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Educación. Alumnos de séptimo grado de cuarenta escuelas de la ciudad retomaron las clases presenciales

Los alumnos de séptimo grado de la escuela primaria N° 7, Niñas de Ayohuma, en Parque Chacabuco, empezaron a llegar alrededor de las 9 con él guardapolvo blanco, impoluto. Luego de más de siete meses sin clases, los chicos ingresaron y se sentaron en uno de los nueve pupitres de la burbuja, espacio dispuesto para que los alumnos estén sentados a dos metros de distancia uno del otro. Los próximos en volver a la presencialidad, según la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, serán los chicos que estén terminando el preescolar y los terciarios para adultos.

Hoy, en la ciudad volvieron a las clases los alumnos del séptimo grado de 20 escuelas públicas y 20 privadas. Desde el gobierno porteño estiman que abrirán esa cantidad de escuelas públicas por día en las jornadas venideras. En total, empezaron a revincularse los alumnos de 190 escuelas públicas, si se tiene en cuenta que la semana pasada regresaron a las aulas los alumnos del último año del secundario de las escuelas medias y técnicas.

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Hasta el viernes pasado, según fuentes del ministerio de Educación de la Ciudad, se habilitaron 202 escuelas primarias y 152 secundarias de gestión privada. Algunas ya retomaron las clases presenciales, mientras que otras regresarán a la presencialidad cuando lo dispongan las autoridades de esas instituciones.

"Tenía muchas ganas de volver. Me aburrí mucho en casa y quería reencontrarme con mis compañeros. Hoy hicimos algo de matemática, que es la materia que más cuesta. La verdad que estoy muy contento, se extrañaba mucho la escuela", dijo Arnold Benítez, de 12 años, alumno de la escuela, cuando terminó la clase que duró cuatro horas. En esta escuela habrá siete turnos o burbujas para revincular a los 107 alumnos de séptimo.

Mónica Almada es la directora de la escuela hace ocho años. Relataba a LA NACION que los alumnos les pedían hace tiempo de volver a las aulas porque estaban "deprimidos, angustiados y se sentían solos".

Según dijo, sus alumnos, en gran parte, son económicamente vulnerables y si no tienen clases en la escuela suelen pasar mucho tiempo en la calle. "Tuvimos que reinventarnos, renovarnos y capacitarnos. Aprendimos muchas cosas en estos meses vinculadas a la virtualidad que tenían que aprender en algún momento, son necesarias. Nuestra prioridad era que los chicos no se perdieran, que estuvieran conectados, pero fue difícil. Además, en marzo ya estábamos luchando contra el dengue y luego nos agarró esto", señaló.

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Almada describió a estos meses como un tiempo de trabajo arduo y difícil, en donde los propios docentes han puesto dinero de sus bolsillos para ayudar a los padres para comprar alimentos.

"Tengo un plantel de 100 docentes que han hecho de todo para sostener la situación. Hoy estamos felices de volver, no tenemos temor, los chicos tienen que estar en las aulas, no se les puede quitar la posibilidad de tener un futuro", agregó la directora.

Cada escuela tiene la libertad de armar su estrategia, pero creemos que sería bueno arrancar hablando sobre lo que pasó estos mesesSoledad Acuña, ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires

Román Quizbert, de 13 años, fue otro de los alumnos que hoy retomaron regresaron a la escuela: "Yo prefiero venir a la escuela que estar en casa, a veces era muy difícil hacer la tarea y concentrarse fuera del aula, sobre todo después de tantos meses. Así que hoy estoy muy contento. Vimos algunos ejercicios de matemática, que es la materia que más me gusta. Contrario a lo que les pasa a todos, a mí la que más me cuesta es lengua".

La ministra Acuña, que estuvo presente a la mañana mientras izaban la bandera argentina en el patio del colegio, señaló que les sugirieron a todas las escuelas que la primera actividad estuviera enfocada en poner en palabras todo lo vivido estos meses, como también describir las sensaciones y expectativas para lo poco que queda del año.

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"Cada escuela tiene la libertad de armar su estrategia, pero creemos que sería bueno arrancar hablando sobre lo que pasó estos meses. Los que vinieron hoy son chicos que tuvieron más dificultades en el aprendizaje de los temas que se dictaron desde marzo hasta acá. De todos modos, estos serán espacios de revinculación, donde también se repasarán temas que se dictaron en las clases", dijo Acuña.

Los alumnos, según la funcionaria, asistirán a la escuela dos veces por semana durante cuatro horas. Esperan que los próximos en retomar sean los chicos que están terminando el preescolar, en línea con la intención de que todos aquellos que estén terminando una etapa escolar la finalicen dentro del colegio. En este sentido, los adultos que estén terminando sus estudios también, esperan, podrán retomar cierta presencialidad. Estiman que esto sucederá el mes que viene y aspiran a que todos los otros grados puedan tener algún encuentro presencial antes de que finalice el año.

Luego, vendrá la escuela de verano para aquellos que no pudieron demostrar que aprendieron los contenidos necesarios. "Son oportunidades para que puedan aprender lo que no quedó claro durante el año. Esta escuela de verano será en enero y el año que viene es posible que adelantemos el calendario", concluyó la ministra.

Por su parte, Felipe Miguel, jefe de gabinete porteño, que también se encontraba en la escuela, destacó que este no fue un regreso a clases, sino una instancia de apoyo presencial que complementa la virtualidad. "Esto es importante para los estudiantes que terminan un ciclo porque pueden reencontrarse con sus compañeros y docentes en este momento de transición", dijo el funcionario.

Alejandra Mizrahi es directora general del colegio privado Beth, en Palermo. En su caso, los alumnos de séptimo grado retomarán mañana las clases. Para ello, prepararon cinco burbujas para nueve alumnos que funcionarán en simultáneo. Cada burbuja o grupo de alumnos tendrá asignado un baño para varones y otro para mujeres, y habrá un recorrido único por el cual van a entrar y salir de la institución. Los alumnos irán al colegio de manera presencial dos veces por semana.

"Estamos contentos y expectantes. Pasaron muchas cosas este año. Los maestros están con ganas de ver a los chicos. Ya les tienen preparadas varias actividades. Nos vamos a enfocar, sobre todo, en las cuestiones socioafectivas, las materias seguirán dictándose a través de clases virtuales", dijo Mizrahi.