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EEUU: Ubican nueva alternativa para corazones donados

WASHINGTON (AP) — La mayoría de corazones trasplantados provienen de donantes con muerte cerebral, pero una nueva investigación muestra una estrategia distinta que puede ser igualmente eficaz y aumentar el número de órganos disponibles.

Corresponde a la llamada donación después de muerte circulatoria, un método utilizado desde hace mucho tiempo para recuperar riñones y otros órganos, pero no corazones más frágiles.

Investigadores de Duke Health dijeron el miércoles que la utilización de los corazones antes rechazados podría brindar a a miles de pacientes mayor oportunidad de que reciban un trasplante que les salve la vida porque aumenta 30% el número de corazones disponibles de los donantes.

“Honestamente si pudiéramos tronar los dedos y conseguir que se aprovechara, creo que la cifra podría aumentar todavía mucho más”, dijo el cirujano de trasplantes, doctor Jacob Schroder, de la Escuela de Medicina de la Universidad Duke, que encabezó la investigación.

“Esto en verdad debería corresponder a la atención de rigor”, apuntó.

El método usual de donación de órganos sucede cuando los médicos, mediante cuidadosas pruebas, determinan que alguien ya no tiene función cerebral tras haber sufrido una lesión catastrófica, es decir tiene muerte cerebral.

El cuerpo se deja conectado a un ventilador que mantiene al corazón latiendo y a los órganos oxigenados hasta que puedan ser recuperados y puestos en hielo.

En contraste, la donación después de muerte circulatoria sucede cuando alguien sufrió una lesión cerebral a la que no sobrevivirá, pero como no ha cesado aún toda la función cerebral, la familia decide retirarle el soporte vital y el corazón deja de latir. Esto significa que los órganos se quedan sin oxíeno por un tiempo antes de que los puedan recuperar y los cirujanos, preocupados por el daño al corazón, no lo utilizan.

¿Qué es lo que ha cambiado?: Los médicos ya pueden retirar esos corazones y ponerlos en una máquina que los “reanima”, bombean sangre y nutrientes de manera normal y observan si funcionan bien antes del trasplante previsto.

El estudio del miércoles, efectuado en diversos hospitales en el país, abarcó a 180 recipientes de trasplantes, la mitad de los cuales recibieron corazones de un donante tras muerte cardiaca y la mitad, corazones de donantes con muerte cerebral transportados en hielo.

Las tasas de sobreviviencia seis meses después fueron más o menos la misma: 94% para los recipientes de donantes con muerte cardiaca y 90% para los de manera habitual, dijern los investigadores en la revista New England Journal of Medicine.