yuliana Samboní, el 4 del mismo mes, en Bogotá. La niña fue encontrada en el cuarto de máquinas del jacuzzi que había en un apartamento, propiedad de este hombre, al norte de la capital colombiana.

La Fiscalía lo acusa por secuestro, feminicidio agravado y acceso carnal violento, por los que podría pagar hasta 60 años de cárcel. El delito de tortura, del que inicialmente se le sindicó, está contemplado dentro de feminicidio agravado.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ha recibido más de 1.950.000 llamadas en sus líneas de atención, es decir un promedio de 6.000 diarias provenientes de todo el país. De todos esos, cerca de 35.000 corresponden a denuncias de amenaza o vulneración de los derechos de niños y adolescentes.

Hasta finales de octubre se registraron 17.711 víctimas de agresión sexual. El 86 15.237 corresponden a menores de 18 años. El mayor número de víctimas por agresión sexual son niñas y adolescentes.

El legado de Gilma Jiménez, una reconocida defensora de los derechos de los niños, quien lideraba, antes de su muerte por una enfermedad, la iniciativa de referendo de prisión perpetua para violadores de niñas y niños, ha sido continuada por su hija Johana, también presente en la marcha en honor a Yuliana.

“La peor violencia que sufre este país es contra nuestros niños. De los 21 mil exámenes sexológicos que practica Medicina Legal, 16 mil son en menores de 14 años y 4 mil son en bebés de 0 a 5 años. Le hacemos un llamado al presidente Santos (Juan Manuel), deje la indolencia, la indiferencia. Hace dos años me recibió en su despacho y me prometió que iba a aprobar el referendo y no ha pasado nada”.

Aun así, al amparo de las mujeres el gobierno colombiano tiene a disposición una estrategia para fortalecer el funcionamiento de las comisarías de familia en los 32 departamentos del país. Además, desde octubre pasado, la Fiscalía convocó un proceso de diálogo con las organizaciones de mujeres para desarrollar una estrategia en el tema de la violencia intrafamiliar.

Asimismo, existe una línea para que las mujeres se comuniquen gratuitamente si necesitan de orientación en cualquier tipo de violencia. Entre septiembre de 2015 y este año, se han recibido 329.713 llamadas.

De los 25 países en los que se cometen el mayor número de homicidios y cualquier forma de violencia a la mujer por cuestiones de género, 14 son latinoamericanos, entre ellos Colombia, de acuerdo con la ONU para las mujeres de América y el Caribe.