EEUU: Acusan a 9 por impedir el acceso a clínica de abortos

WASHINGTON (AP) — Nueve personas fueron acusadas de delitos federales contra los derechos civiles por viajar a la capital de Estados Unidos e impedir el acceso a un centro de salud reproductiva y transmitirlo por Facebook, informaron el miércoles fiscales federales.

Los cargos incluyen violaciones a una ley federal conocida como Ley de Libertad de Acceso a las Entradas de las Clínicas, también conocida como Ley FACE (por sus siglas en inglés), la cual prohíbe que se obstruya la entrada o se amenace con el uso de fuerza o se interfiera con el proceso de una persona que busque servicios de salud reproductiva. La ley también prohíbe dañar la propiedad de las clínicas de aborto y de otros centros de salud reproductiva.

Las nueve personas —Lauren Handy, de 28 años, y Jonathan Darnel, de 40, ambos de Virginia; Jay Smith, de 32 años, John Hinshaw, de 67, y William Goodman, de 52, oriundos de Nueva York; Joan Bell, de 73 años, de Nueva Jersey; Paulette Harlow, de 73 años, Jean Marshall, de 72 y procedente de Massachusetts, y Heather Idoni, de 61 y de Michigan— también enfrentan un cargo de asociación delictuosa contra los derechos.

Los fiscales argumentaron que el grupo “participó en una conspiración para bloquear la entrada de una clínica de salud reproductiva”. Los documentos entregados a la corte no mostraron cómo se conocieron.

En documentos entregados a la corte, los fiscales señalaron que Handy llamó a la clínica fingiendo ser una posible paciente y agendó una cita. Una vez allí, el 22 de octubre de 2020, Darnel empezó a transmitir en vivo en Facebook mientras el resto del grupo se formaba afuera de la clínica, señala el acta de acusación.

Cuando un empleado de la clínica abrió la puerta para que ingresaran los pacientes, ocho de los sospechosos se metieron y empezaron a bloquear las puertas, mientras cinco de ellos se encadenaron a unas sillas para impedir el acceso a la zona de tratamiento, de acuerdo con los documentos. Otros bloquearon la entrada de empleados para evitar que otros pacientes ingresaran a la clínica, y otro sospechoso impidió que la gente ingresara de la sala de espera, según los documentos.