El caso de Don José, la denuncia por discriminación que movilizó a Colombia

Luego de compartir en las redes sociales un presunto acto de discriminación en un restaurante de Colombia, lo que siguió fue la movilización ciudadana, amenazas y hasta una multa.

Todo comenzó el pasado lunes 7 de mayo en el barrio Manila de El Poblado, en la capital de Antioquia, en una de las zonas más exclusivas de Medellín. Una mujer llamada Valeria Lotero almorzaba con un compañero de trabajo en un restaurante llamado Taquino.

Mientras comían, al local llegó un hombre llamado José de Jesús López Ochoa, conocido como Don José. Originario del barrio Campo Valdés, de 61 años y padre de tres hijos, es un campesino desempleado quien desde hace tres décadas se gana la vida cantando con su guitarra a cambio de algunas monedas, según detalla una nota publicada por el Canal 1 de Colombia.

Este hombre protagonizó los titulares de las redes en Colombia. Foto: Facebook.com/valotico
Este hombre protagonizó los titulares de las redes en Colombia. Foto: Facebook.com/valotico

Aquella tarde, después de entonar dos canciones, Valeria y su compañero lo invitaron a almorzar con ellos. Pero lo que pasó después ha desatado la polémica en las redes sociales.

“Inmediatamente llegó la mesera y le dijo que ahí no se podía sentar, que si le íbamos a pagar el pedido, él debería llevarse el almuerzo y comer afuera. Le pedimos llamar al administrador. Llegó una señora (no sé si la dueña) a ratificar lo anterior y comunicarnos que era una orden. No se le vio una pizca de pena discriminando al señor en su cara”, comentó en su cuenta personal de Facebook.

Lutero incluyó dos videos en los cuales puede verse a otros comensales apoyando a Don José y, en solidaridad, pedir sus cuentas para retirarse del sitio.

La publicación causó un revuelo viral. En Facebook, generó más de 500 mil reacciones, se compartió casi 900 mil veces y tuvo alrededor de 170 mil comentarios, entre los que pueden leerse algunos como: “Qué bien que defendieron la dignidad de este señor” o incluso “Organícense para que nadie más entre a comer ahí”.

En Twitter, incluso se creó el hashtag #YoSoyDonJose, el cual tuvo un alcance de más de 185 mil usuarios, incluyendo al futbolista colombiano Juan Fernando Quintero. Videos del hombre cantando se reprodujeron más de 50 mil veces y se compartieron en más de 1 millón de ocasiones, según reportó el canal local CM& La Noticia.

Las redes sociales se volcaron en muestras de apoyo hacia Don José. Incluso el Hotel Playa Tiburón, ubicado en el municipio colombiano de Coveñas, le invitó alojamiento y alimentación gratuita durante tres días para él y dos familiares. La empresa de servicios para el hogar Manos a la Obra Asistencia Integral les patrocinó el viaje en avión.

El efecto Don José

Lo ocurrido llegó a oídos de los medios de comunicación locales, que buscaron tanto a Valeria Lutero como a Don José y, por supuesto, a los dueños del restaurante, para obtener mayor información sobre lo ocurrido.

Valeria es una comunicóloga y artista plástica colombiana, madre de una hija y con dos mascotas. Vive en El Poblado y actualmente está en un un proyecto artístico de la mano del colectivo musical Son Batá. Tras su denuncia en las redes, asegura que no ha vuelto al restaurante Taquino.

“Reconocer los errores nos hace grandes, todos podemos equivocarnos. Lo importante es asumir el error y no taparlo. Tener la valentía y la gallardía de decir ‘Nos equivocamos’. En esa instancia, estaría dispuesta a volver e incluso a ‘meserear’ en el restaurante si reconocen el error”, comentó a Noticias Caracol.

Las consecuencias

Para entonces, la sociedad civil ya se había movilizado, compartiendo el video e incluso se realizaron protestas con pancartas en aquel lugar. De hecho, algunas personas almorzaron en el piso justo a las afueras del restaurante Taquino (ubicado en la llamada Calle de la Buena Mesa), como muestra de rechazo por lo ocurrido.

El escándalo fue tal, que las autoridades locales pusieron al restaurante una multa de 32 salarios mínimos por una violación al artículo 93 en su numeral 14 del Código de Policía, el cual prohíbe “limitar el acceso a lugares abiertos al público o eventos públicos a personas en razón de su raza, sexo, orientación sexual, identidad de género, condición social o económica, en situación de discapacidad o por otros motivos de discriminación similar”.

El restaurante decidió cerrar por un tiempo tras las amenazas. Foto: Facebook.com/valotico
El restaurante decidió cerrar por un tiempo tras las amenazas. Foto: Facebook.com/valotico

Los responsables de Taquino enviaron a los medios un comunicado sobre lo ocurrido aquel día. Aclararon que son un restaurante familiar con 40 años de existencia, que conocen a Don José desde hace una década, que el problema se debió a que la empleada que lo rechazó es nueva en aquel negocio, y que incluso invitan tanto a él como a Valeria a almorzar juntos y “poder cerrar de manera amable y equilibrada este capítulo”.

“Rechazamos cualquier forma de discriminación y lamentamos el incidente que se presentó en nuestro local. Ofrecemos sinceras disculpas a las personas que se sintieron ofendidas con lo ocurrido y principalmente a Don José, quien es un visitante nuestro restaurante de hace 10 años y a quien siempre permitimos tocar su guitarra en nuestro local. Hemos sido generosos con él y jamás lo hemos rechazado”, se lee en el comunicado.

Y aclararon: “El video compartido en redes no registra todo lo sucedido. Está editado y transmite un mensaje incompleto que ha llevado reacciones desproporcionadas y agresivas de algunos ciudadanos. Estamos tomando los correctivos necesarios para que situaciones como esta no se vuelvan a presentar”.

Sobre lo dado a conocer por el restaurante, Valeria dijo: “Vi el comunicado, pero no es fiel a la verdad. Lo valioso es reconocer el error y hacer de esto algo bonito, que pueda generar cambios en la sociedad. Maltratar a las personas no es lo correcto”, contó a Noticias Caracol.

El restaurante aprovechó para indicar cómo les ha afectado lo que pasó: “Debido a las amenazas recibidas a través de redes sociales, hemos decidido cerrar el lugar por unos días, para buscar un espacio con Don José y ofrecerle disculpas personalmente, y como una medida de protección de nuestros clientes y nuestros empleados”, se lee en el comunicado.

La versión de Don José

Por su parte, Don José comenta que nunca imaginó el revuelo que causaría lo ocurrido. A su vez, reconoce que decidió quedarse callado porque no le gustan los problemas. Aseguró no haberse sentido discriminado y, de hecho, espera que la dueña del restaurante no se quede sin trabajo.

“Yo no pensaba que eso iba a ocurrir, la mente mía está en otro lado. La señora no tiene la culpa, ella es muy querida conmigo, que no le dañen a ella la vida en el restaurante”, aseguró el también compositor al diario El Tiempo.

¿Qué te parece? ¿Qué opinas de lo ocurrido en torno a Don José? ¿Qué se te ocurre que puede hacerse para combatir la discriminación? Envíanos tus comentarios.

@braham_MV

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