Donald Trump no le pone su nombre a un edificio de condominios de lujo en Miami

Donald Trump planea construir condominios de lujo en un suburbio de Miami, pero les falta un atractivo notable: el nombre de Trump.

El proyecto inmobiliario más reciente del ex presidente se acercó a la realidad el miércoles por la noche cuando el Concejo de Doral aprobó preliminarmente el complejo residencial y comercial que quiere construir en las afueras del Trump National Doral Miami.

Ese es el resort de golf que lleva su nombre desde que compró el antiguo Marriott en quiebra en 2012, sumando uno de los hoteles más grandes de Miami-Dade a una cartera de propiedades de marca Trump que lo ayudaron a convertirse en el urbanizador más famoso del mundo incluso antes de llegar a la Casa Blanca.

Hasta el momento, el complejo de condominios de 1.429 unidades que la Organización Trump quiere construir sobre 141.000 pies cuadrados de espacio comercial en la esquina sureste del complejo tiene lo que podría ser el nombre más genérico de las propiedades de Trump: Doral International Towers.

Ed Russo, el representante de Trump en Miami-Dade desde hace mucho tiempo, dijo que Doral International Towers es un nombre provisional, pero que no sabe si el complejo finalmente llevará el nombre del ex presidente.

“No estoy tan seguro”, dijo. “Creo que le gusta el nombre Doral”.

El principal cabildero local de Trump minimizó el nombre sin Trump del proyecto antes de la votación del Ayuntamiento por 3-2 para avanzar con la propuesta de desarrollo.

“Es solo el nombre que se usa en los planos arquitectónicos”, dijo Félix Lasarte.

Los concejales Rafael Pinyero y Christi Fraga, alcalde de Doral, votaron en contra del proyecto de Trump. Ninguno de los cinco comisionados explicó su postura durante la reunión. Se espera una votación final el próximo mes.

El jueves por la mañana, Fraga citó el tráfico y el exceso de desarrollo de unidades residenciales en Doral como motivos para su voto en contra. “Valoro y aprecio la inversión empresarial y la presencia del presidente Trump en nuestra ciudad”, dijo en un mensaje de texto, “pero mi deber sobre todo es el de los residentes de Doral”.

Lasarte, abogado de Miami, describió a Trump como su principal contacto en el proyecto desde que se dirigió a Mar-a-Lago en marzo de 2021 para reunirse con el ex presidente sobre sus planes para la propiedad de Doral.

La reunión en la residencia de Trump en Palm Beach y en su club privado ocurrió apenas unas semanas después del asalto al Capitolio del 6 de enero por parte de partidarios del intento de Trump de anular las elecciones de 2020 y evitar que Joe Biden asumiera la presidencia.

Ahora enfrenta cargos federales relacionados con el complot electoral y espera la sentencia por cargos no relacionados de “soborno” en Nueva York, y busca un segundo mandato mientras continúa fortaleciendo su imperio inmobiliario.

La ampliación de Doral es lo suficientemente grande como para que eventualmente sea necesario demoler dos edificios del resort que tienen 170 de las 643 habitaciones de hotel en la propiedad. El plan prevé cuatro torres, cada una de 21 pisos.

El proyecto promete probar el atractivo de los condominios de lujo en los suburbios, y Lasarte dijo a los miembros del Concejo que las unidades más baratas comenzarán en $2 millones.

A pesar del nombre sencillo del proyecto, Lasarte dijo que el factor Trump será fundamental para conseguir esos precios, especialmente porque se espera que muchas de las propiedades se vendan como casas de vacaciones.

“Creemos que habrá muchos compradores internacionales y locales y compradores nacionales que les guste la marca Trump y quieran venir, ser parte de la experiencia del golf que pueden tener allí”, dijo.

Lasarte dijo que su primera reunión con Trump incluyó a su hijo Eric Trump y que el mensaje fue crear una expansión que no afectara a los cuatro campos de golf de Trump Doral. “No estamos alterando ni una sola brizna de hierba”, dijo.

El complejo es una propiedad emblemática en Doral, donde el sello de la ciudad incluye un hoyo de campo de golf y una fuente de la propiedad. Se inauguró en 1962 como Doral Country Club por los propietarios Alfred y Doris Kaskel, quienes querían un campo de golf que fuera acogedor para los judíos. Sus nombres más tarde formaron el nombre de la ciudad.

El nuevo complejo residencial y comercial no afectará el nombre del complejo Trump Doral, que mantendrá su entrada y marca separada.

Los diseños del complejo propuesto, donde la calle 36 se encuentra con NW 87 Ave., minimizan el nombre de Trump. Se dibujaron palmeras a la altura adecuada para oscurecer la entrada con el nombre Doral International Towers escrito sobre la plaza que se planea construir debajo.

Los miembros del Concejo no tuvieron preguntas ni debate cuando se presentó el tema para su votación. Sin embargo, la reunión, a la que asistieron pocos miembros, incluyó críticas al proyecto.

Con una camiseta que decía “Dump Trump”, el residente Richard Glukstad instó al Concejo a que dijera no a más construcción en una ciudad que considera sobrepoblada.

“Hay demasiado tráfico. Es una locura”, dijo Glukstad, dejando en claro que preferiría que Trump vendiera todas sus propiedades en Doral algún día. “No puedo esperar a que su nombre desaparezca de ese lugar.