Drama en el Mediterráneo: la odisea de más de 350 migrantes

Después de 11 días de espera, los 353 migrantes y refugiados a bordo del Sea Watch 4, algunos con heridas provocadas tras ser torturados en su país de origen y quemaduras químicas causadas por la exposición a combustible mezclado con agua salada, finalmente recibieron buenas noticias. Las autoridades italianas autorizaron el permiso para su desembarco en Palermo, Sicilia.

El desembarco, sin embargo, no será inmediato, ya que las personas trasladadas deberán pasar una cuarentena a bordo de otro barco para evitar la propagación del coronavirus una vez que pisen tierra firme.

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La ONG Sea Watch, que trabaja en conjunto con Médicos Sin Fronteras (MSF), se había puesto en contacto con Italia y Malta en busca de un puerto seguro.

"La situación en el mar es terrible. En los últimos 11 días, hemos sido testigos de cómo los estados europeos están condenando a las personas a ahogarse y bloqueando las acciones para salvarlas. Casi 400 personas han muerto en el mar Mediterráneo central en 2020. Es difícil entender cómo se puede permitir que esto suceda. Pero se hace", dijo en una entrevista Hassiba Hadj-Sahraoui, la responsable de Asuntos Humanitarios de MSF.

El fin de semana pasado, el Sea Watch 4 se hizo cargo de unas 150 personas provenientes de Libia, que viajaban en el Louise Michel, el barco patrocinado por el artista Banksy, bautizado con ese nombre por la educadora, poeta y escritora anarquista francesa

"Mucha gente está muy traumatizada. Las personas trasladadas del Louise Michel han sido testigos de cómo cuatro personas se ahogaban. Solo se recuperó un cuerpo; los demás, como tantos miles antes, se perdieron en las olas", agregó.

"Los 152 supervivientes restantes que subieron a bordo del Sea-Watch 4, se encuentran débiles, mareados y deshidratados. Están física y mentalmente agotados por haber pasado varios días en el mar, en botes de goma, y luego en el pequeño barco de rescate rápido. Médicos Sin Fronteras trató a las personas con lastimaduras y heridas traumáticas. También los médicos a bordo brindaron consultas médicas a pacientes que manifestaron marcas de torturas recibidas en Libia. Las condiciones generales de salud de las personas rescatadas más recientemente son estables, pero con signos de mucho estrés", dijo, por su lado, Bárbara Deck, coordinadora médica de Médicos Sin Fronteras a bordo del Sea-Watch 4, según compartió a LA NACION el organismo.

El Ministerio del Interior italiano estima que unos 19.400 migrantes han llegado este año a Italia, casi cuatro veces más que en el mismo periodo de 2019. Las autoridades de las islas en primera línea han reclamado más ayuda ante la creciente saturación de los centros de acogida.

"Todos los estados de la UE comparten la responsabilidad. Los que miran para otro lado tampoco están ayudando a Italia y Malta, que están a la vanguardia. Italia, por ejemplo, se ha quedado prácticamente sola al responder a los cientos de migrantes, refugiados y solicitantes de asilo que han llegado solos al puerto de Lampedusa en los últimos meses", explicó la responsable de Asuntos Humanitarios de MSF.

Cinco años después de la crisis migratoria de 2015, cientos de personas siguen muriendo en el Mediterráneo. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que 554 migrantes han muerto en lo que va de año.

El número de fallecidos para 2020 es mucho más bajo que la cifra comparable de hace cinco años: se cree que 3030 personas murieron entre enero y agosto de 2015. Pero todavía más de dos personas se ahogan cada día en el Mediterráneo mientras intentan llegar a Europa.