El dramático relato de una jueza que esperó 12 horas una cama para internarse por coronavirus
María Jimena Monsalve, jueza Nacional de Ejecución Penal de la ciudad de Buenos Aires, publicó un mensaje desesperado en la noche del jueves en el que denunció que, tras dar positivo de coronavirus, estuvo “sentada en una silla, destruida” desde las 15 horas hasta la madrugada, esperando conseguir una cama en un sanatorio de CABA. Después de soportar momentos de angustia durante todo el día, y mientras el pico de casos de la segunda ola por Covid-19 sigue trepando, finalmente fue ingresada a una habitación alrededor de las tres de la mañana.
“Estoy ingresada en un sanatorio con Covid. No hay cama. Desde las 15 horas no me derivan. Sentada en una silla, destruida. Hace 30 años aporto. Contagio por hijo escolar. Soy asmática y me cuidé como pocos. Nadie dice esto en los medios“, escribió la jueza ayer, cerca de las 22.
“Expliquen Horacio Rodríguez Larreta o Alberto Fernández, con todo respeto, por qué llegamos a esto. Me rompo el alma cada día por asegurar el derecho a la salud de mis detenidos y no puedo recibir la atención que necesito y merezco, cuando el cuerpo no da para más”, agregó Monsalve, quien además preside la Asociación Argentina de la Justicia de Ejecución Penal (AAJEP) y la Secretaría de la Asociación Argentina de Justicia Terapéutica (AAJT).
“Sabemos lo que cuesta que atiendan a quienes deben asegurar su derecho. La situación en CABA es esta, aquí y ahora. Todos conocen mi mesura. Pero no puedo más. Esta es la realidad”, le respondió después a una usuaria que le deseó pronta recuperación.
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Cerca de las tres de la madrugada consiguió una cama en un sanatorio del que omitió proporcionar el nombre. “Ahora sí, acostada en una cama. No importa el color político, esto es vida o muerte. Ahogarte o respirar. Volver a ver a tus hijos. Hoy la comunicación en red y los que me conocen transparente y justiciera me ayudaron y confié en cada uno. Conciencia, por favor”, escribió la jueza.
Y finalizó su relato: “Ah, y despierta, porque me dieron un vagón de remedios, entre ellos corticoides, que me dan insomnio”.