Donald Trump lanzó un nuevo ataque racista: ahora contra un pastor negro

WASHINGTON (AFP).- En un nuevo ataque racista, y ya como parte de una seguidilla que comenzó con las cuatro congresistas mujeres de orígenes étnicos diversos,el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió hoy contra el pastor negro activista por los derechos civilesAl Sharpton, tras un fin de semana marcado por los ataques del mandatario contra un prominente legislador negro de la ciudad de Baltimore.

"Al es un estafador, un agitador", dijo Trump en Twitter, tras un post del religioso en que anunciaba su intención de viajar a Baltimore. "¡Odia a los blancos y policías!", agregó el mandatario sobre Sharpton, que fue candidato para la nominación presidencial del Partido Demócrata en 2004.

El fin de semanaTrump, que busca la reelección en 2020, criticó al congresista demócrata Elijah Cummings y aseguró que el distrito que representa (que abarca gran parte de la mayoría negra de Baltimore) está "infestado de ratas".

El republicano escribió hoy temprano sobre Sharpton luego de que el pastor tuiteara a última hora de ayer que había "llegado a DC desde Atlanta, dirigiéndose a Baltimore". "Baltimore, bajo el liderazgo de Elijah Cummings, tiene las peores estadísticas de delitos en la nación. ¡25 años de palabrerío, nada de acción!", aseguró el mandatario. "Ahora, el reverendo Al se presentará para quejarse y protestar. No se hará nada para las personas necesitadas. ¡Triste!", agregó.

Las agresiones de Trump el fin de semana provocaron una tormenta de críticas, menos de dos semanas después de que la Cámara de Representantes lo condenara por comentarios "racistas" tras atacar a cuatro congresistas demócratas, conocidas como "El escuadrón", que pertenecen a minorías étnicas y están en el ala más progresista del partido.

Hace semanas el presidente agredió a las cuatro legisladoras (Ayanna Pressley, representante de Massachusetts, afroamericana; Alexandria Ocasio-Cortez, de Nueva York y de origen puertorriqueño; Ilhan Omar, de Minnesota y nacida en Somalia; y Rashida Tlaib, de Michigan y musulmana de ascendencia palestina) al decir: "¿Por qué no vuelven a sus países y ayudan a arreglar esos lugares, que están totalmente rotos e infestados de crímenes? Entonces que vuelvan aquí y nos digan cómo se hace". Luego, añadió que "si no están contentas de estar aquí, pueden irse".

Los comentarios de Trump son vistos como una jugada calculada pero arriesgada, dirigida tanto a la base de blancos de clase trabajadora descontentos que contribuyeron a llevarlo a la Casa Blanca en 2016, como a otros blancos que aún no decidieron a quién apoyar en las elecciones del próximo año.