El bullying es más dañino para la salud mental que el abuso infantil

Por Lisa Rapaport (Reuters Health) - Un estudio sugiere que los niños que son víctimas del bullying serían más propensos a padecer trastornos mentales varios años después que las víctimas de abuso infantil. Estudios previos habían asociado el abuso físico, emocional y sexual en la niñez con la aparición de problemas psicológicos con los años. El bullying también tiene efectos psicológicos y físicos graves y duraderos. Un equipo analizó la relación entre el maltrato, el bullying y sus consecuencias mentales. Quería indagar si los trastornos mentales de las víctimas se deben a esas experiencias y si el bullying tiene un efecto único. "Hallamos con sorpresa que el riesgo de las víctimas del bullying y del maltrato no era más alto que el de las víctimas del bullying solamente", dijo vía e-mail el autor principal, Dieter Wolke, profesor de psicología de la Universidad de Warwick, Reino Unido. Los datos surgen de dos estudios de seguimiento de la salud mental infantil hasta los 18 años. Uno, de Estados Unidos, incluyó a más de 1.200 participantes, y el otro, de Reino Unido, a más de 4.000 participantes. En ambos se habían utilizado entrevistas con los padres para identificar el abuso infantil y el reporte de bullying de los niños más grandes. En la juventud, el 19 por ciento de los participantes británicos y el 18 por ciento de los participantes estadounidenses tenían problemas mentales, como depresión, ansiedad y pensamientos suicidas. Tras considerar otros factores familiares que pudieran influir, el equipo detectó un aumento del riesgo de depresión en los participantes que habían sido víctimas de abuso infantil en el grupo de Estados Unidos solamente. Pero en ambos grupos, los trastornos mentales eran significativamente más comunes en los participantes que habían padecido el hostigamiento de pares en la niñez que en los que habían sido víctimas de abuso. Podría ser que los padres hayan ocultado el abuso en las entrevistas, según plantea el equipo en el estudio publicado en The Lancet Psychiatry y presentado en la reunión anual de las Sociedades Académicas Pediátricas en San Diego. El estudio tampoco revisó la gravedad del abuso ni la edad en la que comenzó. Aun así, Wolke consideró que los resultados destacan la necesidad de que los padres, los docentes y los médicos les presten más atención al bullying. "Que el bullying supere al maltrato como fuente de trastornos mentales es una novedad", opinó Catherine Bradshaw, subdirectora del Centro para la Prevención de la Violencia Juvenil de Johns Hopkins, Baltimore. Frente a esta conexión, recomendó que los padres que observen que sus hijos tienen problemas de conducta en la escuela se aseguren de que el bullying no esté de por medio y, también, que las autoridades escolares que encuentren casos de bullying indaguen si existen problemas en el hogar. FUENTE: The Lancet Psychiatry, online 28 de abril del 2015.