Djokovic, el hombre a batir, de nuevo, en Melbourne Park

FOTO DE ARCHIVO- Djokovic durante la rueda de prensa tras la final del Abierto de Australia de 2019

Por Ian Ransom

MELBOURNE (Reuters) - La famosa frase de Gary Lineker de que el fútbol es un juego sencillo en el que "Alemania siempre gana" puede bien adaptarse al tenis y al ineludible dominio de Novak Djokovic en el Abierto de Australia.

En un torneo que ha sido puesto en duda por el humo de los incendios forestales que asuelan Australia, un octavo título del serbio en Melbourne Park, que sería un récord, difícilmente sería un soplo de aire fresco para muchos aficionados en Melbourne Park.

Algunos preferirían el romanticismo de un triunfo de Roger Federer en el crepúsculo de su carrera o que uno de los jóvenes finalmente se abriera paso y acabara con el dominio de los 'tres grandes', que se han repartido los últimos 12 títulos de Grand Slam.

Es poco probable que a Djokovic le importen esos sentimientos, y si se les cree a los corredores de apuestas, está dispuesto a aplastarlos sin piedad.

Puede que el jugador de 32 años nunca sienta el afecto de la multitud saboreado por Federer y el español Rafa Nadal, pero su récord de 16 títulos de Grand Slam es una prueba de que el tenis no es un concurso de popularidad.

Eso nunca estuvo más claro que en la final del año pasado cuando derrotó a Nadal por 6-3, 6-2 y 6-3 con una exhibición devastadora que dejó atónitos al mallorquín y a las gradas del Rod Laver Arena.

Para Djokovic, Melbourne Park es más que un simple centro de tenis situado a orillas de un turbio río.

A lo largo de los años, se ha convertido en una especie de templo para el serbio que ha hablado de sentirse tocado por lo "divino" cuando está a pleno rendimiento en las pistas duras de color azul.

Al otro lado del río se encuentran los Jardines Botánicos de Melbourne, donde Djokovic se sube a su higuera favorita y se comunica con la naturaleza en paz.

Habitualmente, Djokovic ha mantenido una preparación tranquila antes del Abierto de Australia, pero este año ha estado en primera línea, llevando a Serbia a la victoria sobre España en la final de la primera ATP Cup el domingo.

Su inspirada victoria por 6-2 7-6(4) sobre el número uno del mundo, Nadal, fue una instantánea de la reciente rivalidad de la pareja: Djokovic respondió con frialdad solventando todos los desafíos que planteó el español.

Si el torneo progresa según los cabeza de serie, los dos se enfrentarán de nuevo en la final.

Nadal, el actual campeón de los Abiertos de Francia y de Estados Unidos, tendría que trabajar duro para poder derrotar a un rival al que no ha vencido en una pista dura desde hace casi siete años.

El jugador, de 33 años, logró su único trofeo en el Abierto de Australia en 2009, en la época en que usaba pantalones piratas y tenía el pelo largo.

Sin embargo, a pesar de su mal estado físico, puede que tenga su mejor oportunidad de conseguir un segundo título.

Eso le permitiría igualar el récord de Federer de 20 títulos de Grand Slam y encender el debate sobre quién es el "más grande" de todos los tiempos.

Sin embargo, incluso a los 38 años, el seis veces campeón Federer puede tener algo que decir al respecto.

El suizo, número tres del mundo, no ha perdido ante Nadal en una pista dura desde las semifinales del Abierto de Australia de 2014 y sorprendería a pocos si extendiera la racha en Melbourne.

Federer puede encontrar obstáculos más difíciles al principio del cuadro donde esperan jóvenes talentos hambrientos y sin el peso psicológico de años de derrotas a manos de los "tres grandes".

Entre ellos, el fogoso ruso Daniil Medvedev estará ansioso por dar el siguiente paso después de poner a Nadal contra la pared en la final del Abierto de Estados Unidos.

Stefanos Tsitsipas, que ganó las ATP finals de fin de temporada, será otro de los protagonistas en Melbourne Park, donde la gran comunidad griega de la ciudad estará apoyándole.

El jugador, de 21 años, revolucionó el torneo el año pasado hasta llegar a semifinales que incluyó una brillante victoria en cuarta ronda sobre su ídolo Federer.

(Información de Ian Ransom; Editado por Toby Davis. Traducido por Emma Pinedo)