El Ejército y los paramilitares se acusan de incumplir la tregua en Jartum y el centro de Sudán

Jartum, 31 may (EFE).- El Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), enfrentados desde mediados de abril, se acusaron este miércoles nuevamente de atacar posiciones del otro en Jartum y el centro del país, pese a la frágil tregua humanitaria acordada en la ciudad saudí de Yeda.

Mientras que el Ejército dijo en un comunicado que sus tropas "han repelido un ataque desesperado en Al Obaid (capital del estado céntrico de Kordofan) e infligido grandes pérdidas a la milicia rebelde", las FAR denunciaron "bombardeos aéreos y con artillería pesada" contra sus posiciones en Jartum.

"Las Fuerzas Armadas atacaron hoy temprano una posición de las FAR en la Casa de la Moneda en Jartum (...) respondimos con decisión al ataque, haciendo retroceder a los extremistas y tomando el control total de un centro de planificación estratégica", dijeron los paramilitares en un comunicado.

Denunciaron también "bombardeos aéreos y con artillería pesada contra barrios residenciales" en el norte de Jartum y la vecina ciudad de Um Durman, y afirmaron que "los misiles alcanzaron instalaciones públicas, incluida la sede de una agencia de la ONU" en la capital, sin dar a conocer más detalles.

Esas nuevas acusaciones mutuas se producen mientras continúa, con dificultades y en gran secretismo, el diálogo indirecto entre representantes del Ejército y las FAR en la ciudad de Yeda, en el mar Rojo, con la mediación de Estados Unidos y Arabia Saudí.

Ese diálogo, que empezó el pasado 6 de mayo, ha tenido como resultado una tregua humanitaria de siete días que entró en vigor el pasado día 22 y fue prorrogada el pasado lunes para otros cinco días con la esperanza de poder convencer a las partes enfrentadas de un alto el fuego permanente.

Ninguna de las hasta ahora nueve pausas alcanzadas desde el estallido de los combates, el 15 de abril, ha sido respetada por las dos partes en conflicto.

Si bien los dos afirman su cumplimiento con el alto el fuego, el Ejército acusa a las FAR de incumplirlo mediante la ocupación de instalaciones civiles y de servicios, incluidos hospitales y viviendas de civiles en barrios residenciales, mientras que los paramilitares culpan a las fuerzas armadas de atacar centros médicos e instalaciones civiles.

Según la llamada "Declaración de Yeda", firmada el 11 de mayo y con la que fue alcanzado el "breve alto el fuego", ambos bandos se comprometen a facilitar la llegada y la distribución de ayuda en "todo Sudán", pero también a desocupar las instalaciones civiles y de servicios, y evitar daño a los civiles o el uso de personas como "escudos humanos".

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el conflicto ha dejado al menos 850 muertos y más de 5.500 heridos.

Los enfrentamientos también han provocado el desplazamiento interno y externo de más de 1,3 millones de personas, de acuerdo con la ONU.

(c) Agencia EFE