Egipto: Militar e izquierdista buscan presidencia
EL CAIRO, Egipto (AP) — La comisión electoral de Egipto informó el domingo que sólo dos aspirantes a la presidencia, uno de ellos el exjefe del ejército que hace nueve meses derrocó al primer líder democráticamente electo del país, se han postulado oficialmente a las elecciones presidenciales del mes próximo.
Con sólo dos candidatos —el exjefe militar Abdul Fatá El Sisi y el político izquierdista Hamdin Sabahi— que aspiran a la presidencia, no hay duda de que la contienda será muy diferente a la de 2012, cuando 13 candidatos de todas las inclinaciones políticas compitieron en una caldeada campaña.
Mohamed Morsi, un islamista de la Hermandad Musulmana, ganó esa vez y derrotó a un exgeneral en la segunda vuelta para convertirse en el primer presidente elegido democráticamente del país. Pero poco más de un año después, las fuerzas armadas lo sacaron del poder tras masivas protestas que pedían su salida de la presidencia.
El-Sissi, el hombre que dirigió el derrocamiento de Morsi, se beneficia de una ola de apoyo popular y es el candidato favorito este año. Desde la salida de Morsi del poder, El Sisi ha ganado una imagen muy cercana al culto a la personalidad. Su foto está en carteles en todo el país, en las bodas y cafés privados tocan canciones dedicadas a él y a los militares, y ha sido alabado en medios estatales y privados como un salvador nacional.
Abdel-Aziz Salman, portavoz de la comisión electoral, dijo que El Sisi reunió 188.930 firmas de apoyo, casi ocho veces la cantidad necesaria de 25.000 de por lo menos 15 de las 27 provincias del país para poder postularse.
El único rival de El Sisi es Sabahi, un político de izquierda que quedó en tercer lugar en 2012 con unos 5 millones de votos y una plataforma que atrajo fundamentalmente a los jóvenes seculares y la clase trabajadora.
Salman dijo que Sabahi presentó 31.555 firmas.
El personal de Sabah se quejó de tácticas de intimidación por parte de funcionarios a favor de El Sisi durante el período de recolección de firmas. Pero las autoridades culpan a funcionarios vinculados con el expresidente autócrata Hosni Mubarak.