EEUU: más evidencias de sangre fría de ex agente

LOS ANGELES (AP) — No había duda. El hombre de pie ante Rick Heltebrake en un camino rural montañoso era Christopher Dorner.

Vestido de camuflaje de pies a cabeza y portando un chaleco antibalas cargado con municiones, el prófugo más buscado de Estados Unidos estaba a sólo unos pasos de distancia, después de salir de una arboleda cargando un enorme fusil de asalto.

Mientras los agentes que recorrían las montañas en busca del ex policía de Los Angeles se acercaban, Dorner le apuntó con el arma a Heltebrake y le ordenó salir de su camioneta.

"No quiero herirte. Comienza a andar y llévate a tu perro", le dijo Dorner el martes y emprendió la huida. Heltebrake, con su dálmata de tres años llamado Suni, llamó a la policía cuando escuchó momentos después una descarga de disparos. Después corrió a ocultarse detrás de un árbol.

Poco tiempo después, las autoridades dieron con el hombre que suponen era Dorner y rodearon una cabaña donde se había atrincherado después de robar el vehículo de Heltebrake en las montañas de San Bernardino, a unos 128 kilómetros (80 millas) al este de Los Angeles.

Fue ahí donde Dorner al parecer se refugió desde el 6 de febrero, cuatro días después de una cadena de ataques en la que murieron cuatro personas. Desde la cabaña, Dorner se enfrentó a la policía, en un tiroteo donde mató al agente Jeremiah MacKay e hirió a otro.

Un vehículo blindado del equipo táctico de la policía irrumpió en la cabaña y comenzó a derribarla. Entonces comenzó un incendio y más tarde se encontró un cadáver carbonizado, al parecer de Dorner.

John McMahon, jefe de la policía del condado San Bernardino, informó el miércoles que el incendio no fue a propósito. "No quemamos intencionalmente la cabaña para hacer que Dorner saliera", aseguró.

Sus agentes lanzaron gas lacrimógeno a la cabaña y ésta se incendió, explicó McMahon. El alguacil no confirmó que el gas lacrimógeno hubiera provocado el incendio, cuya causa se investiga.

Entre las ruinas de la cabaña incendiada se encontraron una cartera y artículos personales, incluida una licencia de conducir de California con el nombre de Christopher Dorner, dijo a The Associated Press un funcionario enterado de la investigación y que solicitó el anonimato porque la pesquisa está en marcha.

Las autoridades creen que los restos humanos corresponden al ex agente de Los Angeles, aunque no han sido identificados formalmente.

"Tenemos razones para creer que es él", dijo la portavoz del alguacil del condado de San Bernardino, Cynthia Bachman.

Andrew Neiman, teniente del Departamento de Policía de Los Angeles, dijo el miércoles que el departamento reanudó las operaciones normales de patrullaje.

Aproximadamente una decena de las más de 50 escoltas asignadas a familias amenazadas continúan emplazadas y permanecerán en su lugar hasta que los restos sean identificados positivamente.

Dorner, de 33 años, afirmó en un largo mensaje que colocó en Facebook que él esperaba morir en una confrontación violenta con la policía y, si se confirma que era él quien estaba en la cabaña, eso fue justo lo que sucedió.

El aparente final se produjo muy cerca de donde desapareció su pista hace seis días cuando su camioneta incendiada — con armas de fuego y equipo para acampar adentro — fue abandonada, con un eje descompuesto, en un sendero en el Bosque Nacional de San Bernardino, cerca del centro de esquí de Big Bear Lake.

Sin señales de él y pocas pistas, la policía había ofrecido una recompensa de un millón de dólares para llevarlo ante la justicia y poner fin a un "régimen de terror".

Pocas horas después de que la policía anunciara el martes que había recibido más de 1.000 avisos sobre pistas sin que realmente hubiera señales de Dorner, se enteraron de que un hombre que coincidía con su descripción había atado a dos personas en una cabaña en Big Bear Lake, les robó el vehículo y emprendió la huida. Las autoridades no facilitaron de inmediato más detalles sobre esas personas.

Jay Hylton, propietario de un negocio local, dijo a la televisora KABC-TV que esas personas eran sus parientes —mamá e hija que trabajaban como amas de llaves— y que no estaban lesionadas.

El periódico Los Angeles Times (http://lat.ms/XKkGt8) había informado que las mujeres sorprendieron a Dorner el martes. Este las ató y huyó en una Nissan púrpura. El diario dijo que una de las sirvientas logró liberarse y llamó al teléfono de emergencias.