El cuadro que casi causa una 'revolución' de la 'clase alta' ante la 4T de AMLO

Después de que la columna de Hernán Gómez Bruera reflejara el encono que causó la retirada del cuadro de Rafael Tovar y de Teresa de la biblioteca del Centro Nacional de las Artes, a su hijo Rafael Tovar y López-Portillo, quien además de ser el nieto del ex presidente José López Portillo también ostenta un título nobiliario, el de Conde de Gustarredondo, la alta sociedad mexicana mostró su apoyo y dejó más que clara su molestia hacia la llamada 4T (Cuarta Transformación).

La alta sociedad mexicana reflejada

Los amigos y simpatizantes del Conde vieron como un acto de vil sabotaje de pandilleros ignorantes el acto de remover la fotografía de Rafael Tovar y Teresa, quien durante 30 años fue funcionario dedicado a la cultura en México.

El post de la indignación de quien es hoy el VI Conde de Gustarredondo, Rafael Tovar y López-Portillo, casi hace que la clase alta en México buscara sus bayonetas y saliera valientemente a rescatar al país.

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Hay que decirlo, con este hecho la ‘gente bien de México’ encontró un estandarte para dejarse ver tal cual es. Así se mostró en las respuestas a la publicación del Conde, donde furiosos postearon ante semejante acto de vandalismo en los recintos culturales de México.

Fernando Porrúa Cuervo, por ejemplo, respondió: “En aquellas épocas se procuró la cultura en general, hoy en día se busca la ignorancia, así se manipula más fácil”.

Como puede leerse en al cadena que posteó el mismo Hernán Gómez, la gente casi pedía que se terminara con la 4T y culpaban a quienes votaron a AMLO, asegurando que es gente ignorante. y que ahora en todos los puestos de gobierno están gente que no tiene idea o capacidad. Ante estás provocaciones la gente en las redes protestó tachándolos de fifís que pretenden seguir con la hegemonía que tenían y de la que gozaban.

Aunque también se encontraron voces como la del músico Horacio Franco, que pretendían encontrar una razón ante la acción de la Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, de quién Franco aseguró admiraba a Tovar y de Teresa.

Y tenía razón, todo este encono para nada, pues el CENART respondió que el retiro de la fotografía se debió a daños por el pasado sismo de septiembre de 2017, pues por sus dimensiones podría ser peligroso, y que una vez que se determine dónde puede ser ubicada se colocará nuevamente. Así que el Conde de Gustarredondo ya puede respirar tranquilo.