El emotivo mensaje de uno de los policías muertos en el ataque en Baton Rouge

Montrell Jackson, un afroamericano de 32 años de edad, era padre de un bebé de apenas cuatro meses. El oficial de policía fue uno de los tres abatidos en Baton Rouge, Luisiana, este domingo, por un atacante que buscaba vengar incidentes de violencia policial contra afroamericanos.

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El oficial de la policía Montrell Jackson. Foto de su página de Facebook.

Jackson era un veterano de la fuerza policial, donde había estado trabajando durante 10 años.

Tras el forcejeo de agentes policiales con Alton Sterling, que causó la muerte de este el 5 de julio y avivó las tensiones raciales, Jackson publicó un emotivo mensaje en su página de Facebook, que muchos recuerdan ahora, tras su muerte.

“Estoy cansado física y emocionalmente. Decepcionado de algunos familiares, amigos y oficiales … pero bueno lo que está en su corazón está en su corazón. Todavía amo a todos porque el odio toma demasiada energía pero seguramente no los miraré igual. Gracias a todos los que han llegado a mí y a mi mujer, era necesario y muy apreciado ”, escribió Jackson.

“Juro por Dios que me encanta esta ciudad, pero me pregunto si esta ciudad me ama. En uniforme recibo miradas de odio desagradables y sin uniforme algunos me consideran una amenaza. Yo he experimentado tanto en mi corta vida y estos últimos 3 días me han probado hasta la médula … Estos son tiempos difíciles. Por favor, no deje que el odio infecte tu corazón ”, continuó.

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Lamentablemente su mensaje nunca llegó a su victimario, Long, un ex marine de 29 años de edad de Kansas City, Mo, veterano de Irak, afroamericano también como Jackson. Estaba interesado en el separatismo negro y furioso contra la policía por las recientes muertes de otros estadounidenses negros.

Long viajó expresamente a Baton Rouge para atacar a los agentes y los emboscó. Además de Montrell, otros dos policías que perecieron: Brad Garafola y Mathew Gerald; tres resultaron heridos de gravedad.

Este es el segundo incidente de ataque mortal contra policías en escasos días; cinco perecieron en Dallas el 7 de julio, también emboscados por otro atacante, Micah Xavier Johnson.