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EE.UU.: el regreso de Trump a la Casa Blanca genera caos en Washington

WASHINGTON.- Donald Trump tuvo un regreso a su vida habitual con su sello: tuiteó, y los mercados se desplomaron. En franca mejoría tras haber permanecido el fin de semana en un hospital con coronavirus, el presidente volvió a minimizar el riesgo del virus, comenzó a preparar su retorno a la campaña, anticipó que planea ir al próximo debate con su rival demócrata, Joe Biden, y pateó el tablero al cancelar con un mensaje en Twitter las negociaciones con los demócratas para cerrar un nuevo paquete de estímulo fiscal para morigerar el golpe de la pandemia a la economía. Apenas publicó la noticia, Wall Street se hundió.

Coronavirus. Para su equipo de campaña la infección era una oportunidad: Trump se ocupó de dinamitarla

Con su enfermedad aparentemente en el pasado, Trump y su equipo buscaron reescribir el guion de la pandemia y la campaña presidencial para aprovechar su enfermedad y pronta recuperación a su favor. Sus voceros hablaron de él como un "sobreviviente" que ahora tiene un conocimiento de primera mano de la crisis de salud, y Trump insistió en ningunear el virus, al volver a compararlo con la gripe -Twitter censuró un mensaje- y decirle a la gente que viva sin miedo y no deje que domine sus vidas.

"¡Me siento realmente bien! De hecho, me siento mejor que hace 20 años", dijo Trump en un correo electrónico enviado por su campaña a sus seguidores. "Te digo: no tengas miedo del Covid. ¡No dejes que domine tu vida! Este es el país más grande del mundo y, bajo la Administración Trump, hemos desarrollado medicamentos y conocimientos realmente excelentes. ¡VENCEREMOS ESTO, JUNTOS!", agregó el correo presidencial.

Los partidarios del presidente dijeron que su nuevo mensaje proyectaba resiliencia y optimismo, pero sus críticos advirtieron que podía provocar más contagios justo cuando Estados Unidos empieza a atestiguar un nuevo repunte en los casos de Covid-19 en el inicio del otoño boreal. Trump se sacó además el barbijo al regresar el lunes por la noche a la Casa Blanca para posar ante las cámaras desde el balcón que da al jardín sur de la residencia oficial y proyectar una imagen de fortaleza.

Su primer día en la residencia oficial llevó el sello de su presidencia con un estrepitoso anuncio: Trump dijo en Twitter que le había ordenado a sus colaboradores que suspendieran las negociaciones con los demócratas en el Congreso para cerrar un nuevo paquete de estímulo fiscal que ayude a la economía a capear la pandemia. El mandatario dijo que había hecho una "generosa oferta" a los demócratas para aprobar un plan de 1,6 billones de dólares, pero la oposición había exigido 2,4 billones.

El quiebre de las negociaciones tiñó de rojo a los monitores de los operadores en Wall Street. Los índices bursátiles se derrumbaron apenas se conoció la noticia, que puede echar por tierra la recuperación de la economía. El índice Dow Jones perdió un 1,34%, y el más abarcativo S&P 500 retrocedió un 1,40 por ciento. Trump acusó a la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, de "no negociar de buena fe", y Pelosi dijo que la Casa Blanca era un caos.

"He instruido a mis representantes a que paren las negociaciones hasta después de la elección, cuando, inmediatamente después de que gane, pasaremos una gran Ley de Estímulo enfocada en los trabajadores y las pequeñas empresas", dijo Trump.

Dura respuesta

Pelosi respondió con dureza en un comunicado. "Una vez más, el presidente Trump mostró la hilacha: ponerse primero a expensas del país, con la total complicidad de los legisladores republicanos", dijo la presidenta de la Cámara de Representantes.

La nueva pelea en el Capitolio terminó de sepultar uno de los pocos consensos que habían conseguido republicanos y demócratas en Washington: apurar un histórico paquete de ayuda fiscal para acolchonar a la economía y prevenir un daño catastrófico por la pandemia del coronavirus. Las negociaciones, que se han extendido por semanas, se cayeron porque los republicanos acusaron a los demócratas de querer usar la crisis para conseguir financiamiento para algunas de sus causas políticas, mientras que los demócratas acusaron a los republicanos que negar financiamiento para salud, educación y los trabajadores.

"Claramente, la Casa Blanca está en completo caos", dijo Pelosi.

La ola de contagios de coronavirus en el gobierno trumpista creció, y llegó a la cúpula de las Fuerzas Armadas. Otro asistente de la vocera presidencial, Kayleigh McEnany, dio positivo, y los jefes del Estado Mayor Conjunto debieron ingresar en cuarentena luego de que también diera positivo al test del coronavirus el vicecomandante de la Guardia Costera, Charles Wray. "No hay cambios en la preparación operativa o la capacidad de misión de las Fuerzas Armadas", debió aclarar el vocero del Pentágono, Jonathan Hoffman.