Otro dolor de cabeza para los Pumas: un rival del Mundial podrá reforzarse con figuras que jugaron para los All Blacks

Julian Savea escapa rumbo al try de los All Blacks; los Pumas tienen mucho por aprender de sus rivales
Julian Savea escapa rumbo al try de los All Blacks; los Pumas tienen mucho por aprender de sus rivales

Julian Savea les apoyó nueve tries a los Pumas en los nueve partidos en que los enfrentó representando a Nueva Zelanda, entre 2012 y 2016. Es uno de los verdugos históricos del seleccionado argentino en el Rugby Championship, pero hace cuatro años perdió la forma física y no volvió a ser considerado para los All Blacks. Ahora, gracias a una flexibilización en la política de elegibilidad de World Rugby, los Pumas pueden volver a padecerlo en el próximo Mundial de Francia 2023, esta vez con la camiseta de Samoa que, como los demás países del Pacífico Sur, se benefició con esta enmienda y se convirtió en una amenaza.

En sus cuatro años como vicepresidente de World Rugby, Agustín Pichot bregó por introducir mejoras en el sistema de elegibilidad y evitar que las potencias se beneficien alineando jugadores extranjeros, ya sea por descendencia o por residencia. Por ejemplo, ser hijo o nieto de ingleses o haber vivido tres años en Inglaterra habilita a jugar para el seleccionado de la Rosa. Pichot logró extender el mínimo de residencia en el país de tres a cinco años, modificación que entra en vigencia recién a partir del 31 de diciembre. Pero el miércoles, World Rugby anunció una enmienda al Artículo 8 que significa un retroceso en ese sentido, ya que habilita a jugadores que representaron a un seleccionado jugar para otro, algo que estaba prohibido desde 2000.

La medida establece que cualquier jugador que no haya jugado internacionalmente por tres años está habilitado para representar a otro país en la medida en que cumpla con los criterios de elegibilidad por descendencia (padres o abuelos del país en cuestión), sujeto a la aprobación del Comité de Regulaciones de World Rugby.

Julian Savea en acción

La medida tiene el claro objetivo de fortalecer a los países Pacífico Sur, que constantemente ven cómo jugadores nacidos allí terminan siendo estrellas de All Blacks, Wallabies y hasta seleccionados de las Home Nations (Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda). A partir de ahora (la medida entra en efecto el 1º de enero de 2022), Fiji, Samoa y Tonga podrán emplear a jugadores que ya jugaron en otros seleccionados y cumplen con los criterios de elegibilidad.

Samoa y Fiji votaron por Bill Beaumont en la elección a presidente de World Rugby el año pasado, en la que el inglés fue reelegido superando al argentino Agustín Pichot, que había sido su vicepresidente los cuatro años precedentes.

Así, el segundo partido de los Pumas en el Mundial de Francia 2023 bien puede convertirse en el partido que defina el pase a los cuartos de final, ya que Samoa está en condiciones de alinear a varias figuras, entre ellos los ex All Blacks Lima Sopoaga (apertura), Steven Luatua (segunda línea) y Jeffery Toomaga-Allen (pilar), además del mencionado Savea.

“Nunca digas nunca”, twiteó Savea como respuesta a la consulta de un usuario sobre si lo veríamos en Francia 2023 con la camiseta de Samoa. Savea nació en Wellington, la capital de Nueva Zelanda, pero califica para representar a Samoa por tener padres oriundos de ese país. Jugó su último partido en el seleccionado neozelandés en 2017 y al año siguiente emigró a Francia (Toulon). Aunque regresó en 2020, no volvió a ser considerado para los All Blacks.

Las uniones del Pacífico Sur están atravesando serias complicaciones económicas y sus seleccionados ven cómo sus principales jugadores visten otras camisetas. Por ejemplo, los All Blacks tienen en la actualidad a jugadores nacidos en otros países como Sevu Reece (Fiji), Nepo Laulala (Samoa), Shannon Frizell, y Ofa Tu’ungafasi (Tonga). También los seleccionados de las islas cuentan con muchos neocelandeses de nacimiento.

Incluso los seleccionados europeos se aprovechan de las leyes: los Pumas padecieron el domingo el vértigo del wing James Lowe, que nació en Nueva Zelanda, vivió toda su vida allí, jugó para Chiefs (estuvo en el primer partido de la historia de Jaguares como locales en Vélez en 2016), fue contratado por Leinster en 2020 y este años se sumó al seleccionado de Irlanda avalado por la regla de residencia.

Otros jugadores con pasado en los All Blacks que podrían volver a jugar internacionalmente con otra camiseta son Ngani Laumape, George Moala, Vaea Fifita y Charles Piutau, que quedarían habilitados para jugar por Tonga, lo mismo que el ex Wallaby Israel Folau. Fiji se beneficiaría con la repatriación de Nathan Hughes (Inglaterra) y Taqele Naiyaravoro (Australia).

En los dos primeros mundiales en los que participó (no fue invitado al inaugural de 1987), Samoa se clasificó a cuartos de final eliminando a rivales como Gales (en 1991 tras vencerlos en el Cardiff) y la Argentina (en 1991 y 1995). Desde entonces, no obstante, no volvieron a meterse entre los ocho mejores. Fiji sólo lo consiguió en 1987 (tras vencer a la Argentina) y 2007 (eliminó a Gales). Tonga nunca pasó la fase regular.

El platense Agustín Creevy, de 35 años, renunció a la convocatoria de los Pumas para la Rugby Championship y lo lamenta.
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Agustín Creevy podría jugar para Italia, debido a su descendencia (Instagram/)

Para la Argentina, esta medida no sólo es perjudicial en tanto que fortalece a rivales que en algún momento fueron de su misma jerarquía y hoy están claramente atrás, sino que también habilita a ex jugadores del seleccionado a representar a otros países. Por ejemplo, Agustín Creevy, que jugó su último partido con los Pumas en el Mundial 2019 y todavía está en un nivel de elite en la Premiership inglesa, a partir del 10 de octubre del año próximo quedaría habilitado para representar a Italia, ya que tiene ascendencia de ese país.

Cuando se realizó el sorteo del Mundial, quedó en claro que el debut ante Inglaterra sería el partido más difícil para los Pumas, y que el último encuentro del Grupo D, ante Japón, el duelo por ganar para pasar a cuartos de final (el penúltimo será ante el ganador de Estados Unidos vs. Chile). La eliminatoria de Oceanía, como era de esperarse, deparó a Samoa como segundo rival, el viernes 22 de septiembre en Saint-Étienne. A priori, un partido exigente pero que no debía deparar mayores complicaciones. Con la nueva ley de elegibilidad, el panorama cambió.