EEUU busca poner orden en incontrolada fiesta de los "e-cigarettes"

EEUU busca poner orden en incontrolada fiesta de los "e-cigarettes"

Estados Unidos propuso el jueves regular la venta de los cada vez más populares cigarrillos electrónicos, conocidos como "e-cigarettes" o "e-cigs", para prohibir su venta a menores y exigir a los fabricantes que demuestren que su producto es, como afirman, menos dañino que el tabaco tradicional. La FDA, la agencia estadounidense que regula los alimentos y medicamentos, también pide que los fabricantes de estos cigarrillos, que tienen un éxito enorme entre los jóvenes, necesiten una autorización de esta oficina para vender su producto: un artilugio con forma de cigarrillo o de pipa que se carga electrónicamente y suelta un humo inodoro cuando se "fuma". Los fabricantes se habían liberado hasta ahora de la supervisión federal en Estados Unidos, donde el "vaping" (fumar vapor electrónico) está de moda y en cuyos bares y discotecas abundan los e-cigs. La FDA abrió un período de consultas públicas de 75 días, al término de las cuales sus expertos decidirán la suerte de tales regulaciones, que entrarían en vigor en el curso de dos años implementando para los e-cigs las mismas reglas que ya se aplican para los cigarrillos tradicionales. En otras palabras: de ser aprobadas las propuestas de la FDA, los fabricantes no podrán vender "e-cigarettes" a menores de 18 ni distribuir muestras promocionales gratuitas. Además, tendrán que indicar los riesgos que comporta la inhalación de estos futuristas cigarrillos y detallar su composición, que por el momento es todo un misterio para el consumidor. Tampoco tendrán permitido seguir afirmando, como lo hacen actualmente, que sus cigarrillos son menos peligrosos para la salud que los cigarrillos tradicionales, a menos que esto sea demostrado científicamente. "Las regulaciones propuestas son un nuevo paso en nuestros esfuerzos para lograr que la próxima generación de estadounidenses sea libre de tabaco", dijo la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, en un comunicado. - Solución para adictos a la nicotina - Algunos e-cigs contienen nicotina, sobre todo para satisfacer a adictos al tabaco que no pueden fumar en un espacio público y apelan a la versión "e"; por lo que son usados a menudo como una ayuda por quienes quieren abandonar el hábito. No obstante, según un informe reciente de un grupo de legisladores demócratas, los fabricantes de e-cigs aprovechan un vacío legal para promover sus productos ante los jóvenes para volverlos adictos a la nicotina. Un estudio en diciembre del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) estimó que 10% de los estudiantes de secundaria habían probado e-cigarettes, que vienen en sabores como fresa y chocolate que apuntan al consumo de los chicos. El cigarrillo electrónico es un frasco diminuto que contiene una mezcla líquida con nicotina y gustos afrutados, que al ser calentada a baja temperatura a través de una pequeña resistencia electrónica, produce un vapor que es inhalado por el fumador. Normalmente, esta resistencia se carga a través de un cable USB. Los fabricantes de "e-cigarettes" aseguran que estos cigarrillos sin combustión son mucho menos peligrosos que los tradicionales, que producen monóxido de carbono y otras sustancias químicas cancerígenas. Por esto, suelen promocionarlos como un método para dejar de fumar tabaco, aunque no hay estudios concluyentes al respecto. El tabaquismo mata a 480.000 personas por año en Estados Unidos y sigue siendo la primera causa de muerte que es posible prevenir. - Los e-cigs en español - Esta industria, que representa mundialmente 2.000 millones de dólares (contra los 80.000 millones que significa el tabaco tradicional), es todo un boom en en España, aunque en Latinoamérica el mercado de los cigarrillos electrónicos aún es bastante tímido, En Argentina está prohibida la importación, distribución, comercialización y promoción del cigarrillo electrónico, porque "no existe evidencia suficiente para concluir que sean una ayuda eficaz para dejar de fumar" ni pruebas "que determinen que son seguros para el consumo humano", según la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Chile en cambio carece de regulación sobre los cigarrillos electrónicos, que de todos modos están lejos de ser allí un producto de uso masivo. Algo similar ocurre en Brasil, donde si bien son accesibles en los negocios, no han prendido como una moda. En tanto en Cuba, un país que se jacta de producir el mejor tabaco del mundo y donde prácticamente no existen restricciones para fumar en restoranes y bares, no están prohibidos, aunque tampoco están a la venta en el comercio local.