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EEUU propina golpe a Estado Islámico en Siria, yihadistas continúan con ataques

WASHINGTON (Reuters) - Fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos mataron a un hombre identificado como un importante líder del Estado Islámico, dijeron funcionarios estadounidenses, mientras los yihadistas luchan por el control de la ciudad de Ramadi en Irak y de la antigua Palmira en Siria. La Casa Blanca dijo que el presidente Barack Obama ordenó el asalto nocturno en el que murió el hombre identificado como Abu Sayyaf, quien ayudaba a dirigir las actividades de petróleo, gas y de finanzas del Estado Islámico. Funcionarios estadounidenses dijeron que su esposa fue capturada en la incursión. Se trata de la primera operación conocida de fuerzas especiales estadounidenses dentro de Siria, al margen del frustrado intento secreto de rescatar el año pasado a varios rehenes de Estados Unidos y otras nacionalidades extranjeras retenidos por el Estado Islámico. Estados Unidos lidera una coalición que libra una campaña militar para hacer retroceder al grupo yihadista, que declaró un califato en Siria e Irak. En Ramadi, ataques aéreos liderados por Estados Unidos obligaron al Estado Islámico a retirarse de un edificio del Gobierno sobre el que flameaba el viernes la bandera negra del grupo, dijeron el alcalde y un líder tribal. Si cae, Ramadi sería la primera gran ciudad bajo control del Estado Islámico desde que el año pasado comenzó una campaña de las fuerzas de seguridad iraquíes y grupos paramilitares por hacer retroceder a los islamistas. En Siria se reportaron feroces enfrentamientos entre el Ejército y milicianos del Estado Islámico cerca de la antigua ciudadela de Palmira. El ataque generó temores de que el lugar, Patrimonio de la Humanidad, pueda enfrentar el mismo destino que los monumentos iraquíes destruidos por los islamistas. Un grupo que observa el conflicto dijo que el grupo había capturado zonas del norte de la ciudad, también conocida como Tadmur. Si bien Washington está trabajando estrechamente con Irak en la lucha contra el Estado Islámico, ha rechazado la idea de cooperar con el presidente sirio, Bashar al-Assad, ya que sostiene que ha perdido legitimidad y debe dejar el poder. Estados Unidos dijo que no advirtió por anticipado a Assad ni se coordinó con Damasco para realizar la incursión de las fuerzas especiales. La operación, realizada por personal estadounidense destinado en Irak, tenía como objetivo una zona llamada al-Amr en el este de Siria, un bastión del Estado Islámico que comunica los territorios que el grupo controla en Siria e Irak. "Durante el curso de la operación, Abu Sayyaf fue asesinado al encontrarse con las fuerzas estadounidenses", dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Bernadette Meehan. La operación se realizó "con el pleno consentimiento de las autoridades iraquíes" y es "compatible con el derecho nacional e internacional", añadió. Un funcionario estadounidense dijo que Sayyaf era tunecino. No hubo comentarios de Damasco de inmediato. Assad dijo en febrero que había sido informado sobre ataques aéreos liderados por Estados Unidos contra el Estado Islámico en Siria a través de terceros, incluido Irak, país con el que su Gobierno tiene lazos estrechos. Un funcionario estadounidense dijo que cerca de una decena de combatientes murieron durante la incursión nocturna, que pareció marcar un giro respecto a la dependencia de ataques aéreos para enfrentar al Estado Islámico en Siria. La televisión estatal siria atribuyó inicialmente la incursión al Ejército sirio, informando que había dejado a 40 milicianos del Estado Islámico muertos, además del "ministro de petróleo" del grupo, al que identificó con un nombre diferente. El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, una organización con sede en Reino Unido que sigue el conflicto, dijo que al menos 19 miembros del Estado Islámico murieron en un ataque aéreo en el área, que sostuvo fue realizado por fuerzas estadounidenses antes de la operación terrestre. Doce de los muertos no eran sirios, agregó.