Edomex: expriista y exfuncionario buscan ser candidatos independientes; otros aspirantes acusan que esa figura es “simulación”

FOTOS: Redes sociales de los aspirantes
FOTOS: Redes sociales de los aspirantes

Políticos provenientes del PRI o exfuncionarios del gobierno estatal figuran entre los aspirantes a una candidatura independiente por la gubernatura del Estado de México y son los únicos que tienen posibilidades reales de aparecer en las boletas del próximo 4 de junio, afirma otro aspirante, a unos días de que se cumpla la fecha límite para conseguir firmas de apoyo ciudadano.

Con pasado y familia priista

El 2 de febrero, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó que José Adolfo Murat Macías se convirtiera en el quinto aspirante a candidato sin partido político a gobernador en la entidad.

El tribunal resolvió que, pese a que Murat Macías compitió con MC a la alcaldía de Naucalpan en 2021, no aplicaba la prohibición que existe de que un candidato partidista busque una candidatura independiente en un proceso electoral inmediato, ya que lo hizo como un candidato externo.

Antes de su candidatura con MC, Murat Macías fue diputado federal por el PRI en 2003, cuando suplió a Alfredo del Mazo González, exgobernador del Estado de México y padre del actual gobernador, Alfredo del Mazo Maza. Murat Macías es también primo y sobrino, respectivamente, de los exgobernadores de Oaxaca Alejandro Murat Hinojosa y José Murat Casab.

Recién fue notificado de que podía participar en la búsqueda de su candidatura, Murat Macías, también esposo de exlegisladora del PRI Azul Etcheverry, dijo en una entrevista televisiva que cuenta con trabajo de asociaciones civiles y actores políticos que le proveen una estructura de 16 mil voluntarios que le ayudarán a conseguir las 370 mil 960 firmas necesarias en 45 días —8 mil 376 cada día—, a diferencia de otros aspirantes que han tenido 60 días para hacerlo.

De funcionario a antipriista

Además de Murat Macías, otro aspirante independiente es Jesús Iván Pinto Medina, excolaborador del actual gobernador. En Banobras, Pinto Medina fue apoderado y gerente de bienes concesionados.

En el gobierno de Del Mazo, ocupó varios puestos: coordinador administrativo del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), titular de la Subsecretaría de Tesorería y director del Instituto de Información e Investigación Geográfica, Estadística y Catastral del Estado (Igecem).

Pinto Medina se sabe alguien a quien se le identifica cercano al actual gobernador. Por ello, en su cuenta de Twitter, asegura que cuando obtenga el registro como candidato independiente hablará “fuerte y con todo”.

Se trata, sin embargo, de una cuenta que revivió apenas en noviembre, con el reciente proceso electoral, y que hasta antes era una extensión de los mensajes del secretario de Finanzas y del propio gobernador.

Otra aspirante es Ana Elena Medina Pacheco, quien fue consejera electoral en el municipio de Nextlalpan. Sin amplia actividad pública, esta aspirante apenas creó una cuenta de Twitter en enero pasado, en la que tiene un solo seguidor.

“Es una burla”

Abelardo Gorostieta es otro aspirante independiente. Es la tercera vez que lo hace desde que se estableció esta figura electoral en el Estado de México.

El médico cirujano de profesión contendió por la alcaldía de Toluca por la vía independiente en 2018 y en 2017 lo hizo por la gubernatura. Hoy lo intenta de nuevo, aunque sin mucha esperanza de éxito.

“Es una burla, una simulación”, afirma. Está convencido de que, tal como está, la figura de las candidaturas independientes deja fuera a personas que no cuenten con una estructura partidista o clientelar. 

“De los mismos que hoy estamos, lo digo tajante: yo soy de los que cree que no va a pasar ningún candidato ciudadano independiente. Al menos que pase el amigo de Alfredo del Mazo, que es (Jesús Iván) Pinto, o el primo de Murat. Porque son los dos únicos que pueden pasar por obvias razones, uno porque es allegado al gobierno en turno y otro porque es allegado a un gobernador”, dice.

De las otras dos aspirantes, María del Rosario Mendoza Gómez y Ana Elena Medina Pacheco, Gorostiera confía en que tengan un perfil más parecido al de él, de ciudadanas sin nexos partidistas, aunque duda que alcancen su objetivo. 

