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El Congreso rechazará la consulta catalana, pero con ánimo de diálogo

MADRID (Reuters) - El Congreso de los Diputados español afronta el martes uno de los debates territoriales más relevantes de los últimos años, que previsiblemente acabará con el rechazo de los dos grandes partidos a la solicitud de competencia para que Cataluña pueda convocar una consulta sobre su independencia. Tanto el Partido Popular (PP) como el Partido Socialista (PSOE) han anunciado que votarán en contra de la propuesta que se vota en medio de un creciente sentimiento independentista en Cataluña. El Gobierno catalán de centroderecha presidido por Artur Mas ha hecho del referéndum soberanista el motivo central de su legislatura, aunque el líder de Convergencia i Unió ha decidido no intervenir en un debate que comienza en Madrid a las 1600 hora local. "Dirán que no a una ley, pero no podrán detener la voluntad del pueblo de Catalunya", dijo Mas el domingo, anticipándose a la previsible negativa liderada por las dos grandes formaciones. El portavoz del partido independentista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Congreso, Alfred Bosch, consideró lógico que Mas no participe en el debate. "Los que reclaman la presencia de Artur Mas solo lo quieren para flagelarlo", dijo Bosch a Reuters. El Partido Popular tampoco ha confirmado si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, intervendrá, aunque el Ejecutivo puede pedir la palabra en cualquier momento, según el reglamento. Fuentes populares en el Congreso dijeron a Reuters que el Gobierno acude al debate abierto al diálogo, pero dentro del marco constitucional. Rajoy ha calificado de ilegal la consulta soberanista que plantea Cataluña y ha insistido en que no tiene cabida en la Constitución. Por otra parte, la llamada proposición de ley orgánica de delegación en Cataluña de la competencia para convocar y celebrar un referéndum sobre el futuro político de la región, dice ampararse en el artículo 23.1 de la Carta Magna, que defiende la "participación política directa de los ciudadanos en los asuntos públicos". Desde las filas socialistas intervendrá su portavoz, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ya ha mostrado su disposición a abrir un nuevo escenario que permita una salida política a las aspiraciones de los catalanes. "Los socialistas rechazaremos la propuesta unilateral de cesión de competencias para convocar un referéndum de autodeterminación pero defenderemos la necesidad de abrir un diálogo para afrontar una reforma de la Constitución en dirección federal que pueda dar encaje a las aspiraciones de los catalanes", dijeron fuentes socialistas en el Congreso. "ESCENARIO NORMAL" El movimiento independentista en una de las regiones más ricas de España, alimentado por la crisis económica, los recortes y la percepción de un injusto tratamiento fiscal, se ha convertido en un dolor de cabeza importante para el Gobierno, que está teniendo dificultades para sacar a España de seis años de parálisis económica en un país con un nivel de paro del 26 por ciento. "La convocatoria de una consulta debe considerarse como un escenario normal y plenamente homologable a los países con tradición y naturaleza democráticas, como es el caso de Canadá o Gran Bretaña", agregó la proposición aprobada en enero en el Parlamento catalán. Los diputados catalanes Jordi Turull, de CiU; Marta Rovira, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC); y Joan Herrera, de ICV, serán los encargados de defender la iniciativa en el Congreso de los Diputados. Después intervendrán los portavoces de los siete grupos de la Cámara. Mas tiene la intención de convocar la consulta soberanista el 9 de noviembre. Tras el esperado rechazo de la mayoría absoluta del PP y también por el principal partido de oposición, el PSOE, se espera que entonces el presidente catalán convoque la consulta de cualquier modo. "Los partidos a favor de la consulta en Cataluña ya hemos dicho que (aunque el Congreso rechace la consulta) procederemos con el mismo empeño, entendiendo que el único final imaginable es que el pueblo catalán vote en las urnas. No hay otra salida que no pase por el voto, y ni la historia ni un pueblo pueden ser anulados por decreto parlamentario", dijo Bosch a Reuters. Esto sería recibido con un recurso del Gobierno central ante el Tribunal Constitucional, donde también previsiblemente será rechazada. Mas ha dicho que una vez agotadas estas vías, las elecciones autonómicas previstas para 2016 serían utilizadas como un plebiscito. Dirigentes tanto políticos como empresariales han aumentado la presión sobre Rajoy para que suavice la situación y ofrezca a Mas un mayor control fiscal a cambio de renunciar a la idea del referéndum. Si Rajoy se mantiene inflexible, esto podría exacerbar el sentimiento independentista en Cataluña, que ha crecido notablemente en los últimos años, según los analistas. Hasta un 80 por ciento de los catalanes quiere tener el derecho a decidir sobre este asunto, según las encuestas.