El Ejército no debe administrar trenes: Álvarez Máynez
CIUDAD DE MÉXICO, marzo 15 (EL UNIVERSAL).- Jorge Álvarez Máynez señaló que ni el gobierno federal, ni las Fuerzas Armadas deberían administrar megaobras como el Tren Maya o nuevos aeropuertos, pues a largo plazo la inversión no beneficiará a las instituciones encargadas de los proyectos, ni a las empresas constructoras y provocará una crisis.
"El gobierno no tiene por qué administrar trenes, ni aerolíneas porque es el competidor directo de las empresas. No es un proceso que beneficie a las Fuerzas Armadas el administrar el Tren Maya, administrar Mexicana… Va a dejar un déficit terrible a las Fuerzas Armadas en unos años y una buena parte del presupuesto que se destine para la Secretaría de la Defensa Nacional va a tener que ser usado para pagar el déficit", explicó el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano (MC).
Durante el Congreso de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), consideró que el hecho de que el gobierno sea un competidor directo de las empresas constructoras generará graves problemas a la salud económica del país.
Asimismo, refirió que reservar por razones de seguridad información sobre dichas acciones tampoco es una manera de ayudar a la industria, pues fortalece el esquema de discrecional que deriva en opacidad.
"El problema de la militarización es un problema que no ha sido dimensionado en todo lo que está afectando. Hemos dicho que la militarización es una forma de estatización.
"Es un beneficio para las Fuerzas Armadas, se les están dando pasivos que después del presupuesto [de la Sedena] se van a tener que pagar, cuando se tendría que usar ese presupuesto para dignificar a las Fuerzas Armadas", dijo Álvarez Máynez.
Al término del evento, al exdirigente de la bancada naranja en la Cámara de Diputados se le cuestionó si de alcanzar la presidencia de la República mexicana daría continuidad al Tren Maya, pregunta a la que él respondió que tras las adecuaciones necesarias, consultas y estudios de impacto ambiental, podría ajustar la obra para que fuera rentable.
"Hay que hacer las adecuaciones. Primero, esa obra debió haber tenido permisos de impacto ambiental, que lamentablemente fueron desdeñados, se debió haber consultado a las comunidades y no consultado como dice el gobierno que las consultó, sino bajo parámetros internacionales y de acuerdo a los tratados en materia de derechos humanos de los que México forma parte y, después, esa obra tendría que ser no solamente sustentable, sino rentable".