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Dos monjas italianas se enamoran y dejan los hábitos para casarse entre ellas

El amor es ciego y puede aparecer en los lugares más insospechados. Incluso en un convento. Eso es lo que ha ocurrido en Italia, donde dos monjas han dejado los hábitos para casarse. Isabel y Federica, que hasta este año eran hermanas por la gracia de Dios, han decidido pasar por el altar.

Pero esta decisión no implica darle la espalda a su religión. Federica, de 44 años y licenciada en Filosofía, asegura en declaraciones recogidas por los medios del país transalpino que “Salimos del convento, pero no dejamos la Iglesia ni olvidamos la fe. Dios quiere personas felices, que vivan el amor a la luz del sol”. Según informa el diario La Stampa, las dos tuvieron que realizar los trámites para abandonar sus correspondientes órdenes en el Vaticano.

(Flickr [CO]2)

La pareja se conoció hace tres años durante un viaje pastoral. Y allí, entre rezos y oraciones, saltó la chispa del amor. Tras mantener una relación de amistad, decidieron que se necesitaban la una a la otra más de la cuenta, y abandonaron su celibato. La boda se va a celebrar este próximo jueves en un pequeño pueblo de Turín llamado Pinerolo, y va a ser todo un acontecimiento, ya que en él nunca antes se había celebrado una boda entre personas del mismo sexo.

Además, la boda tendrá una doble celebración. Primero, la civil, que será oficiada por el alcalde de la localidad, y más tarde habrá un enlace religioso que dirigirá Franco Barbero, un exsacerdote excomulgado por apoyar los matrimonios homosexuales.

Barbero confiesa que las hermanas fueron criticadas en sus correspondientes conventos, pero también revela que fueron apoyadas por muchas de sus compañeras, que las animaron a seguir el camino del amor. “Se enamoraron como todas las personas en el mundo. Conociéndose lentamente y descubriendo un sentimiento profundo”, asegura este religioso.

El caso de las hermanas que se van a casar ha sido revelado por el propio Barbero, que lo ha utilizado para mostrar la homosexualidad que existe en la iglesia que la curia pretende ocultar. Pero aunque ha dado los detalles del enlace, no ha querido facilitar el apellido de las contrayentes, para salvaguardar su identidad. “No es la primera boda entre monjas que oficio”, asegura enigmático el religioso expulsado por la Iglesia. ¿Veremos más enlaces así en el futuro?