El almacén "secreto" donde el correo postal de EEUU subasta y vende objetos perdidos

El gran almacén en Georgia rodeado por cercas con alambre de púas y señales que alertan a los transeúntes de que está prohibido pasar sin autorización alberga una gran variedad de objetos. Es conocido como el Centro de Recuperación de Correo (MRC).

A simple vista podría parecer un lugar común, pero esa instalación produce millones de dólares al año gracias a la alianza del Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) y una empresa privada llamada GovDeals que se define como “un sitio de subastas en Internet para el excedente del gobierno. Somos nacionales y cualquiera puede pujar, pero solo las entidades gubernamentales pueden vender”.

Varias cajas permanecen en un centro de distribución de USPS en Virginia. (Foto: Bloomberg vía Getty Images)
Varias cajas permanecen en un centro de distribución de USPS en Virginia. (Foto: Bloomberg vía Getty Images)

Pero lo más interesante es que ese dinero es el resultado de la angustia de quienes confían en los servicios de correos para enviar regalos, paquetes o encomiendas de importancia.

Una reciente investigación del canal 2KUTV, de Utah, reveló cómo funciona este negocio que, a pesar de ser público puesto que los objetos subastados se encuentran en Internet, mantiene un cerco de seguridad sobre sus procesos.

Imagen de la cuenta de GovDeals en Twitter (Foto: Screenshot).
Imagen de la cuenta de GovDeals en Twitter (Foto: Screenshot).

¿Cómo se realizan las subastas? Cada dos semanas los artículos que aparecen en la página de GovDeals son actualizados con mercancía nueva que proviene de USPS, de esta manera los clientes siempre tienen una oferta amplia para escoger.

Estos objetos se mantienen en el gran almacén de Georgia, en Atlanta, donde también pueden verse con la condición de obtener una cita e ingresar al local con los dispositivos móviles apagados. Filmar dentro está totalmente prohibido.

“No puede tomar fotos aquí. Está totalmente fuera de los límites, nadie debe saber que estamos aquí”, fue la respuesta que obtuvo el reportero Matt Gephardt por parte de un guardia de seguridad cuando intentó documentar lo que estaba viendo.

La prohibición se extendió a los lugares públicos cercanos. También está vetado grabar las instalaciones desde las calles aledañas porque “podría ser peligroso”, aseguró el guardia sin alguna otra explicación.

El reportero asegura que dentro de las instalaciones podían haber hasta cerca de 300 cajas que estaban bajo subasta. Pero eso era apenas lo que alcanzaba a ver, aún quedaba más espacio dentro del almacén.

Gephardt había viajado hasta Georgia para descubrir qué estaba sucediendo con el envío de Ángela Erickson, quien había tejido dos edredones y esperaba que llegaran a sus familiares como regalos de Navidad. Habían pasado varios meses y nadie sabía de los paquetes.

“No puedo rehacer esos edredones. No se dan cuenta de todo el tiempo que les dediqué. Ver que se han perdido y que nunca llegarán a su destino es realmente difícil”, señaló.

Erickson había trabajado en el regalo gran parte del año 2018. Con sus manos había creado uno con paisajes de Utah, destinado para su tío, y el otro, con un elefante, para su padre.

Sin embargo, tiempo después de haberlos enviados a través de USPS el encargado de su oficina local le confirmó que esos paquetes estaba “perdidos” y que en el mejor de los casos estarían almacenados en el MRC.

Supuestamente, la tarea de los trabajadores del lugar es abrir cada paquete e intentar rastrear a los dueños. Si en unos pocos meses no han obtenido resultados, entonces el envío será subastado y las ganancias irán directamente a USPS y a la empresa que sirve de plataforma para la venta en internet.

Cuando Gephardt intentó hallar una respuesta, solo obtuvo una negativa por parte de USPS, que aseguró que no querían revelar sus “secretos comerciales”.

En tanto, un informe que vio la luz pública en el 2015 resalta que los administradores del MRC no ha habían “manejado de manera efectiva las consultas de los clientes ni había gestionado los objetos que no pudieron entregarse”, reportó el canal 2KUTV.

Esto, sumado al impactante dato de que en el 2014 solo “se entregaron 2.5 millones de paquetes” de los “88 millones de artículos” que se recibieron, lo que significa que en ese año la agencia solo pudo cumplir satisfactoriamente con un 3% de su trabajo.

En ese mismo periodo sus ganancias ascendieron a 11 millones de dólares gracias a la venta de los “productos perdidos”. Mientras, Erickson aún tiene la esperanza de que sus edredones aparezcan.