“Es triste pero yo creo que se debe de cambiar la figura de independiente, porque de esta forma como la pintan no se puede”.

Camino cuesta arriba

Las personas que aspiran a una candidatura independiente en el Estado de México solo pueden echar mano de recursos privados que no sean de empresas o personas morales, y no deben rebasar el 10% del tope de gasto de campaña, alrededor de 28 millones de pesos.

Esta norma, señala Gorostieta, es en sí misma una contradicción. Advierte que es difícil que alguien quiera dar dinero para que otra persona intente una candidatura independiente sin buscar una retribución posterior.

“Es incongruente e ilógico. ¿Tú me darías 2 millones de pesos solamente de cuates? ¿Por amor a la patria?”, cuestiona.

Según cálculos del aspirante, para conseguir personas con teléfonos y viáticos para que recopilen las firmas de manera digital como marca el Instituto Electoral, él se gastaría unos 8 millones de pesos.

“Quiero ver que a una persona se le dé el trabajo de dos meses para conseguir el apoyo ciudadano gratis, algo tienen que comer”.

El empresario restaurantero con estudios en Ciencia Política y Administración Pública explica la forma en que como aspirantes deben conseguir las más de 370 mil firmas de apoyo ciudadano a través de un teléfono celular: se tiene que bajar la aplicación del INE, después se tiene que sacar la foto de la credencial de elector por ambos lados, sacarse una selfie, firmarla y enviarla.

“Todo esto te lleva un promedio de 10 a 15 minutos para personas que no conocen estás herramientas. Realmente no van a gastar también sus datos para poder beneficiar a una persona para lograr el apoyo ciudadano. Todo esto nos lleva a que es imposible lograr el apoyo ciudadano de 64 municipios con al menos el 1.5% de la lista nominal”.

Califica de incongruente que los aspirantes puedan gastar de recursos privados más de lo que van a ganar en su salario durante seis años, lo que de forma implícita les abre la puerta a comprometerse y ganar de forma ilícita más allá de su sueldo.

“Sabemos que un gobernador máximo puede ganar 11 millones de pesos con su sueldo en 6 años, y si gana más y gasta más de lo que va a ganar significa que va a tomar lo indebido”.

Gorostieta afirma que su intención, más allá de aparecer en las boletas, es generar un trabajo de conciencia política de largo plazo.

“Es un proyecto de despertar de conciencia en el aspecto político, ya que, de acuerdo con la historia y de acuerdo con el nivel sociocultural del pueblo, es el nivel de sus gobernantes. Es para que el mensaje se escuche y pueda llegar a la ciudadanía, para que no solamente participen los dueños de los partidos políticos y los afiliados y algunos ciudadanos que sacan raja política del mismo gobierno. Necesitamos gente que vea esto como un trabajo y no gente que venga a hacerse millonaria”.

La fecha límite para la entrega de las firmas de apoyo ciudadano de los aspirantes a candidatos a la gubernatura es el 12 de febrero, el mismo día en que terminan las precampañas de las representantes de las coaliciones partidistas que han recorrido el territorio mexiquense difundiendo su imagen, Delfina Gómez por Morena, PT y Partido Verde, y Alejandra del Moral, por PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza.

Esta es la segunda ocasión en que los ciudadanos compiten por una candidatura independiente en el Estado de México. 

La primera ocurrió en la elección de 2017, en la que 15 personas presentaron sus Escritos de Manifestación de Intención, el Instituto Electoral aprobó los escritos de ocho y solo una de ellas apareció en las boletas: Teresa Castell, representante del Consejo Coordinador Empresarial y cercana a gobernadores priistas.

Otros de los aspirantes fueron Isidro Pastro, exdirigente del PRI en el Edomex, y Guillermo Eduardo Antonio Ortiz Solalinde, consejero político del PRI y secretario de Salud en el gobierno de Arturo Montiel.

La participación de Castell fue cuestionada durante el proceso electoral por su cercanía con políticos priistas, con quienes apareció en distintas fotografías. Los señalamientos de que su candidatura fue impulsada para debilitar a Delfina Gómez se acrecentaron en el segundo debate, cuando dirigió sus ataques principalmente contra la ahora precandidata de Morena. La independencia de Castell terminó en las elecciones federales de 2021, cuando se convirtió en diputada federal por el PAN.