Lo acusan de "feminizar la masculinidad" con sus fotos en Vogue y así responde el cantante Harry Styles

El cantautor y actor británico Harry Styles ha tenido una carrera fulgurante: en la presente década pasó de ser eliminado prematuramente de un concurso de cantantes hasta integrar la muy popular banda juvenil One Direction y, tiempo después, empezar una carrera de solista y actor que ha sido de gran éxito.

El cantautor y actor británico Harry Styles. (Photo by Charles Sykes/Invision/AP)
El cantautor y actor británico Harry Styles. (Photo by Charles Sykes/Invision/AP)

Y aunque el mundo de la farándula ha estado siempre repleto de personalidades extravagantes y de expresiones que subvierten los lugares comunes, algunos continúan reaccionando de modo rígido, equívoco e inquisitorial.

Así, cuando Styles apareció en la portada de la revista Vogue de diciembre de 2020 portando lúdicamente un saco y un vestido (y en páginas interiores con una variedad de faldas, kilts y otros ajuares), fue atacado por comentaristas conservadores como Candace Owens y Ben Shapiro quienes, según relató el portal Cracked, al parecer no pudieron soportar “la vista de un hombre vistiendo algo que no sea un esmoquin, un uniforme militar o un sucio overol de granjero”.

Owens, por ejemplo, dijo en Twitter que “no hay sociedad que pueda sobrevivir sin hombres fuertes” y luego alegó que en Occidente la “feminización de nuestros hombres al mismo tiempo que el marxismo es enseñado a nuestros niños no es coincidencia. Es un ataque total. Devuelvan a los hombres masculinos”.

Otro comentarista conservador, Shapiro, apuntó que “cualquiera que finja que hombres que llevan vestidos no son un referéndum sobre la masculinidad te está tratando como un completo idiota”. Él también insiste en la noción conservadora de que la intención de Styles en sus fotos de Vogue fue “feminizar la masculinidad”.

En ambos casos, al parecer Owens y Shapiro sostienen la noción de que cierta vestimenta está intrínsecamente vinculada a un cierto rol asignado a lo femenino y a lo masculino, y que desviarse de esa dicotomía implica debilidad, adulteración o rendición ante ciertas ideologías.

Pero la equiparación de lo masculino con la fuerza o que el portar vestidos implica una debilidad o una adoctrinación son nociones ancladas en criterios trasnochados y autoritarios, pues existen multitud de expresiones de la masculinidad y la feminidad que son auténticas, tienen su fuerza y su dulzura y no necesariamente implican acatamiento de una u otra ideología.

El propio Styles explicó en Vogue lo que para él significa vestir ropa asociada a lo masculino o a lo femenino y en ello no habría ni debilidad ni enajenación, sino fortaleza, experimentación y alegría.

“Tú nunca puedes vestirte de más. No hay tal cosa. Las personas a las que admiro en la música –Prince y David Bowie y Elvis y Freddie Mercury y Elton John– son tan espectaculares. De niño para mí eso era alucinante. Ahora yo me pongo algo que se siente realmente extravagante y no me siento loco al vestirlo. Siento que si te pones algo en lo que te sientes asombroso, es como el traje de un superhéroe. La ropa es para divertirse, para experimentar y jugar. Lo que es realmente excitante es que todas esas líneas se desmoronan, cuando tú eliminas eso de que ‘hay ropa para hombres y hay ropa para mujeres’, cuando retiras todas las barreras obviamente abres una arena donde puedes jugar… Hay mucha alegría en jugar con la ropa. Yo nunca realmente pienso demasiado en lo que eso significa, pues eso simplemente se convierte en una extensión del acto de crear algo”, contó Styles a Vogue.

Luego, en esa línea lúdica y creativa, Styles respondió a quienes piden que “devuelvan a los hombres masculinos” con un post de Instagram, parte de otro reportaje, en este caso en la revista Variety, en el que se le muestra comiendo un plátano mientras viste un traje azul claro con orlas decorativas y se incluye la leyenda “Bring back manly men” (Devuelvan a los hombres masculinos) inicialmente expresada por Owens.

Ese post en Instagram ha logrado más de 7 millones de likes.

Al respecto, Styles comenta que “no vestir [algo} porque es vestimenta femenina cierra un mundo entero de gran ropa… Y yo creo que lo excitante de ello ahora es que puedes vestir lo que quieras. No tiene que ser X o Y. Esas líneas se están difuminando más y más”.

Algo que, por añadidura, no es tampoco nuevo, como muestra los propios ejemplos de Bowie y Prince y muchos otros músicos y estrellas del espectáculo. La propia moda ha transitado desde hace décadas para apartarse de la dicotomía masculino-femenino para crear o actualizar expresiones.

En un ejemplo simple, una mujer en traje sastre puede ser enormemente femenina como enormemente masculino puede ser un hombre con un kilt escocés. En el pasado el uso de zapatos de altos tacones por parte de hombres, como en las cortes reales del siglo XVII, era signo de poder y virilidad. Y se afirma también que parte de la moda femenina en el pasado fue impuesta por nociones sexistas de dominación de la mujer y que muchas de las principales tendencias actuales buscan justamente liberar a lo femenino de esos viejos yugos.

En la moda contemporánea hay crecientes entrecruzamientos creativos que si bien pueden alterar los estereotipos no por ello quitan o imponen masculinidad o feminidad ni suponen rendiciones ideológicas.

Y al final, Skyles, Owens, Shapiro y demás pueden ciertamente vestir y comentar lo que prefieran.