Los Eagles destronan a picotazos a los Chiefs y se proclaman campeones en el Super Bowl

Los Eagles de Filadelfia destronaron a picotazos la dinastía de los Chiefs de Kansas City y los aplastaron 40-22, la noche del domingo en el Caesars Superdome en Nueva Orleans para adueñarse del Super Bowl LIX.

Nadie se hubiera imaginado una barrida tan espectacular como la que propinaron los Eagles a los Chiefs.

Derribaron seis veces al quarterback Patrick Mahomes, lo interceptaron dos veces y forzaron un fumble.

De esta manera, Filadelfia impidió que los Chiefs se convirtieran en el primer equipo en la historia de la NFL en conquistar tres coronas de manera consecutiva.

Para los Eagles este es su segundo título de la liga pues alcanzaron el primero en 2018 y cobran revancha del revés ante este mismo rival (38-35) en el Super Bowl LVII del 2023.

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De todos modos, Kansas City puede sentirse orgulloso del entrenador Andy Reid y de Mahomes pues permitieron que su equipo llegara a cinco de las seis últimas ediciones del juego máximo de la NFL.

Eso no lo había logrado nadie.

Jalen Hurts tuvo un partido fantástico. Completó 17 de 22 pases para 221 yardas y dos touchdowns, con una intercepción. Y además por tierra anotó un touchdown y ganó 72 yardas.

Fue designado el Jugador Más Valioso del Super Bowl.

Por su parte, Mahomes completó 21 de 32 pases para 257 yardas y tres touchdown, con dos intercepciones.

El tight end Travis Kelce solo consiguió 39 yardas.

Los Eagles golpearon primero. Hubo dos errores arbitrales al inicio de la batalla que perjudicaron a cada uno de los equipos, pero fue como una especie de compensación. Y Filadelfia fue el que mejor aprovechó la situación.

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Tras un pase largo de Hurts, por interferencia a los Chiefs, los Eagles continuaron su ataque hasta llegar a la primera yarda y desde ahí empujaron hasta anotar por obra de su quarterback cuando se jugaban 8:42 minutos de iniciado el partido.

Los Eagles siguieron martillando muy fuerte. Gracias a ello, el kicker Jake Elliot aumentó la cuenta 10-0 con un gol de campo de 48 yardas cuando se jugaban 6:28 minutos del segundo cuarto.

El golpe más duro se produjo, sin embargo, cuando Cooper DeJean interceptó el ovoide a Mahomes y lo retornó 38 yardas para touchdown, cuando se jugaban 7:44 minutos del segundo periodo y estiró la ventaja 17-0 para Filadelfa.

Mahomes en apuros por derribos

En ese mismo drive, en las dos acciones anteriores, la defensiva de los Eagles había derribado dos veces consecutivas a Mahomes.

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Luego de la anotación de Filadelfia y cuando volvió el ovoide al quarterback de Kansas City nuevamente lo tumbaron y en esta oportunidad Mahomes parecía renguear de la pierna izquierda, lo que le restaba movilidad.

A falta de 1:50 minutos para terminar el segundo cuarto, Zack Baun interceptó a Mahomes en la yarda nueve de los Chiefs.

Hurt capitalizó esa gran acción de su compañero y con un pase de 12 yardas a A.J. Brown puso la cuenta 24-0 a favor de los Eagles para irse al descanso.

Fue la mayor ventaja en el medio tiempo en la historia del Super Bowl y revelaba también la pobre actuación del campeón reinante del juego estelar de la NFL.

En la primera mitad del Super Bowl, Mahomes había sido derribado tres veces e interceptado en dos oportunidades; la ofensiva de Kansas City había producido solo 23 yardas en total, de las cuales solo tres por tierra. Con esas cifras no iban a ninguna parte.

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La defensiva de los Chiefs, sin embargo, no había estado mal.

Había limitado a 31 yardas en la primera mitad al astro de los Eagles Saquon Barkley, quien en la temporada regular había conseguido 2,005 yardas.

Hurts, por su parte, había producido 123 yardas. La diferencia fue que la línea ofensiva de Kansas City no pudo proteger a Mahomes.

Barkley terminó con 57 yardas por tierra y 40 por aire.

Al reanudarse el partido, Mahomes fue derribado dos veces seguidas y se mantenía la tendencia de la primera mitad, con lo cual las esperanzas de Kansas City no eran muchas para voltear un partido que se le iba escapando de las manos.

Para mantenerse en la lucha, los Chiefs eran quienes estaban obligados a anotar.

Los Eagles imparables hasta el final

Ocurrió lo contrario. Elliot aumentó la cuenta con un field goal de 29 yardas, a los 9:38 minutos del tercer periodo, para alargar la diferencia 27-0 y con ello parecía que habían colocado el último clavo en el ataúd de Kansas City.

La cereza del pastel llegó a 2:47 minutos para terminar el tercer cuarto. Hurts dio un pase de 46 yardas a DeVonta Smith para touchdown y la cuenta 34-0 era irremontable.

Recién 34 minutos antes de ir al cuarto periodo, Kansas City pudo anotar un touchdown luego de un pase de 24 yardas de Mahomes a Xavier Worthy.

Luego, los Chiefs fallaron en la conversión de dos puntos y la pizarra quedó 34-6.

Desde 48 yardas, Elliot aumentó la cuenta 37-6 con un gol de campo a los 5:04 minutos del cuarto periodo. Pese a que la victoria estaba virtualmente asegurada, los Eagles no querían darle ninguna oportunidad a los Chiefs para que reaccionaran y por el contrario continuaron martillando y anotando.

El mismo Elliot anotó desde 50 yardas, con 8:05 minutos en el reloj para subir la pizarra 40-6.

Como si fuera para limpiar el honor, Mahomes cerró con gran dignidad: pasó a DeAndre Hopkins para un touchdown de siete yardas y luego dio un servicio a Justin Watson para la conversión y poner la cuenta 40-14.

Acto seguido, con 1:56 minutos en el reloj, dio un pase de 50 yardas a Worthy para touchdown y luego con la conversión a Hopkins selló la pizarra 40-22.