EEUU ya exige licencia de piloto certificado a muchos usuarios de drones, incluso a ciertos aficionados

Comprar un drone en una tienda y disponerse a hacer volar esas pequeñas aeronaves es para muchos un intenso pasatiempo y para otros una fuente de información, una herramienta de investigación y un medio para realizar negocios.

Pero la presencia de esos aparatos (de menos de 55 libras, unos 25 kg de peso), técnicamente llamados Pequeñas Aeronaves No Tripuladas (Small Unmanned Aircraft Systems o sUAS), en el espacio aéreo ha generado preocupación, por sus potenciales riesgos o interferencias con aviones comerciales e infraestructuras, y la necesidad de establecer regulaciones a sus vuelos.

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Un drone, aeronave no tripulada operada remotamente. Estos aparatos son cada vez más populares, por hobby, investigación o negocio. (Digital Trend).

Para empezar, todos los propietarios de drones (desde los que pesan unos 250 gramos, poco más de media libra, hasta los de mayor tamaño) deben registrarse ante las autoridades de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, de modo que todo sUAS pueda ser ligado a una persona específica para fines de regulación y responsabilidad.

Pero, además, desde finales de agosto de 2016 quienes usan en Estados Unidos esos aparatos para fines considerados comerciales deben cumplir con requisitos nuevos y más estrictos, y eso, como narra el portal Vox ha generado cierta inquietud entre algunos de ellos.

Además, por ejemplo, de limitar la altitud de los vuelos a 400 pies (unos 300 m) de altura, no superar en ellos las 100 millas por hora (unos 161 km/hr), operar sólo durante el día (entre 30 minutos después del amanecer y 30 minutos antes del ocaso) y hacerlo sólo en áreas autorizadas y siguiendo las restricciones del espacio aéreo, el más significativo de los nuevos requisitos para los usuarios de drones es aprobar un examen para recibir la licencia de Piloto Remoto Certificado.

Para obtener ese certificado se debe tener al menos 16 años de edad, haber pasado un chequeo de antecedentes y aprobar un examen, que por lo que se ha señalado incluye preguntas sesudas. Vox, por ejemplo, cita dos : “Si un avión no tripulado pesa 33 libras, ¿cuál es el peso aproximado que la estructura de la aeronave debe soportar durante un giro de 30 grados de inclinación mientras mantiene su altitud?” o “¿Qué efecto tiene la alta densidad de altitud en la eficiencia de la hélice de un aeronave no tripulada?”.

Así, quien no sea capaz de responder suficientemente a ese test (cuyo costo es de 150 dólares) no podrá operar legalmente un drone en Estados Unidos para realizar actividades consideradas comerciales. Por ejemplo, una persona que usa un sUAS para tomar fotos aéreas por pasatiempo no está obligado a ser un Piloto Remoto Certificado, pero si vende las imágenes captadas entonces se considera que realizó un vuelo comercial, y debe cumplir con esos requisitos, así se trate de un fotógrafo freelance o de un empleado de una corporación. Muchos recurrirán a academias especializadas que imparten cursos diseñados para permitir a una persona aprobar ese examen.

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Las carreras de drones, en los que se usa el modo de pilotaje “Vista en primera persona” através de visores especiales, son muy populares. (Askanews)

Pero en ciertos casos, una persona que vuela drones por hobby también deberá contar con ese certificado (operar un sUAS sin esa licencia implica multas de hasta 1,100 dólares), específicamente aquellos que los operen en el modo de “Vista en primera persona”, es decir los que manejan un drone visualizando en una pantalla o en uno visor especial lo que la cámara de la aeronave capta mientras vuela. Esa forma de operar el drone se rige, sea realizada por hobby o por negocio, por las nuevas reglas y requiere contar con la licencia de Piloto Remoto Certificado.

Esa situación ha desconcertado a muchos entusiastas de los drones recreativos, que deben limitarse a volar sus aparatos con línea de vista y no como si estuvieran a bordo de ellos, y ha creado incertidumbre entre ellos. Y algunos, como se señala en el sitio Drone Law Journal, incluso afirman que las regulaciones habrían ido demasiado lejos en el ámbito de los drones recreativos. Muchos de los que participan en las populares carreras de drones podrían ahora necesitar sacarse la licencia.

Por otro lado, el nuevo reglamento permitirá ampliar sustancialmente la operación de drones comerciales en Estados Unidos, al contar con lineamientos más específicos para el vuelo de esos aparatos.

Sea como sea, las nuevas reglas están en vigor y (aunque podrían modificarse en el futuro) resultan obligatorias para los drones comerciales y sus pilotos y para aquellos entusiastas que los usan por hobby en los supuestos que los afectan, sobre todo el uso de la “Vista en primera persona”, una modalidad ciertamente atractiva de volar un sUAS, pero que ahora se encuentra restringida y regulada.

Así, darle una repasada a los libros de física y matemáticas no le vendrá mal para quien no quiera desistir de las emociones de manejar un drone a toda capacidad.

Sigue a Jesús Del Toro en Twitter: @JesusDelToro