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Bandera de Cuba flamea en Washington tras restablecimiento de relaciones diplomáticas

Por Matt Spetalnick WASHINGTON (Reuters) - La bandera cubana fue izada el lunes en la embajada de La Habana en Washington por primera vez en 54 años luego de que Estados Unidos y Cuba restablecieron formalmente sus relaciones, en un nuevo capítulo entre los ex enemigos de la Guerra Fría. El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, encabezó la ceremonia de reapertura de la embajada, un hito en el deshielo diplomático que comenzó con el anuncio realizado por los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, el 17 de diciembre. Recalcando las diferencias que continúan entre Estados Unidos y el gobierno comunista de Cuba, Rodríguez aprovechó la oportunidad para exhortar a Obama a usar sus poderes ejecutivos para avanzar en el desmantelamiento del embargo económico. El gobierno de Obama, por su parte, presionó a La Habana por una mejor actitud frente a los derechos humanos. Pero aún con esas desavenencias, la reapertura de las embajadas en las respectivas capitales fue la señal más concreta hasta ahora de lo que se ha logrado después de dos años de negociaciones entre ambos gobiernos. En otro gesto para intentar dejar atrás más de medio siglo de enemistad, el secretario de Estado John Kerry se reunió con Rodríguez, quien se convirtió en el primer canciller en visitar Washington desde la Revolución Cubana de 1959. Aunque los dos destacaron el momento histórico, también buscaron apaciguar el optimismo encendido con la ceremonia. "Solo la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero que tanto daño y privaciones ocasiona a nuestro pueblo, la devolución del territorio ocupado en Guantánamo y el respeto a la soberanía de Cuba darán sentido al hecho histórico que estamos viviendo hoy", dijo Rodríguez en su discurso. "Ratificamos la voluntad de Cuba de avanzar hacia la normalización de las relaciones con los Estados Unidos, con ánimo constructivo, pero sin menoscabo alguno a nuestra independencia, ni injerencia en asuntos que pertenecen a la exclusiva soberanía de los cubanos", apuntó. Obama ha levantado algunas restricciones para hacer negocios y para los viajes, pero el amplio embargo de 53 años sigue vigente. Sólo el Congreso puede derogarlo, algo que los republicanos -que controlan el parlamento- no están dispuestos a hacer pronto a pesar de los pedidos del presidente demócrata. Junto a Rodríguez, Kerry más tarde llamó a un "nuevo comienzo" en las relaciones entre los dos gobiernos y dijo que el camino hacia la normalización será "largo y complejo". El portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest dijo a periodistas que la administración estaba "esperanzada" de que Cuba en los próximos años comience a mostrar respeto por los derechos humanos básicos. POMPA EN WASHINGTON, MENOS FANFARRIA EN CUBA Rodríguez encabezó la ceremonia de reapertura de la sede diplomática, que fue visitada por el líder revolucionario Fidel Castro poco meses después de que tomó el poder con su revolución en 1959. El funcionario dijo que la bandera cubana que colgaba fuera de la embajada cuando fue cerrada en 1961 ahora será exhibida dentro. Poco antes, una guardia de honor de tres hombres marchó frente a la embajada, donde la bandera cubana fue montada. Durante el izamiento de la enseña, un grupo numeroso de gente exclamaba "Cuba sí, embargo no" y otro más pequeño gritaba "Cuba sí, Fidel no"; más tarde se entonó el himno nacional de la isla. En La Habana, la embajada de Estados Unidos también reabrió automáticamente. Su personal tenía nuevas credenciales y tarjetas de presentación y el sitio web, la cuenta de Twitter y la página de Facebook de la misión habían cambiado. Pero no habrá una ceremonia oficial de izamiento de la bandera de rayas y estrellas hasta que el secretario Kerry visite la isla el 14 de agosto. Unos 100 cubanos, turistas y cubano-estadounidenses se reunieron frente al edificio de embajada estadounidense sosteniendo pequeñas banderas del país del norte. "Bienvenido EEUU", decía uno de los pequeños carteles que sujetaba una cubana. Más de 500 personas, incluyendo funcionarios de la administración de Obama, legisladores estadounidenses y una gran delegación cubana participaron de la ceremonia en Washington, en la mansión de casi un siglo de antigüedad que fue convertida de nuevo en la embajada de Cuba. La delegación estadounidense fue encabezada por la subsecretaria de Estado, Roberta Jacobson. Antes del amanecer el martes, empleados de mantenimiento colgaron la bandera cubana en el lobby del Departamento de Estado estadounidense. La enseña se sumó a los colores de otros países con los que Estados Unidos tiene vínculos diplomáticos. "Hemos esperado mucho tiempo para este día", dijo el senador Patrick Leahy. "Esto es sólo el comienzo". A la reapertura de la embajada en Washington no fueron invitados políticos anticastristas, como los senadores Marco Rubio y Bob Menendez, que han criticado el acercamiento de Obama a la isla. El candidato presidencia republicano Jeb Bush subrayó su oposición el lunes en Twitter: "La prisa de Obama en restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba está mal. Esta embajada sólo servirá para legitimar aún más un régimen represivo". La apertura con Cuba refleja la doctrina presidencial de Obama de negociar con enemigos, un concepto que ahora enfrenta una prueba aún más dura con el acuerdo nuclear alcanzado la semana pasada con Irán. La contraparte del restablecimiento de los lazos es una larga lista de disputas pendientes. La Habana desea mantener un firme control sobre la sociedad cubana y su economía manejada por el Estado, y además del levantamiento del embargo, Cuba exige el regreso de la base naval estadounidense en Guantánamo, un tema que Kerry dijo que no está actualmente bajo discusión. (Reporte de Matt Spetalnick. Con reporte adicional en La Habana de Nelson Acosta y Jiame Hamre. Editado en español por Silene Ramírez y Pablo Garibian)