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El día que López Obrador provocó una crisis... sin ser aún presidente

EFE/Mario Guzmán
EFE/Mario Guzmán

Todas las decisiones tienen consecuencias, cuando son de quien encabezará el gobierno del país, son mayúsculas. La determinación de Andrés Manuel López Obrador de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) de inmediato tuvo efectos negativos en las variables financieras que dan sustento al proceso de modernización y globalización del país y, el
mundo, cambió su mirada de confianza por la de suspicacia y duda, cuando falta un mes para que tome en sus manos el supremo poder del presidencialismo mexicano.

Es la primera ocasión que atestiguamos que un gobierno electo crea una crisis cuyo efecto es la desconfianza de los inversionistas extranjeros, de los empresarios nacionales y el presagio de repercusiones sociales negativas, como el desempleo y la pérdida del poder adquisitivo del salario por la posible inflación que creará la determinación de Andrés Manuel López Obrador, al cancelar la
construcción del NAIM en Texcoco, con lo que de inmediato de pierden más de 35 mil millones de pesos y se tendrá que indemnizar por más de 100 mil millones a los inversionistas y contratistas.

Desde que se cometió el error de diciembre, en primer mes del gobierno de Ernesto Zedillo, el país ha trabajado para fortalecer los indicadores macroeconómicos, lo que ha permitido fortalecer al peso frente al dólar norteamericano, y para ello sirvieron como garantía las reservas petroleras del país, se procedió al “adelgazamiento” del gobierno y se promovió la actividad empresarial, principalmente en la industria y el comercio internacional y para ello se ofrecieron garantías y atractivos fiscales a los inversionistas internacionales que aprovecharon las condiciones favorables que México les ofreció.

Se puede decir que de diciembre de 1994 y hasta octubre de 2018, los cuatro gobiernos de esos 24 años, trabajaron para ganar la confianza de los inversionistas internacionales y de las calificadoras internacionales de riesgo inversión – país, y en estos años México alcanzó el lugar 15 entre las economías del mundo.

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Hoy la confianza está en riesgo porque la percepción sobre el estilo personal de gobernar del futuro presidente de México no despierta certidumbre a los sensibles capitales internacionales y empresas que acudieron a México, arriesgando sus recursos por la seguridad que le ofrecieron los cuatro gobiernos anteriores y que el gobierno que entrará en funciones en 30 días, con su determinación de cancelar el NAIM, no está honrando, ahora lo perciben en el signo contrario, que no será un gobierno que respete los compromisos de Estado, asumidos por los anteriores gobernantes.

El indicador más visible para todos, del riesgo financiero que recién empieza, es la paridad del peso frente al dólar norteamericano que, en unas horas, pasó de 18.50 a 20.50 pesos por dólar. Es un hecho que cimentar la confianza es un proceso que significa una gran inversión de tiempo y la realización de diversos hechos que permitan que la percepción se consolide. Con la determinación de cancelar la
construcción del NAIM en Texcoco la confianza que había ganado el país se esta perdiendo de manera acelerada e incluso existe la percepción de que acontecimientos delicados podrían fraguarse en el futuro.

“La tormenta desatada por la cancelación en vías de hecho de Texcoco como sede para el aeropuerto internacional de México activó la bola de cristal del banco de inversión suizo USB, el cual advierte la posibilidad que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, utilice el instrumento de la consulta ciudadana para reelegirse y aún para disponer de las reservas internacionales del Banco de
México.” (El Universal, 31 de octubre de 2018)

Los mexicanos hemos padecido las crisis financieras ocasionadas por los presidentes mexicanos, que en todas las ocasiones se presentaron al final de su periodo de gobierno.

Luis Echeverria y los empresarios protagonizaron diferentes confrontaciones y desacuerdos, al final de aquel sexenio hubo fuga de capitales y devaluación del peso cuando paso de 12.50 a más de 25 pesos por dólar.

El presidente José López Portillo terminó su sexenio confrontado con el sector privado que sacó sus capitales del país, en respuesta decretó la “nacionalización” de la banca que pasó a manos del Estado.

El sexenio de Miguel de la Madrid se caracterizó por índices altos de inflación y la especulación de las casas de bolsa que, al final de ese gobierno, quebraron afectando el patrimonio de muchos mexicanos.

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Carlos Salinas, con las bases del anterior, instrumentó un modelo de desarrollo neoliberal que se aceleró con el Tratado de Libre Comercio, al final tuvo la crisis que generó el levantamiento armado del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, se fugaron capitales y se contrajo la inversión, entre otras variables, lo que generó que, al inicio del sexenio de Ernesto Zedillo, las finanzas del país
entraran crisis y se diera el hecho conocido como “error de diciembre” que llevó al país al mayor endeudamiento de su historia.

No parece sensato comenzar la gestión de gobierno confrontado con el capital nacional y extranjero. La operación “cicatriz” podría tener un costo elevado que seguramente el Ego de Ya Sabes Quién, está dispuesto a pagar, porque el dinero no es de él, es de todos. El mensaje ya se entendió, “solo sus chicharrones truenan”. No esta de adorno.